Arte romano
Entre los siglos III a.C y V d.C, se desarrolló en Roma y en otros territorios del Imperio Romano un estilo de arte estético, práctico y utilitario. Las manifestaciones del arte romano fueron influenciadas inicialmente por la civilización etrusca y los elementos del arte griego, pero adquirieron posteriormente un carácter propio. Su máxima expresión está dada en su arquitectura, colosal y magnificente. Los materiales sencillos empleados en las obras eran disimulados con prolijos dibujos, pinturas y esculturas.
Arte romano es toda aquella manifestación artística producida en Roma y otros lugares del Imperio romano entre los siglos III a.C y V de nuestros tiempos. Estuvo inicialmente influenciado por el arte griego, hasta el punto de considerársele una continuación del mismo. También conserva elementos de la civilización etrusca. Se diferencia de ambos por la profundidad, perspectiva, practicidad y funcionalidad.
La máxima expresión del arte romano se encuentra en la arquitectura (religiosa, civil y militar), de sencillos materiales y colosales dimensiones. Dibujos, pinturas, mosaicos y esculturas estuvieron supeditados a las edificaciones, agregando lujo y magnificencia.
El romano es un arte propagandístico. Hizo aportes significativos a las sociedades y manifestaciones artísticas de la época. Aún después de su desaparición influyó notablemente en las culturas occidentales. Artes de todos los tiempos le tienen como base, incluyendo el estilo Gótico.
El Imperio romano se caracterizó por un riguroso ordenamiento urbanístico, expresado a través de diversidad de obras arquitectónicas. El arte -que servía a los fines- fue más que estético, práctico (organizacional) y funcional. Colocaba de manifiesto la uniformidad y el poder ejercido por el Estado romano.
La arquitectura se hizo majestuosa, robusta y dinámica, pensada en las masas. Permitía conectar metrópoli y provincias. Del arte romano son los foros, templos, teatros, anfiteatros, circos, bibliotecas, centros de estudio, monumentos y edificios públicos. Aportó como novedad el uso del arco del triunfo y las bóvedas del orden toscano y el orden compuesto, entre otros elementos estructurales. Era perfeccionista.
La escultura era ganada en relieve, profundidad y perspectiva, con un aire histórico-narrativo. Se crea en este arte el retrato. La pintura cumplía una función netamente decorativa, y desarrollaba variedad de temas.
Las condiciones políticas, económicas y sociales reinantes en la Antigua Roma en el año 200 a.C demandaban la creación de un arte no solo estético. Predominaba entonces el arte griego, pero se requería mayor fuerza, comunicación del poder y sus dictámenes, así como uniformidad y utilidad.
La romanización que duró más de seis siglos concibió un arte basado en la política, su grandeza, sus batallas y sus emperadores. Contempla expresiones artísticas seguidoras-en principio-de los preceptos griegos, y algunos etruscos. Luego fueron más autónomas, flexibles, técnicas y prácticas. La practicidad era propia del pueblo romano, conformado por agricultores, comerciantes y guerreros.
El arte romano se enriqueció con el correr de los siglos. Construyó obras de envergadura en Roma, alrededor del Mar Mediterráneo, en todo el Imperio. Arquitecturas, pinturas y esculturas que jugaron un papel fundamental en la movilización de los ejércitos, el dominio de los pueblos y la difusión de la cultura grecolatina.
El arte romano, fusión de estética y practicidad, encuentra sus precedentes en la civilización etrusca, a su vez influenciada por el arte griego. Los etruscos habitaron la región de la Toscana, Italia, para finales del siglo VIII a.C. Desde allí se extendieron hacia gran parte de la península itálica. En Latium (hoy Lacio) y Campania se encontraron con las colonias griegas, de las que adoptaron diversos elementos.
El origen de los etruscos se desconoce, aunque se guardan algunas teorías. El historiador griego Dionisio de Halicarnaso dijo en su momento que fue en una población autóctona de Italia, por su uso lingüístico mediterráneo. Heródoto, por su parte, afirmó que procedía de Lidia, un territorio del Oriente Próximo, debido a la religión y costumbres manifiestas. Tal vez se trataba de una mezcla de ambas; o de una cultura de origen nórdico, heredera de los pueblos que habitaban al norte de los Alpes.
Es innegable la influencia de los etruscos en el mundo romano y su arte. De los autollamados Rasenas recibe la arquitectura y otras formas del arte funerario. También la construcción de templos pequeños con columnas del orden Toscano. Y la creación del busto, así como la representación de rostros con extraordinario naturalismo.
La civilización etrusca -heredera del mundo helénico- decayó ante la invasión de los celtas y el ataque de los griegos hacia el siglo V a.C. Luego fue derrocada por los romanos, a los que dejó su fuerte legado, representado en el arte.
El arte-como la historia de Roma-se divida en tres etapas: Monarquía (años 753- 509 a.C) República (509- 31 a.C) e Imperio romano (31 a.C- 476 d.C). Los tres últimos reyes de Roma fueron de origen etrusco y ejercían una monarquía absoluta. En este período se desarrolla la arquitectura, escultura y pintura de base griega, pero altamente influenciada por quienes ejercían el poderío. También la lengua y el alfabeto.
Durante la época de la República, Roma conquista Italia y toda la cuenta del Mediterráneo. Convergen en ella las actividades políticas, económicas, culturales y sociales. Funge como el primer centro comercial del mundo, al importar y exportar productos a diversas regiones y continentes, principalmente el asiático. Desarrolla los artes etrusco y griego, pero adiciona materiales, elementos autóctonos y otros, producto del intercambio comercial.
El arte romano se consolida en la época del Imperio, cuando inicia una amplia labor civilizadora o urbanística. Se fundaron ciudades y campamentos militares en Roma, Italia y las provincias conquistadas. Se construyeron caminos, puentes y carreteras para enlazar la capital con los pueblos bajo el dominio. También grandes, sólidos y funcionales templos, basílicas, termas y acueductos.
La pintura romana, influenciada por el arte griego, cumplía función decorativa: revestir casas y edificios públicos. Manifiesta un desarrollado sentido de la composición, color y movimiento, características que la diferencian de otros estilos del arte. Consiste básicamente en cuadros murales pintados al fresco o bajo la técnica del temple. También se manifiesta en extraordinarios mosaicos.
En los cuadros murales romanos destacan caricaturas, retratos, costumbres, paisajes y réplicas de las obras arquitectónicas. Dibujos provistos de gracia y fantasía, que forman parte del género histórico y mitológico. Mientras que entre las manifestaciones de un género pictórico básicamente decorativo están los dibujos o figuras hechas en las vajillas y muros.
El contraste de colores, la iluminación, el realismo y la voluptuosidad en las figuras decorativas de los murales es sinónimo de la sociedad imperante en la época. Constituyó el llamado estilo pompeyano y sirvió de base a muchas de las corrientes modernas.
Histórica-narrativa. Roma se caracterizó por la creación de retratos, bustos y estatuas de cuerpo entero, de marcada naturalidad. Esto permitía a los romanos hacer la propaganda política demandada por la época, razón de ser del arte. El retrato se creó para el emperador y luego para otros personajes influyentes. También rendía culto a los antepasados, al conservar su imagen para la posteridad.
La escultura retrato romana reproducía la fisonomía exacta de los rostros. Tiene su origen en las máscaras de ceras hechas sobre el rostro de los difuntos para perpetuar su imagen. Para la elaboración se utilizaba mármol o bronce, material que permanecía al natural, sin pintura. Inicialmente se pintaban solo los ojos, luego fueron trabajados en relieve, como el resto de la obra.
La escultura, primero cabeza, luego busto, cuerpo completo, y excepcionalmente ecuestre, evolucionó a la par de Roma. Tiene variantes en la expresión y el peinado. Se realizaban retratos apoteósicos (con rasgos divinizados), toracatos (militares) y togatos (religiosos). Predominaba el relieve, la profundidad y la perspectiva.
Colosal, con una concepción escultórica y utilitaria. Roma asimila los órdenes arquitectónicos y diseños del arte griego, los desarrolla y agrega nuevos elementos. Difunde el uso del arco de medio punto y crea el arco de triunfo. Utiliza las bóvedas de los órdenes toscano y compuesto. También la superposición de órdenes en edificios de elevada altura. Es una arquitectura dinámica.
Para las edificaciones (civiles, militares y religiosas) empleó la piedra, el ladrillo y la madera, así como el cemento, el mortero y el hormigón. Por lo pobre de los materiales, las estructuras eran revestidas con placas de mármol, algunos relieves, pinturas y mosaicos. Estaban pensadas en la majestuosidad e inmortalidad del Imperio romano.
En Roma lo religioso y lo político estaban concatenados. El sumo pontífice era a su vez el emperador y esto influyó en su arquitectura. Se hizo grande, fortificada y de apariencia opulenta. Representaba el poderío del Estado.
Templos, basílicas, termas, circos, teatros, anfiteatros y acueductos fueron los principales monumentos construidos por los romanos. El templo utilizado para rendir culto a los dioses, consistía en una edificación muy alta que seguía los órdenes compuesto y corintio. Se erigía sobre un podio, al que se accedía a través de escalinatas.
La basílica respondía a los fines religiosos y la difusión de las leyes. Los circos, termas, teatros y anfiteatros cumplían la función de entretener a los ciudadanos. Las canalizaciones aseguraban el agua a las tierras más secas.
Otros monumentos característicos del arte romano son las tumbas y mausoleos. Derivadas de la civilización etrusca, estas estructuras del arte funerario crecieron en estilo y complejidad. Servían a rituales y enterramientos individuales o colectivos.
Castro, Laura. (2019). Arte romano. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/arte-romano/
