El hámster es un diminuto animal doméstico. Hámster es un vocablo alemán cuyo significado es almacenar. Es muy famoso como mascota de la familia, sin embargo, contrario a lo que se cree, no es la más indicada para los niños debido a lo pequeño y delicado de su cuerpo, a su comportamiento inquieto y hábitos nocturnos. Tampoco es tan afectuoso como aparenta.
El hámster es un roedor mamífero, que pertenece a la familia Cricetidae, de la cual se citan 7 géneros y 18 especies. Los hay de gran variedad de colores, pueden vivir silvestre o en cautiverio sin ningún problema. Se encuentra en casi todo el mundo, es hiperactivo estando la mayor parte del tiempo en movimiento.
Son animalitos de actividad nocturna. Dedican la noche a correr buscando cosas, revolviendo lo que encuentren, emitiendo sonidos, jugando en su jaula donde comúnmente viven.
Acostumbran a dormir todo el día, sino se la pasan escondidos en los rincones oscuros, disfrutan estando solos, sosegados, sin ruidos fuertes. Rehúyen el contacto con los humanos, les disgusta ser agarrados o acariciados, si son despertados se tornan agresivos pudiendo atacar con sus dientes filosos.
Taxonómicamente es clasificado de la siguiente forma:
Generalmente son muy pequeños, su medida depende del tipo; los hay desde los 5 cm hasta 30 centímetros. Tienen la cola muy corta, las patas regordetas, también muy cortas y las orejas bien largas. Se encuentran de múltiples colores, amarillos, marrones, negro, blanco, grises, de tonalidades combinadas y, con distinta densidad de pelaje.
Muy singulares son las bolsas de sus mejillas, llamadas abazones. donde colocan el alimento que comerán posteriormente en su refugio. Poseen afilados dientes.
Existen varios tipos, entre ellos:
La dieta del hámster tiene que ser balanceada, contempla una combinación de cereales y semillas, verduras, frutas frescas, granos y nueces. Es indispensable proveerles agua fresca y limpia.
Lo ideal estando en cautiverio es suministrarles 5% de grasa y 16% de proteínas. No debe dárseles sobras sin ningún control porque puede resultar nocivo para su salud.
Cuando viven silvestres consumen también alimento animal como insectos, ranas entre otras pequeñas presas. En sus áridos hábitats suele ser escaso el suministro, por eso lo que consiguen lo resguardan celosamente en sus guaridas. En cuanto al agua, la obtienen de la materia vegetal fresca que consuman.
Los primeros hámsteres son nativos de Siria, Rusia y China. En la actualidad un considerable porcentaje de sus poblaciones viven en Bélgica, Grecia, Rumania, norte de China y muchos países del planeta. A Estados Unidos llegaron alrededor del año 1936, con los sirios. Posiblemente allí se inició la domesticación de los mismos.
Se adaptan a todo tipo de terreno y escondrijo que encuentren, en terrenos rocosos, arcillosos, desiertos áridos, en valles con forrajes. En cautiverio viven en jaulas.
Se reproducen con bastante facilidad. Alcanzan la madurez sexual con tan solo dos meses y medio de edad. Cuando la hembra está en celo se comporta más pacífica con el macho, sin acometerlo tanto, como es habitual.
Ella, cada cinco días, tiene uno de celo durante el cual queda embarazada. Luego de la copula hay que separarlos. El lapso de gestación es de 15 a 20 días, tiempo en el que come mucho y se mantiene inactiva. Al aproximarse el momento del parto se torna agresiva; se encarga de acondicionar el nido. Puede parir de 6 a 12 crías. Recién nacidas son lampiñas, ciegas y cuentan con los incisivos.
La madre las lame limpiándolas una a una, las estimula para que respiren, deja todo el lugar aseado y luego las pone a dormir. La ceguera permanece unas dos semanas, su desarrollo es rápido, son amamantadas por tres a cuatro semanas, aunque, a partir de siete días comienzan a ingerir algo de dieta sólida.
Desde el destete, se valen por sí mismas. Algún evento puede detonar la agresividad de la madre y matar a sus hijos al nacer. Por ejemplo, si estando embarazada le abren la puerta de la jaula se siente amenazada. También sucede si se embarazo prematuramente y no tiene la capacidad para criarlos, al parir se los come.
Cabe resaltar que una buena alimentación, un ambiente apropiado y el apareamiento en la edad correspondiente, son condiciones fundamentales para el logro exitoso de la reproducción. Bien planificado una pareja podría tener en pocas semanas unas doce crías. La hembra puede tener tres partos al año.
Si se decide tenerlos en casa, es preciso saber que ellos son bien delicados y de necesidades exigentes. Lo primero es buscar el lugar donde alojarlos. Existen jaulas acondicionadas, de fácil desarme para su adecuada limpieza de suma importancia para evitarles enfermedades y, con accesorios como rueda giratoria, laberintos, escondites, muy útiles para su vida en cautiverio.
Lo indicado es que la jaula sea amplia donde puedan corretear y ejercitarse para que no engorden. Tiene que colocársele en el suelo algún material como aserrín o gravilla para que hurguen en ella o se revuelquen como les gusta hacer y un trozo de tela o cartón para que descansen. Hay que limpiarla y desinfestarla con agua, jabón y vinagre semanalmente y cambiar los materiales.
Se debe procurar mantenerlos en una temperatura ambiental de 20 grados. Nunca deben bañarse, ellos se asean solos. En cuanto a la alimentación, se recomienda proveerles de fresa, plátano, manzana, cerezas, zanahoria, lechuga, calabacín… Se les puede dar una cucharada de pienso, más una porción de frutas y verduras por día.
Hay que considerar el carácter de estos animales: No son sociables, prefieren estar solos, tranquilos, que no los toquen, dormir de día. Se divierten girando en su rueda, escarbando, trasladando pequeños trozos de papel, astillitas u otros que tengan. En ningún momento pueden estar a disposición de los niños pues su cuerpo es muy pequeño y delicado.
Puede dedicarse un rato diario a observarlos como corren por la jaula, se esconden, juegan y, esto lo hacen de noche. Igual darles algo de comer para que se habitúen a la presencia del dueño. En caso de ser necesaria la manipulación se realizará con sumo cuidado, evitando asustarlo, lastimarlo o enfadarlo porque es capaz de morder.
A simple vista parecen iguales, pero tienen varias diferencias físicas y de comportamiento.
Son muy usados como mascota, gozan de aceptación y popularidad. En libertad viven en el continente americano y asiático, los domesticados se encuentran a muchos lugares. Suelen escoger terrenos rocosos para vivir, descartan sitios encharcados. Se reproducen fácilmente.
Para mascotas no despiertan mucho interés ni tienen igual popularidad. Viven en casi todas partes, después de la rata es la segunda especie más distribuida por toda la tierra. Optan por terrenos arenosos, no rocosos y hasta desagües. Igual que los Hámster son de rápida reproducción, pero sus camadas son mayores, hasta de 22 crías.
La mayoría de las especies de hámster domesticados como mascotas están clasificadas como Preocupación Menor. Sin embargo, algunas especies en libertad están catalogadas como Vulnerable como el hámster dorado (Mesocricetus auratus).
Por su pare el hámster europeo (Cricetus cricetus), el salvaje más extraño del mundo, está clasificado en peligro crítico de extinción en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Del Valle, Numiralda. (2021). Hámster. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/hamster/