Pintura realista
El realismo nace en el siglo XIX, sustituyendo al romanticismo y su embellecimiento de la historia. Si el renacimiento representaba un movimiento de evasión, el realismo surge de un interés por la realidad. Nace después de la revolución francesa como decepción de las frustraciones revolucionarias. El arte abandona la temática política y da un giro hacia un contenido social. Surge así la pintura realista, que le da prioridad a hechos de la vida real, retratando la cotidianidad. Comienza como movimiento reivindicativo, en su representación del pueblo sin idealismos. Vinculado, por supuesto, a la segunda revolución industrial y a los inventos en tecnología, tales como el telégrafo, ferrocarril y el teléfono.
La pintura realista nace con el movimiento realista, el cual influyó en todas las artes. Con ello, la pintura sustituye las imágenes soñadoras habituales del arte, por sucesos de la vida real. Prioriza la cotidianidad, al surgir una sensibilidad social, ideológica dirigida a las clases bajas y corrientes izquierdistas.
Para esta época se forjaba la filosofía positivista de August Compte. La misma que permitió desafiar la realidad claramente, esgrimiendo las armas del conocimiento y doblegarla a sus leyes. De este modo la pintura realista coincidiría con el positivismo en su inclinación por la observación al detalle.
Este movimiento inicia principalmente con la literatura, con escritores como Campfleury, Duranty y Honorato de Balzac. Pero la pintura destaca de la mano de su mayor representante de la época, el francés Gustave Courbet. Quien manifestó: La pintura es un arte esencialmente concreto y solo puede consistir en la representación de cosas reales y existentes.
La pintura realista plasma prácticas, opiniones y orientaciones de la época, enfatizando la visión particular del entorno. Algunas particularidades son las siguientes:
Para la época, los comentaristas o críticos del arte, manifestaban que la pintura de Courbet y la de sus coetáneos, irrespetaban las metodologías acostumbradas. Ellos consideraban este movimiento un arte complicado e irrespetuoso de las técnicas vigentes hasta el momento.
Entre esas técnicas que conmocionaron a los especialistas artísticos se encuentran:
Al final, estos manejos en la pintura del realismo, le dieron la posibilidad de que el tapiz se revelara como una base en dos dimensiones, cubierta creativamente con colores. Lo que permitió a futuros artistas que se pudieran apartar del realismo.
España no escapa a esta tendencia europea y americana de realismo y naturalismo. Sus pinturas adoptan las características que distinguen a esta práctica. Sin embargo no abandona del todo el estilo romántico. Su realismo resulta retrospectivo, es utilizado para plasmar, en especial, tipologías y sucesos del pasado.
Es así que, pintores españoles de mitad del siglo XIX, catalogados como románticos, también son denominados realistas. Del mismo modo géneros populares para esa época como el paisajismo, el retrato, la pintura preciosista y la de historia, se consideraron realistas. Aunque mostraban sus líneas convencionales y académicas.
Este cambio, en especial para la mente académica, llegará a España con atraso. La temática expuesta no fue vista como contenido relevante. Su tendencia siguió más hacia lo tradicional como la mitología, lo religioso y los retratos. Este movimiento pasa de España a Gran Bretaña y luego a los Estados Unidos.
Es en Francia donde el realismo nace y alcanza su mayor manifestación. Se inicia en el año de 1848, después de la revolución que destituye al rey Luis Felipe. Desenvolviéndose en el imperio de Napoleón III y finalizando hacia la última etapa del siglo XIX. El realismo ingresa, dejando atrás la abstracción de la sociedad, la historia y la naturaleza.
Desaparece el romanticismo, la idealización y se acoge esta tendencia que se interesa por la realidad. La realidad gráfica francesa está profundamente conectada con la Escuela de Barbizón, cuyo tema principal es el paisaje. Esta escuela fue creada por Théodore Rousseau, a quien acompañaba un grupo de artistas que aspiraban a crear una pintura diferente.
Este grupo de pintores se preocuparon por un análisis directo y objetivo de la naturaleza. Plasmaban, sobre el lienzo, los sentimientos que esta les inspiraba. De estos pintores se hereda la práctica de pintar al aire libre. Obtenían sus apuntes directo de la naturaleza y luego en el taller elaboraban sus obras.
Destaca el polémico pintor Gustave Courbet, que expone obras donde muestra la forma nueva de mirar la realidad. Su forma de pintar provocó revuelo en el medio artístico. Su estilo era netamente anti academicismo y crudo, a su obra se le calificó de fúnebre, obscena y vulgar.
A mitad del siglo XIX, hay un auge de esta tendencia pictórica en Norteamérica. Que más adelante se desplegó como el impresionismo estadounidense. Pertenecen a esta escuela los llamados luministas, y equivocadamente se incluyen otros que poco tienen que ver con el realismo. Es el caso de la escuela Ashcan, que se les dio el nombre de realismo estadounidense del siglo XX.
Así mismo, se les aplicó el término de realismo genérico a los pintores de tradición academicista. Entre ellos a dos pintores destacados nacidos en Estados Unidos, James McNeill Whistler y John Singer Sargent. Los mismos tuvieron relación con el impresionismo, el realismo y otros movimientos ulteriores, sin embargo, no se acogieron con ninguno de ellos.
No existe un marcado movimiento gráfico realista inglés como tal. Sin embargo cuentan dentro de él a pintores de la Hermandad Prerrafaelita, que existió paralela al realismo francés. Destacan, de este entorno, Ford Madox Brown, aunque su técnica es un esteticismo pos romántico. Incluyen, también, a retratistas de la escuela de Newlyn, de cronología posterior.
La llamada época victoriana, años 1837 a 1901, observó una variedad de estilos en la pintura británica. La Royal Academy, conservadora y academicista, adoptó estéticas pos románticas. Igualmente la re construcción fantasiosa de la antigüedad, por Lawrence Alma Tadema. Y el movimiento rupturista Arts and Crafts, de William Morris, provocado por las reflexiones de John Ruskin.
Es durante el mandato de Porfirio Díaz que se desarrolla el realismo en México. El mismo se inspiró en un arte obligado, solidario y estimulado por la realidad de las personas. Es una expresión de realismo social inmiscuida en el entorno y cuyo receptor era el pueblo. Surge una literatura avasallante, desalmada y vigorosa, pero llena de color y vida, que narra episodios de la revolución.
La pintura realista mexicana representa escenas de tragedias y sucesos campesinos con un gran contenido social, idealizando costumbres y personajes. Rechaza el positivismo porfiriano y propone el nacionalismo, la mexicanidad y la equidad en general. Se vislumbraba un anhelo por la paz y la justicia, así como un cariño por el país.
Algunos pintores destacados de la pintura realista son:
Destacan dentro de la pintura realista las siguientes:
Castro, Laura. (2020). Pintura realista. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/pintura-realista/
