Es un animal antiguo de América del Sur. Su nombre científico es Myocastor coypus, pero popularmente se le llama coipo. De este género histriocomorfo solo existen dos especies. Esta que aún vive, aunque ha sufrido mutaciones a lo largo del tiempo, y otra que fue encontrada en estado fósil. El coipo tiene la particularidad de ser uno de los pocos mamíferos que habita en agua dulce. Se le conoce con varios nombres comunes, como castor de pantano, nutria de río y quiyá. Su aspecto general es el de una rata grande.
El coipo es un animal mamífero originario de las zonas húmedas de Chile, ubicado en el continente Sudamericano. Es fácil de encontrar en ambientes acuáticos desde muy pequeños, ya que pueden nadar aun siendo unos recién nacidos.
Está catalogado como el roedor más grande de su nación. Sin embargo, es rechazado en muchos países de diferentes continentes por haberse convertido en plaga de cultivos de caña de azúcar, alfalfa, arroz, maíz y frutas, entre otros.
Además, es transmisor de enfermedades graves para los humanos y para animales domésticos. Por esto, aparece en el registro oficial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, como una de las 100 especies exóticas invasoras que causa mayor daño a nivel mundial.
La especie del coipo, perteneciente a los roedores histricomorfos, fue clasificada taxonómicamente de la siguiente manera:
Es un animal de contextura fuerte y tamaño mediano, con un cuerpo encorvado. Alcanza una longitud de 0,66m, más la larga cola de unos 0,4m; escamosa, de forma cilíndrica y con escasos pelos. Hay dimorfismo sexual, siendo los machos más grandes. El peso de éstos es de unos 6.6 kg, y el de las hembras 5.6 kg, aproximadamente.
Los ojos, orejas y nariz del coipo se encuentran encima de la cabeza. Gracias a ello se pueden mantener en funcionamiento mientras el animal se alimenta dentro del agua.
Posee unos dientes largos que crecen durante toda la vida, siendo necesaria una buena alimentación para mantenerlos. Los incisivos son anchos y fuertes, recubiertos con un esmalte de color anaranjado. En cuanto al pelaje se puede decir que es suave, de color variable-entre marrón ocre y marrón oscuro, pero lo más curioso es que exhibe tres tipos.
Primero está la felpa, que es la base. Son pelos cortos de 2.5 cm, muy densos, que no se mojan al sumergirse. Después están los pelos secundarios, que son púas largas y numerosas, de unos 4 cm, con mayor grosor y menos tupidos; y definen la coloración dal coipo. Por último, destacan los pelos primarios, que son los protectores, y miden unos 8 cm.
Conviene decir también, que este animal tiene las patas traseras más largas, con pies de cinco dedos. El quinto está suelto y los otros cuatro poseen membranas interdigitales. En los pies delanteros el quinto dedo es menor, y los primeros cuatro están dotados de fuertes uñas.
Ambos sexos demarcan su territorio con la sustancia pegajosa que expulsan por la glándula anal que desarrollan.
Están catalogados como uno de los roedores más sociables. Son territoriales, y conviven en colectivo, conformando grupos con individuos de todas las edades. Generalmente hay machos subadultos y adultos, uno de estos lleva el control. Igual hay hembras subadultas y adultas, y varios muy jóvenes. Los machos se disgregan a lugares lejanos al tener un año de edad, con fines reproductivos.
Son animales que realizan sus actividades en horas de la tarde o en la noche. Si las condiciones ambientales lo ameritan varían este patrón sin ninguna dificultad. Son bastante activos y no les importa pasar el día en movimiento, aunque les encanta estar en el agua nadando y localizando sus alimentos. Así que es allí donde prefieren estar.
El radio de acción del coipo es de unos 180 m aproximadamente. Al alejarse de su refugio van formando senderos en el terreno. Es por ello que dejan indicadores de su estadía en el área, tales como excremento, caminos, huellas, lugares de comer, refugio o reproducción. Estas señales permiten detectar su presencia en la zona.
Para vivir fabrican enmarañadas cuevas en los barrancos de los ríos u otros cuerpos de agua dulce. Les dejan varias entradas de unos 30 cm, con dirección hacía del agua o sobre el barranco. Si se encuentran en cautiverio se adaptan al ambiente, instaurando costumbres diurnas, pero se tornan dóciles y temerosos perdiendo su temperamento natural.
Su alimentación es principalmente herbívora, basada en vegetales. Su menú contiene gramíneas, juncos y gran diversidad de plantas, prefiriendo la raíz de ellas. El coipo no descarta el consumo de crustáceos y moluscos de menor tamaño o algunos insectos. Además, es coprófago, es decir, ingieren excrementos de otros animales. De esta forma obtienen proteínas, y complementan su dieta de fibras.
El hábitat del coipo es bastante variado, semiacuático, de agua dulce como ciénagas, lagos, lagunas, ríos y charcas, que contengan una vegetación copiosa. Según sea el ambiente, es posible detectar su presencia en el lugar mediante las huellas y a veces el rastro de la cola. El excremento también puede delatarlos, es verde o marrón, con forma cilíndrica, de unos 8 cm, con grietas a lo largo.
El coipo se encuentra distribuido por ambientes acuático-continentales de diferentes países centroamericanos, como Uruguay, Argentina, Chile Bolivia, Brasil y Paraguay. En Norteamérica fue llevado artificialmente a inicios del siglo XX y a otros continentes como África, Europa, Asia, Medio Oriente.
La finalidad fue extender la especie para beneficiarse comercialmente de su piel y carne. Es estos nuevos ambientes se adaptaron rápidamente reproduciéndose en poco tiempo. No obstante, las poblaciones fueron tan abundantes que llegaron a convertirse en animales perjudiciales para la fauna, la flora, los canales de desagüe y las plantaciones del lugar.
Tanto la hembra como el macho alcanzan la madurez sexual entre los 3 y 10 meses de vida. Desde este momento están en capacidad de reproducirse, pudiendo hacerlo durante todo el año.
El sistema de apareamiento del coipo es poligínico, un macho tiene varias hembras. Ellas tienen más de un celo al año, es decir son poliéstricas anuales; cada 26 días pueden estarlo.
La gestación dura cerca de cuatro meses. Generalmente tienen una camada de cinco crías, pero pueden duplicar la cantidad. Si son adultas llegan a tener hasta tres partos anuales.
Una curiosidad de las hembras es su capacidad para manejar el embarazo. Cuando se sienten estresadas por problemas ambientales o escasez de alimentos, pueden demorar el parto, abortar parte de las crías o expulsarlas todas.
Si decide tenerlas nacen pesando 200g, y son amamantadas durante ocho semanas. Ya a los dos días están aptos para ingerir comida sólida y nadar. Estando en el agua pueden ser alimentados mientras flotan junto a la madre. Es un tiempo que disfrutan, aunque regresan siempre a la madriguera para dormir. Suelen quedarse hasta las 10 semanas con su progenitora.
El coipo no se encuentra en peligro de extinción, pero si está clasificado por varios organismos en estado de conservación vulnerable estableciéndose veda para su caza. La UICN la tiene con la nomenclatura de preocupación menor. En Chile, su país de origen, la Ley de Caza lo protege por ser un animal por encontrarse en estado vulnerable.
Aun así, no puede obviarse que esta especie siempre ha sido objeto de persecución por parte del hombre para aprovechar su piel o consumir su carne. Asimismo, su hábitat ha sido desintegrado por variadas causas.
Entre estos dos animales existen ciertas semejanzas tanto físicas como a nivel de hábitos. No obstante, sus familias y características difieren y no existe ninguna relación en sus taxonomías.
Aun así, mucha gente los confunde, entre otros motivos, porque a la llegada de los españoles al continente, empezaron a llamar al coipo nutria, que es un animal europeo. Posteriormente surgió el interés de vender su piel y su carne como carne de nutria y fomentaron a propósito la confusión.
Las diferencias entre ambos animales se determinan mejor al conocer sus aspectos. La nutria es carnívora y la cola posee frondoso pelaje, mientras que la del coipo tiene muy poco, y es semejante a la de las ratas.
La nutria se denomina científicamente Lutrinos, Lutrinae, y conforma una subfamilia de mamíferos de la familia Mustelidae. En total existen siete géneros de nutrias. Entre las especies más reconocidas están la nutria europea, la nutria gigante, la nutria de río de América del Norte, la nutria africana sin garras y la nutria marina.
Castro, Laura. (2021). Coipo. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/coipo/