María Zambrano es una de las intelectuales españolas más destacadas del siglo XX. Discípula de Ortega y Gasset, filósofa, ensayista y docente. Autora de libros y artículos. Fue profesora en el Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza, en la Universidad Central de Madrid y en la Universidad de Barcelona. Formó parte de la Misiones Pedagógicas desarrolladas en Europa. También en el exilio ejerció la docencia en la Universidad de Morelia, en México; y la Universidad de La Habana, Cuba. Una parte de su pensamiento respondió al trabajo pedagógico y la participación social de sus progenitores, encaminados a la construcción de una sociedad nueva. Otra, a la profunda huella que le dejó Segovia. En la que fue su ciudad adoptiva se enamoró por vez primera, se acercó a la literatura, conoció y se relacionó con intelectuales de su tiempo. Su filosofía respondió a las continuas crisis políticas, económicas, sociales y culturales afrontadas por Europa durante la primera mitad del siglo XX.
María Zambrano fue una filósofa y escritora española que llenó el siglo XX. Se caracterizó por un pensamiento profundo basado en la existencia de lo divino y lo espiritual, en la persona como producto de su esencia. También en la responsabilidad ciudadana y el cuestionamiento sobre el origen de las cosas. Se vio atraída por la política y ejerció algunos cargos, luego la tradujo a pensamientos.
Su obra es extensa, la mayor parte de ella lograda en el exilio, valorada en países de Europa y América. Recibió el reconocimiento de España sólo hacia el final de sus días, la última década, cuando le fueron otorgados los máximos galardones literarios.
Ganó el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1981 y fue nombrada Hija predilecta de Andalucía en 1985. Obtuvo el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Málaga en 1987 y el Premio Cervantes en 1988, fue la primera mujer en ganarlo.
María Zambrano y Alarcón nació en Vélez-Málaga, provincia de Málaga, comunidad autónoma de Andalucía, España, el 22 de abril de 1904. Es hija de Blas Zambrano García de Carabante y Araceli Alarcón Delgado, ambos dedicados a la enseñanza. Su infancia y adolescencia transcurrieron entre la localidad de Bélmez de la Moraleda, en la provincia de Jaén; y las ciudades de Madrid y Segovia.
Logró el bachillerato en el Instituto de Segovia. En 1921 se trasladó de nuevo a Madrid para matricularse en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid. En la modalidad libre, para poder sobrellevar la débil salud que le acompañó desde su nacimiento. Allí conoció a Ortega y Gasset, Luis Cernuda, Xavier Zubiri, Camilo José Cela, Maruja Mallo y Emilio Prados, grandes pensadores de su tiempo.
Fue profesora de Metafísica en la Universidad Central y el Instituto Cervantes. Al tiempo que realizó sus estudios doctorales, participó en movimientos afines a las ideas republicanas. Formó parte de la Federación Universitaria Escolar y fue una de las fundadoras de la Liga de Educación Social.
Escribió artículos para diversas revistas. En 1930 publicó su primer libro “Horizonte del liberalismo”. En adelante, todo sería una prolífera producción filosófica y literaria, en gran parte gestada en el exilio.
En 1936 María Zambrano se unió sentimentalmente con el diplomático y también intelectual español Alfonso Rodríguez Aldave, siete años menor. Relación que finalizó en 1948.
Regresó a su natal España en el año 1984 y falleció el 6 de febrero de 1991 en Madrid. Su obra fue reconocida en diversos países de Europa y América, tardíamente en España, donde su legado fue valorado sólo a partir de 1981. Muchos de los reconocimientos se hicieron post mortem, entre ellos su nombramiento como Hija Predilecta de la Provincia de Málaga, en el 2002. También el de Hija Adoptiva y Predilecta de Segovia, en el 2017.
María Zambrano fue una filósofa en el exilio. Desde 1939 y hasta 1984 vivió en Francia e Italia, en Europa. También en Estados Unidos, México, Cuba y Puerto Rico, en América. Años en los que se dedicó a la producción filosófica y literaria, a dar conferencias y dictar cursos.
Entre las obras escritas en ese período se encuentra Los intelectuales en el drama de España; El sueño creador; y La fuga de Antígona. También La confesión, género literario y método; El hombre y lo divino; y Claros del bosque.
Antes del destierro, María Zambrano había vivido un año en Chile, desde 1936 hasta 1937. Su esposo Alfonso Rodríguez Aldave cumplía la función de secretario de la embajada de España en el país sureño. En 1937 regresó junto a él a España, donde fue nombrada Consejera de Propaganda y Consejera Nacional de la Infancia Evacuada. Dos años más tarde iniciaría el largo camino fuera de casa.
María Zambrano integró la primera generación de mujeres que fue a la universidad, iniciando sus estudios en la Universidad de Madrid en 1921. En esa época las mujeres eran pensadas sólo como amas de casa.
Entre el 14 de septiembre de 1923 y el 16 de marzo de 1925 España sufrió la dictadura de Primo de Rivera. Régimen militar considerado como el primer ensayo de institucionalización consciente del nacionalismo español autoritario.
La intelectual es influenciada por otros grandes filósofos del siglo XX, entre ellos Ortega y Gasset. Se debate entre el intento de superación del idealismo, característico de la primera mitad del siglo XX y el irracionalismo que le sucedió.
En tiempos de gran convulsión política, María Zambrano procura un sistema más justo, la unión de las fuerzas para instaurar la República. Defiende el establecimiento de la II República. Integra la Acción Republicana de Azaña y funda su propio partido Frente español, que luego sería disuelto.
Los grandes cambios políticos que se suscitaron en Europa entre 1925 y 1936 hacían aún más inestable la situación de España. Se consolidaba entonces la democracia en Inglaterra y Francia, Benito Mussolini tomó el poder en Italia y Stalin el control de Rusia. Alemania tenía su primer gobierno socialista.
Entre 1936 y 1939 se libra la Guerra Civil española, conflicto bélico que desató una profunda crisis económica. Durante la Guerra, María Zambrano colaboró con la República como Consejera de Propaganda y de la Infancia Evacuada. Luego fue desplazada y obligada a abandonar el país, por las actitudes radicales y opuestas a su republicanismo moderado y demócrata. Regresa a España en 1984, cuando ya se había dado la transición de poder e inició el reconocimiento a su labor.
La intelectual española innovó al defender la poesía como elemento propio de la indagación filosófica. Lo llamó razón poética. Haciendo a un lado la sentencia de Platón expuesta en su texto República “Los sentimientos no deben dominar al intelecto”. Su pensamiento profundo la convirtió en una de las sabias más relevantes del siglo XX.
María Zambrano fue además de las primeras mujeres en ir a la Universidad, participar en movimientos estudiantiles y colaborar con sus escritos en diversos periódicos. Fue protagonista de la caída de la República y el inicio de la Guerra Civil española. Ferviente defensora de la II República.
María Zambrano se esforzó por alcanzar una filosofía de vida sin destruir la razón. Dio un gran valor al arte, especialmente a la poesía. Propuso la razón poética, método idóneo para la creación de la persona individual, que acogía la actitud filosófica y la actitud poética.
Definió la actitud filosófica como aquella asumida por el hombre que desconoce y se pregunta algo, se cuestiona. Y la actitud poética, como la respuesta, desde la que se encuentra sentido a todo. Más su pensamiento no se basó sólo en la razón poética, la cuestión y el método, manifestó además un espíritu político. Expuso la relación del hombre con lo divino. No pretendió descubrir la estructura de la realidad, se basó en la teoría de que la realidad ha de ser transparente a la razón, una e inteligible.
Colocó especial atención en la creación de la persona. Dijo de las deformaciones sociales, son la institucionalización de las deformaciones personales. De las constituciones, el precio que paga cada cual por atenuar consensualmente su propia angustia vital.
Al formar parte de la primera generación de mujeres en acudir a la universidad, María Zambrano fue motor de un proyecto que buscaba la igualdad de género. En la primera fracción del siglo XX ser mujer y matricularse en una carrera universitaria era todo un hito en España. Ella no sólo fue alumna, partícipe y fundadora de movimientos estudiantiles, se hizo doctora y catedrática. Con los años, las mujeres pasaron del restringido acceso a ser mayoría en las aulas.
Zambrano se convirtió en una de las figuras principales del pensamiento español del siglo XX. Loable si se considera el hecho de que su obra se produjo mayormente desde el exilio. Defendió la poesía y la indagación filosófica. Se opuso al pensamiento único imperante durante los años treinta y cuarenta en Europa. Su vida plenó el siglo y sembró precedentes para el reconocimiento de la mujer, su pensamiento y literatura.
En la filosofía de María Zambrano pueden distinguirse cuatro temas principales, de lo que se desprenden otras importantes temáticas. La preocupación política, primero por la convivencia o ciudadanía de España y posteriormente por Europa. La condición humana, que girará en torno a la razón poética y la reforma del entendimiento.
La educación, vista como clave del diálogo, camino para potenciar la ciudadanía. Y la necesidad de comunicación, un sentir que se proyecta en todo lo que se realiza, el hombre requiere salir de sí mismo.
De la interrelación en el aprendizaje dice: “La inicial resistencia del que irrumpe en las aulas, se torna en atención. La pregunta comienza a desplegarse. La ignorancia despierta es ya inteligencia en acto. Y el maestro ha dejado de sentir el vértigo de la distancia y ese desierto de la cátedra como todos, pródigo en tentaciones. Ignorancia y saber circulan y se despiertan igualmente por parte del maestro y del alumno, que sólo entonces comienza a ser discípulo. Nace el diálogo”.
Zambrano concibió la educación como un proceso mediador, para el desarrollo pleno de la persona como miembro consciente y activo de una comunidad. E hizo hincapié en la dimensión vocacional de la educación: “La vocación de maestro es la vocación entre todas la más indispensable, la más próxima a la del autor de una vida, pues que la conduce a su realización plena”.
María Zambrano pronunción frases realmente importanes a lo largo de su vida, alguna de ellas fueron:
Entre todas las obras de María Zambrano destacamos:
Castro, Laura. (2020). María Zambrano. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/maria-zambrano/