Ibn Rusd, fue un erudito árabe cuya ideología impactó marcadamente la Edad Media cristiana. Fue conocido popularmente con el nombre de Averroes, traducción de su nombre al latino. Moró en la zona de Andalucía al sur de España. Considerado un gran filósofo y médico andalusí. Su familia fue estudiosa del derecho, que él logró dominar, así como también alcanzó una amplia comprensión en materias como la matemática, astronomía y medicina. Posterior a su muerte y en torno a sus enseñanzas, creció el movimiento averroísmo.
Averroes fue un importante y reconocido filósofo pensador hispano árabe. Dejó un gran aporte mundial al escribir sobre temas de filosofía, teología, medicina, astronomía, física, jurisprudencia y derecho islámico. Fue determinante en la protección de la filosofía griega contra los teólogos Ash’aritas ortodoxos dirigidos por al-Ghazali.
En vida, su filosofía fue calificada de polémica en los círculos musulmanes, pero en Europa occidental tuvo mayor impacto. Ha figurado como el padre fundador del pensamiento secular.
Averroes es el más célebre intérprete de Aristóteles, llamado El comentarista, por las relevantes observaciones sobre su obra. Con él, se vuelve a realzar el valor de la filosofía natural de Aristóteles y la necesidad de darle un sentido más racional, más científico que teológico a sus preceptos.
Su obra fue prohibida y rechazada por no estar en armonía con la manera de pensar de la época. Se salía de los paradigmas y mentalidad reinante e iba un paso más allá, concertando dos mundos, normalmente tan opuestos: La filosofía y la religión.
El trabajo de Averroes, se extendió por toda la Edad Media hasta el Renacimiento. Pues, destacó no sólo por sus teorías filosóficas, sino también por sus contribuciones a otras especialidades como la ciencia y el derecho. Llevó a cabo una extensa y diversa trayectoria dejando tras de sí una obra cuyo legado ha llegado hasta nuestros días.
Destacó como uno de los interlocutores más importantes de los filósofos y los teólogos cristianos. Su trabajo contribuyó ampliamente al desarrollo de la escuela Escolástica del occidente de Europa. Así mismo, redactó 16 obras de medicina en temas como anatomía, patología, fisiología y diagnosis. Si bien, muchos de sus escritos se perdieron, debido a la censura a la que fue sometido.
Muhammad ibn Rushd conocido como Averroes, nació el 14 de abril de 1126 en la ciudad de Córdoba, Andalucía, capital de la España musulmana. Procedía de una familia de eruditos legales y tanto su abuelo como su padre, fueron jueces principales de Córdoba.
Su educación fue tradicional empezando con estudios en hadiz, lingüística, jurisprudencia y teología escolástica inspirado por el filósofo Ibn Bajjah. Su educación médica fue a cargo de Abu Jafar ibn Harun de Trujillo. Mostró una destreza clara para la medicina.
Averroes se convirtió en qadi o ministro sacerdote de Sevilla, en 1169. Prontamente, en 1172, magistrado primordial de Córdoba. En este lapso escribe comentarios legales y tratados de la metodología legal, declaraciones legales, sacrificios e impuestos a la tierra. Es presentado al califa quien quedó deslumbrado por el nuevo filósofo y lo empleó, como juez principal y más tarde en 1182 como médico regente.
El califa lo encargó también, de escribir observaciones sobre los contenidos de Aristóteles, mismas que se renovaron como uno de sus importantes legados a la filosofía occidental. El 10 de diciembre de 1198, muere Averroes en Marrakech, Marruecos. Posterior al deceso sus artículos encontraron nuevas acogidas, especialmente en el cristianismo y judaísmo.
La existencia de Averroes ocurre con el ocaso de los almorávides y el apogeo almohade. Cuando los taifas estaban a punto de desaparecer por avance del reino cristiano, acuden a los almorávides por ayuda un grupo de monjes soldados nómadas, bereberes, provenientes del Sahara. A ellos se les da el control de la península musulmana, entre los años 1090 y 1146.
Los almorávides exhiben una relajación en las costumbres religiosas, no revigorizan los estados musulmanes y tampoco detienen el avance de los cristianos. Entonces los Taifas acuden a otro grupo religioso-militar, los almohades, que se caracterizan por una interpretación del Corán más drástica.
Estos grupos eran tribus beréberes con un nivel de desarrollo inferior al de los estados de la península. Se describen a menudo sólo como guerreros y fanáticos, incapaces de apreciar el refinamiento de la cultura andalusí.
En este contexto destaca la atención ofrecida a la educación religiosa del pueblo. Los almohades adoptan la doctrina de Ibn Tümart, proclamado madi o el que conduce por el recto camino. Desde 1121 hasta su muerte en 1128, Ibn Tumart lleva a los Masmuda por el camino de la conquista militar y la adoctrinación.
Averroes defendía la filosofía y la razón como fuentes de la verdad. No obstante, al pertenecer al islam, rechazaba el conocimiento religioso. Concebía que Dios había creado el mundo desde la eternidad y su voluntad era perfecta y que, por ende, la creación también era eterna.
Cimentándose en el pensamiento Aristotélico, Dios para él era el creador de todo el universo, el primer motor inerte, etéreo, era un actor puro y actual. Creía que el alma estaba separada en dos fragmentos diferentes, uno individual transitorio conocido como el intelecto pasivo y el otro divino y eterno, el intelecto activo.
Entre sus aportaciones se citan las siguientes:
Si bien Averroes tuvo mucha influencia a nivel filosófico y jurídico, su labor más destacada y laureada fue en la medicina. Ya que como médico redactó incomparables tratados, uno de los más reconocidos es al-Kulliyat fi al-Tibb o Los principios generales de la medicina.
La profesión de médico, para la época, era de las más reconocidas para un sabio. Tenía que superar un examen difícil intelectualmente bajo la sapiencia de Hipócrates y su juramento. Además, Averroes como médico fue enaltecido porque no sólo requería conocimiento y aptitud técnica, demostró moralidad, ética y sentido de justicia.
Escribió el libro Generalidades sobre la Medicina, en siete sorprendentes volúmenes:
Para Averroes, ejercer la filosofía logra, en la razón humana, la perfección y realización completa. Es decir, la potestad que detalla al sujeto humano y por el cual el hombre es propiamente hombre. Se Deduce que únicamente el filósofo es hombre. La mayoría humana, existe de facto, en un estado sórdido y rudo.
A la vez, el filósofo, por el impulso natural del saber y el intelecto, cree y se adhiere a las inteligencias aisladas, inclusive al primer principio. Así obtiene la felicidad superior asequible al hombre a través del ejercicio de la observación.
La sociedad perfecta es la virtuosa, gobernada por un filósofo que guía a los ciudadanos a la felicidad. Promulgaba que la educación y fomentación de las ciencias teóricas y prácticas es, definitivamente, esencial. Igualmente la formación matemática y la poética.
Todo debe estar calculado para el beneficio de los ciudadanos, para la práctica de las virtudes y la conquista de la felicidad. Estimaba que el gobierno virtuoso puede ser, a su vez, monárquico o aristócrata.
Entre las frases más conocidas de Averroes se citan:
Las principales obras de Averroes son las siguientes:
Castro, Laura. (2020). Averroes. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/averroes/