La vida y obra de Pitágoras de Samos –algo incierta por la ausencia de testimonios de la época- han sido escritas sobre ecos. Se conoce lo que sus seguidores, llamados pitagóricos, transmitieron verbalmente de una generación a otra, hasta ser citados por filósofos e historiadores. Fragmentos que coinciden al decir que se trató del filósofo y primer matemático puro nacido en Grecia a mediados del siglo VI a.C. El nativo de la isla de Samos es célebre en la historia por atribuírsele nociones y hallazgos que ayudaron al desarrollo de la matemática y otras ciencias. Pitágoras fue juzgado por sus contemporáneos por escuchar voces sobrenaturales, las mismas que le ayudaron a conjugar la matemática y la música. Su aporte está vigente en el teorema de Pitágoras, en conceptos de geometría y aritmética, astronomía y música, sin dejar a un lado su influencia religiosa.
Pitágoras de Samos es uno de los hombres más influyentes de la historia. Nació en Samos, isla de Grecia ubicada al este del mar Egeo. Vivió desde el año 569 hasta aproximadamente el 475 antes de Cristo. Se le conoce como filósofo, matemático puro y fundador de la escuela Pitagórica.
Era hijo de un libanés llamado Mnesarco y la nacida en Grecia, Pythais. No se tienen detalles de su infancia o juventud, hay más vestigios de su adultez, multifacética, sabia. Conocimiento que según diversos autores provino de sus viajes e interacciones por Egipto, Arabia, Fenicia y Babilonia, inclusive India.
La vida y obra de Pitágoras de Samos no reposan en ningún texto o evidencia de su época. Han sido reconstruidas a partir de testimonios orales que pasaron de una generación a otra y que comenzaron a citarse en escritos casi dos siglos después de su muerte. Argumentos fundados en lo difundido por sus seguidores, llamados pitagóricos.
En el siglo VI a.C, Pitágoras de Samos fundó en Crotona, Italia, una escuela filosófica-política-religiosa integrada por filósofos, matemáticos, astrólogos y músicos. Sus miembros se llamaban a sí mismos matematikoi o matemáticos. Tenían como premisa que “todas las cosas que pueden ser conocidas tienen número; pues no es posible que sin número nada pueda ser concebido ni conocido”.
De la citada escuela pitagórica surgen todas las obras que hoy se le adjudican al filósofo de Samos. Entre ellas principios filosóficos y matemáticos, nociones que contribuyeron al desarrollo de la astronomía y la música. El teorema de Pitágoras, la inconmensurabilidad de la diagonal de un cuadrado, la significación de los números en el mundo real y en la música. Las relaciones aritméticas de la escala musical se le atribuyen a Pitágoras.
Pitágoras y los matemáticos eran rigurosos y tenían además una concepción optimista de la vida después de la vida. Su disciplina –aunque mística y misteriosa- estuvo encaminada a la preservación del alma. Respetaban la vida en todas sus formas y no consumían carne porque esto implicaba comer algún animal en el que podían renacer en la siguiente vida. La creencia de la transmigración del alma le trajo muchos seguidores.
En una época se quiso hacer ver a Pitágoras de Samos como un ser sobrenatural, en función de las hazañas que se le imputan. Fue un entendido de su tiempo, un hombre sensible al que además de la esencia pura de las matemáticas le atrajo la música y la literatura. En los fragmentos que hablan de su vida se describe a un ejecutante de la lira, escritor de poemas e intérprete de Homero.
Investigador natural. Es de suponer que la información científica no viajaba con rapidez en su tiempo, por lo que sus viajes se asocian con la búsqueda del conocimiento, el contacto con la fuente.
Pitágoras de Samos fue un líder. Creó y rigió la escuela pitagórica que se diseminó rápidamente después del año 500 a.C e influyó en intelectuales de épocas posteriores. La convicción de su doctrina fue tal que sobrevivió a continuos ataques y supresiones.
Antes, habría sido conocido por sus nociones de ética y su rechazo al rey de Persia Cambises II tras la invasión de Egipto. El filósofo griego Jámblico de Calcis, reseña en el siglo III d.C que Pitágoras llegó a Babilonia como prisionero de guerra. Esto luego de que se rompiera la alianza con Polícrates y Cambises II tomara a Heliópolis, al nordeste de El Cairo, y Menfis, al sur del delta del río Nilo, ciudades del Bajo Egipto.
Pitágoras de Samos, filósofo y matemático nacido en el siglo VI a.C. Fue discípulo de Tales, Anaximandro y Anaxímenes de Mileto, fundadores de la llamada escuela jónica. De allí su interés primero por resolver el origen y constitución del Universo visto como un todo. Idea que luego abandonaría por la metafísica.
Al ser desterrado por Polícrates, en el siglo VI a.C, el originario de Samos emigró de la isla. Se instaló frente al Golfo de Tarento, Mar Jónico, en la ciudad de Crotona. Fundó la escuela pitagórica, integrada por intelectuales y oyentes (acusmáticos) que se distinguían por la práctica del secretismo y la creencia en la metempsicosis. Reunían méritos para la reencarnación de su alma, creían en la vida después de la muerte.
De la escuela pitagórica surgen teorías y conceptos que se atribuyen esencialmente a Pitágoras de Samos. El teorema de Pitágoras, la irracionalidad de la raíz cuadrada de 2, la media aritmética, números poligonales y la creación del tetraktys, en matemáticas. En Astronomía, afirmó el lucero del alba era el mismo lucero de la tarde, luego se revelaría que se trataba del planeta Venus. Además creyó en la armonía de las esferas celestes. El pitagórico Hicetas de Siracusa fue el descubridor de la rotación de la Tierra alrededor de su eje.
La muerte de Pitágoras se produjo en Metaponto, provincia de Matera, Italia. Se dice vino a manos de Cilón, ambicioso noble ateniense, rechazado por la hermandad pitagórica. Hecho rebatido por el filósofo griego Jámblico, quien alega que el genio de Samos prevaleció ante el ataque. Otros autores citan que Pitágoras se dejó morir de hambre. La incertidumbre de su muerte no opaca el camino labrado en la ciencia, llámese matemática o astronomía; en el arte, el razonamiento y la religión.
Pitágoras de Samos era un innovador. Concibió al hombre como un ser con alma e inteligencia, de espíritu invisible, creado en armonía. El Universo para él eran fracciones de un mundo natural, humano y divino. La realidad tenía naturaleza matemática, en su valor más puro. La filosofía conlleva al saneamiento del espíritu. El alma puede elevarse hasta fundirse con lo divino. La mística está también en los símbolos. Defendió la lealtad y el secretismo.
Pitágoras de Samos contribuyó al desarrollo de la matemática, la astronomía y la medicina, entre otras ciencias. Su interés estaba centrado en el principio o concepto de las cosas, los números, figuras geométricas y la demostración de éstos, aunque fuese de manera abstracta.
Aportó con la demostración formal del hoy conocido teorema de Pitágoras, que hace alusión al triangulo rectángulo. El concepto ya se manejaba en Babilonia y la India, pero él probó que “la suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa”. También estudió las proporciones entre los números enteros, distinguiendo la media aritmética, la media geométrica y la media armónica. Descubrió los números perfectos y los números poligonales.
Para el filósofo las cosas son números y se esforzó por demostrar esta relación también en la astronomía y la música. Formuló las leyes de la armonía y las relaciones aritméticas de la escala musical.
Platón lo describe como fundador de un modo de vida encaminado a la inmortalidad, la reencarnación del alma. A través de su escuela impuso la creencia en la transmigración del alma, metempsicosis o reencarnación.
Pitágoras afirmaba que los números eran el arjé de todas las cosas. Su filosofía era tanto científica como religiosa. Los números eran valorados entonces como una relación, una estructura, que fue aplicada a la matemática, la música y luego a todo aquello que constituye la realidad. Eran la razón o principio de todo lo real.
Pitágoras de Samos recibió la influencia temprana de la escuela jónica, desarrollada en la colonia griega de Mileto durante el siglo VI a.C. Se dice fue alumno de Tales y de sus discípulos Anaximandro y Anaxímenes, de quienes adoptó una visión metodológica –científica- de la naturaleza.
La historia lo lleva luego a Italia, donde el recuento de sus viajes y saberes resultaron en la creación de una nueva escuela filosófica y religiosa. Organización que más adelante también adquiriría matiz político.
La escuela de Pitágoras estuvo integrada por hombres y mujeres intelectuales cuyo pensamiento estaba dominado por las matemáticas y el misticismo. Su insignia era una estrella de cinco puntas, pentagrama, reconocido como símbolo de salud. Se llegó a ver como una hermandad.
Existe poca o nula evidencia física de su tiempo. La magnificencia del personaje, tocada en los siglos posteriores, ha llevado a adjudicar Pitágoras casi todos los pensamientos, teorías y descubrimientos de los pitagóricos.
Alguna de las frases más importantes de Pitágoras de Samos:
No se guardan obras de Pitágoras de Samos. Tal como sucede con otros filósofos presocráticos, lo mucho o poco que se conoce ha sido citado siglos después de su muerte. Sin embargo, se le adjudica:
El teorema de Pitágoras. Haciendo referencia al triángulo rectángulo, enuncia: “La suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa”. Destaca en la historia por la demostración firme de los conceptos matemáticos que eran ya conocidos en Babilonia y la India.
El descubrimiento de los números irracionales. Representó un acontecimiento para los mismos pitagóricos, que hasta ese momento creyeron que todas las magnitudes eran conmensurables. También descubrió los números perfectos y los números amigables.
Castro, Laura. (2020). Pitágoras de Samos. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/pitagoras-de-samos/