Antonio Caso
Antonio Caso es un destacado erudito mexicano, admirado principalmente por su significativa labor como docente de muchas generaciones de jóvenes y formador de importantes intelectuales. De carácter sentimental, bondadoso y con alma de artista, luchó con ideas, por el bienestar del ser humano.
Antonio Caso fue uno de los máximos catedráticos de la filosofía mexicana contemporánea. Docente, pensador, músico, poeta, ensayista y sobre todo practicante de la libertad. Formó parte de la generación de 1910, conjuntamente con figuras como José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán y Pedro Henríquez Ureña, entre otros.
Logró su autonomía con mucha dignidad y rebeldía. Poseía un cúmulo de virtudes que lo impulsaron a defender sus ideales. El modo de enseñar y desenvolverse en los distintos ámbitos, hizo que su labor educativa influyera en las generaciones posteriores. Al impartir sus enseñanzas dejaba clara su posición ideológica, metodológica y moral.
Fue uno de los fundadores de la revista Savia moderna, en el 1906. Creó el Ateneo de la Juventud, en 1907. Se desempeñó como director de la Escuela Nacional Preparatoria y de la Universidad Nacional Autónoma. Laborando como docente, inició una novedosa propuesta en esta casa de estudio que consistió en impartir en ella cátedras de filosofía.
De esta forma, Antonio Caso atenuó la inicial pujanza de la corriente positivista. Para eliminarla completamente alentaba al movimiento filosófico mexicano moderno y dictó conferencias hasta lograrlo.
Los cursos de estética, sirvieron para presentarle a los jóvenes estudiantes humanistas la posibilidad de analizar el contexto desde otros puntos de vista a través de las expresiones artísticas. Orientó sus aspiraciones fomentándoles una actitud firme y combativa. Impulsó, en los recientes pensadores, el descubrimiento del mundo del espiritualismo.
En 1944, defendió arduamente la libertad de cátedra y la autonomía universitaria. Representó a México en países como Perú y Uruguay. Fue condecorado en Francia, Chile, Alemania. Actuó como miembro de la Academia Española de la Lengua.
Antonio Caso Andrade nació el 19 de diciembre de 1883 en la Ciudad de México. Fueron sus Padres Antonio Caso Morali y Felipa Andrade Gómez de la Fuente. Realizó estudios en la Escuela Nacional Preparatoria.
La licenciatura en derecho la hizo en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Contrajo nupcias con Josefina Muñoz Allende con quien tuvo una hija de nombre María Elena Caso quien llegó a ser una reconocida científica.
A pesar de ser abogado su gran pasión fue la educación dedicándose a enseñar desde el año 1910. Dictó cursos de filosofía, filosofía de la historia, ética, lógica, estética, y sociología en las instituciones donde estudió y en la Escuela de Altos Estudios, posterior Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue rector en dos oportunidades dándole un importante empuje a la facultad con la creación del doctorado en Filosofía. Fue acreedor de muchos galardones y nombrado como director emérito. A nivel internacional fue reconocido en las universidades de Rio de Janeiro, Buenos Aires, Lima, La Habana, Guatemala donde le otorgaron el nombramiento como Doctor Honoris Causa.
En el año 1946, con tan solo 62 años, murió en la ciudad de México. Actualmente sus restos se encuentran en la Rotonda de los Hombres Ilustres, como homenaje póstumo a un insigne mexicano.
Caso fue uno de los jóvenes filósofos pensadores de México cuando comenzaba la Revolución. Su vida abarcó el fin de un siglo y el inicio del otro. A nivel intelectual fue un destacado combatiente de la época caracterizada por un confrontamiento ideológico. De hecho, introdujo en su país posturas filosóficas que se manejaban a nivel mundial.
Presenció la decadencia del Porfiriato, el proceso de la Revolución, los eventos que dieron inicio a la aparición del Partido Nacional Revolucionario y la conformación del llamado Maximato. Este fue consumado por Plutarco Elías Calles.
Con su obra filosófica Antonio Caso y José Vasconcelos edificó el cimiento humanista del movimiento maderista, que representó una significativa parte de la revolución mexicana. Fue un movimiento que pretendió, durante la campaña electoral y de la revuelta armada, hacer de la nación la democracia liberal moderna.
La proeza democrático-humanista fracasó, aparecieron en escenas nuevos intelectuales y Caso con su gente fueron opacados. También ocurrieron otros episodios determinantes para que a partir de 1929, se metiera de lleno en la labor universitaria y espiritual, alejándose de los acontecimientos de México y el mundo.
En 1930, se consolidó la etapa final de la Revolución mexicana. En el periodo 1934 a 1940, lapso del gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, se instituyó el corporativismo político-social, básico para los consecutivos gobiernos derivados de la Revolución.
Antonio Caso fue un joven moreno con cabello oscuro y lacio el cual peinaba hacia atrás. De ojos relucientes, arqueadas cejas y sobresaliente mandíbula. Poseedor de nobles sentimientos, siendo uno de los más destacados la bondad que siempre demostró a todos. Rechazaba la maldad, por eso nunca daño de forma intencional a nadie.
Su alma no acumuló rencor ni odio y rechazó las venganzas. Era sensible ante la tristeza o el dolor de los demás, su don de gente fue inmenso. Además, era amable, simpático, cordial; a veces parco o risueño dependiendo de la circunstancia.
Muy inteligente, apasionado y entusiasta en todo lo que hacía. Docente admirado por su particular elocuencia y capacidad de persuasión. Más que un orador, fue un filósofo; en palabras actuales, un gran influencer de las generaciones contemporáneas.
El pensamiento filosófico de Antonio Caso se orientaba por un espiritualismo de bases cristianas. Las ideas fundamentales que lo conformaban eran el poderío de la intuición y el frenesí del impulso caritativo. Concebía a la filosofía como una sinopsis de los resultados de la moral, la ciencia y el arte.
En relación al poder y a la política, fue uno de los letrados más alejados. Se negó a llevar dogmas a la educación universitaria; ni el laico con el positivismo ni el dogmatismo religioso con el catolicismo.
Pensaba que su presencia podría extinguir el espíritu libertario e imponer tiranías en esta institución. A la educación debe acompañarla la razón, la ciencia, la humanidad, la historia y las realidades eternas y evolutivas.
De acuerdo con estos pensamientos defendió posteriormente la libertad de cátedra en la universidad negándose la instauración del materialismo histórico. Sobre la civilización expresó la existencia única del progreso intelectual, científico y práctico por tanto, no hay un progreso físico, filosófico, estético ni moral.
Contemplaba como virtudes esenciales del ser humano el idealismo, la nobleza, el desinterés, la comunión y el compartimiento de la belleza. No centró su interés nunca en el poder político.
Sus aportaciones están estrechamente asociadas con las funciones educativas y universitarias. Trabajó con afán para transformar la educación en México. Propuso un sistema didáctico cimentado en la sugestión, mediante el cual el estudiante trascienda los conocimientos disciplinarios y logre formarse como una persona de bien, desinteresada, generosa, empática, compasiva.
A nivel universitario, Antonio Caso implementó materias obligatorias del área de humanidades. Estableció tres principios primordiales para que la permanencia de la Universidad a través del tiempo: La libertad de cátedra, la autonomía y el subsidio económico que debe ser recibido de parte del gobierno.
Respecto al ámbito filosófico, su aporte más significativo fue su doctrina espiritualista. La sintetizaba en la ideas de la existencia como economía, como desinterés y como caridad. Dejó un conjunto de valiosas obras donde plasmó originales formas de contemplar la realidad desde el idealismo y el pragmatismo.
Antonio Caso fue una persona independiente, defensora de la libertad que enseñó a los demás a pensar y vivir como seres libres impulsándolos a desarrollar una forma de pensamiento crítico.
En relación a la intención de militarizar la educación universitaria dio una gran lección al oponerse y declarar que el país requería escuelas en los cuarteles, no soldados en las escuelas.
Al ser humano lo presentó como un ser espiritual, moral y trabajador. Dio a conocer lecciones fundamentales de moral intelectual y de conciencia nacionalista. Igualmente, han sido inestimables sus reflexiones sociológicas sobre dificultades de la cultura mexicana.
Instruyó sobre el cristianismo utilizando conferencias y ensayos basados en biografías de notables cristianos. En ellos explicaba que lo más importante en la cosmovisión cristiana era la exaltación de la caridad.
Muchas frases de Antonio Caso mexicano han dado la vuelta al mundo, pero las más emblemáticas podrían ser:
Antonio Caso escribió muchas obras e innumerables artículos sobre diversos tópicos. Destacan:
Castro, Laura. (2021). Antonio Caso. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/antonio-caso/
