Erasmo de Rotterdam se destacó como clérigo católico, así como erudito clásico valioso. Redactó ejemplares en latín y griego del Nuevo Testamento, planteando en ellos argumentos relevantes que influirían en la reforma crítica y la contrarreforma. A continuación, más información sobre este interesante personaje.
Erasmo de Rotterdam fue un filósofo humanista, académico y prelado cristiano Holandés. Considerado uno de los letrados más ilustres y con más fama del Renacimiento escandinavo. Ilustra a la perfección la noción y la representación de vida humanista. Aparece agregado en los textos de la mayoría de libros que hablan del humanismo, por lo que llegó a ser estimado por muchos como el príncipe de los humanistas.
Al igual que otros eruditos contemporáneos, Erasmo se adelantó a su tiempo, lo que se ve reflejado en la crítica social de sus obras. Su vida transcurrió en la época de la gradual reforma religiosa de Europa.
Fue un fustigador de las arbitrariedades que se daban en la Iglesia Católica, por lo que demandó una transformación. Si bien no fue de los que apoyó abiertamente a Martin Lutero, Juan Calvino o Enrique VIII, aceptaba la soberanía del Papa.
Desiderio Erasmo de Rotterdam, nació en Róterdam el 28 de octubre de 1466. Su verdadero nombre era Geert Geertsen, igualmente citado como Gerrit Gerritszoon.
Era hijo ilegítimo de un sacerdote llamado Roger Gerard. Inicia sus estudios en centros monásticos de Gouda, Deventer y Utrecht. Tenía como tutor a Peter Winckel, quien tras la temprana muerte de sus padres se ocupó de su educación.
En 1492, se ordena sacerdote, en la orden de San Agustín de Steyn. Ese mismo año comienza a trabajar para el obispo de Cambray, como secretario. Pronto abandona la vida consagrada, y entre los años 1495 y 1499, acude a cursar Filosofía y griego en la Universidad de París.
En este período inicia su inclinación humanista, París radiaba con fuerza en el florecimiento de la sapiencia griega y romana. Erasmo muere el 12 de julio de 1536 en Basilea, Suiza, y es sepultado en la catedral de la ciudad helvética.
El contexto histórico que rodeaba a Erasmo de Rotterdam es el de las reformas protestantes. Mismas que se estaban produciendo en el Sacro Imperio y que habían tenido su inicio en la década de los años 20 del siglo XVI.
Hechos históricos y geográficos sacuden el ámbito religioso: Se acusa de hereje a Lutero en 1521. Guerra de Caballeros entre 1522 y 1523 y de Campesinos, 1524 a 1525. El grupo anabaptista. Renovación espiritual en Wüttemberg. Fundación de la Liga de Dessau, por soberanos católicos.
En general, había un ambiente de gran desequilibrio religioso en el Sacro Imperio Romano Germánico. Inicio e incremento de reformas religiosas estimuladas por doctrinas protestantes: calvinismo, luteranismo, zuinglianismo. Al igual que de menor relevancia como el anabaptismo y la novedad menonita que origina al grupo amish.
Rotterdam era un fuerte creyente cristiano, pero esto no lo frenó al momento de dirigir muchas críticas a las jerarquías eclesiásticas. Se caracterizó por un pensamiento autónomo y catedrático de opiniones emancipadas para su tiempo.
Sus ideas contemplaban una reforma gradual y pacífica de la Iglesia y la sociedad civil que permitiera alcanzar una sociedad humanizada, en la que el hombre se desarrollara al máximo.
Erasmo de Rotterdam pensaba que la probidad se podía establecer en este mundo, apreciaba la tolerancia y la certeza radical como virtudes. Aceptaba como correcta la meditación en las personas de bien. Opinaba que los hombres familiarizados con los trabajos de los escritores clásicos lograban ser más felices y objetivos en su propio tiempo.
En algunas de sus obras, manifestó opiniones progresistas sobre la educación. Intentaba establecer una ideología cristiana a partir de la razón propugnando una honda reforma del clero y una transformación de la Iglesia, basada en la práctica de las virtudes humanas.
Es considerado el precursor de la Reforma, sus obras se incluyeron en el Índice de Obras Prohibidas por el Concilio de Trento. Si bien, estuvo distanciado de Martin Lutero y permaneció considerando las atribuciones del papa.
Erasmo de Rotterdam era un versado en griego y latín, esto le facilitó cotejar y transcribir las traducciones bíblicas latinas con el texto griego de viejos manuscritos del Nuevo Testamento. Persuadido de que la enseñanza bíblica era muy importante, alegaba que las Escrituras había que redactarlas en otras lenguas de la época.
Publica la primera edición del Nuevo Testamento en griego. Incluía anotaciones y una traslación propia al latín de las Escrituras Griegas Cristianas, que diferían de la Vulgata, lo que sirvió como base para forjar mejores traducciones a lenguas europeas.
Esta traducción del Nuevo Testamento al griego fue un instrumento muy útil para los reformistas protestantes quienes las emplearon para trasladar las Escrituras Griegas al italiano, alemán, español e inglés.
Erasmo de Rotterdam fue cosmopolita, tuvo la oportunidad de vivir y trabajar en diferentes países de Europa. Esta circunstancia le permite hacer amistad con personas muy influyentes de cortes reales y universidades. Intelectuales de numerosas nacionalidades lo buscaban a menudo. Su obra, valorada y ampliamente distribuida, lo hizo muy célebre.
En 1492, viaja a Francia para estudiar en la Universidad de París, bulliciosa ciudad donde intelectuales de todo tipo y situación compartían. Su vida allí no fue bastante interesante por lo que parte a Inglaterra, viviendo en Londres, para 1499 y 1500. Aquí conoce a John Colet y asiste a la Universidad de Oxford.
Es en esta época que Rotterdam, con colaboración de Publio Fausto Andrelini, escribe su libro Adagios. Es un libro de refranes y moralejas obtenidas de tradiciones añejas de Grecia y Roma con observaciones del autor de su origen y significación. Adquirió popularidad e importancia, muchos de los refranes son empleados actualmente.
De 1506 a 1509, vive en Italia, centro del Renacimiento. La gran parte del tiempo trabaja en una imprenta. Establece amistad con miembros universitarios y escritores que acudían para imprimir sus libros. Se rodea de personas que como él, compartían una óptica humanista, además de ser detractores de los abusos de miembros de la Iglesia Católica.
Erasmo de Rotterdam se arriesgó mucho al amonestar fuertemente a la Iglesia Católica en una época donde con su órgano ejecutor, la Santa Inquisición, persuadía al pueblo. Descubrió sus faltas y abusos. Sus escritos satirizaban a clérigos por sus excesos y estilo de vida lujoso y a los papas por suscitar guerras solo por ambición.
Estaba en oposición a cómo la iglesia coartaba la libertad de pensamiento en colegios y universidades. Se consideró traicionado, pensó le enseñarían nuevas ideas pero las teorías eran oriundas de la Edad Media. La universidad, lejos de progresar y simbolizar una institución adelantada, era obsoleta e inmutable.
Criticaba, no la doctrina o propia institución, sino la conducta de los que se hacían llamar hombres de Dios. Muchos de ellos, se conducían de manera pecaminosa, solicitaban el servicio de prostitutas, sacaban provecho económico de sus feligresías y prometían la salvación a cambio de un beneficio económico.
Ramos, Marlene. (2021). Erasmo de Rotterdam. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/erasmo-de-rotterdam/