Tortuga carey

En la larga lista de tortugas marinas que han crecido y evolucionado en el planeta, destaca la tortuga carey. Quizás no sea la más grande, ni la más hermosa, pero tiene rasgos específicos que la hacen única en su tipo. El más resaltante es su alargada y afilada cabeza que facilita sus labores de caza, pero hay otros tantos que vale la pena reseñar.

• Tamaño: 90 cm
• Peso: 127 kg
• Cuánto vive: 50 años
• Cuántos huevos pone a la vez: Hasta 130 huevos
• Qué come: Esponjas, algas, erizos, percebes, anémonas de mar, medusas e incluso carabelas portuguesas

¿Qué es la tortuga carey?

Su nombre científico es (Eretmochelys imbricata), pero comúnmente es conocida como tortuga carey. Se trata de un reptil solitario, de hábitos diurnos que emprende largas travesías en el mar en búsqueda de alimentos y del mejor lugar para anidar.

Aunque se desconocen muchos datos sobre su desarrollo y posterior evolución, se cree que puede vivir de 30 a 50 años. Desde su nacimiento constituyen codiciadas presas de importantes depredadores como los tiburones. cocodrilos, pulpos y el mismo ser humano.

¿Cuál es su taxonomía?

La taxonomía de la tortuga carey se puede resumir de esta manera:

• Reino: Animalia
• Filo: Chordata
• Clase: Reptilia
• Orden: Testudines
• Familia: Cheloniidae
• Género: Eretmochelys
• Especie: E. imbricata

¿Cuáles son las características de la tortuga carey?

La tortuga carey tiene características similares al resto de las tortugas marinas, pero también hay rasgos distintivos que vale la pena mencionar. Entre los más resaltantes destacan: 

• Su cuerpo plano da sostén a un robusto caparazón de color oscuro, con franjas irregulares en tonos amarillos y marrones, que funciona como un escudo protector. Las placas posteriores que en él se dibujan están superpuestas, simulando una sierra o cuchillo dentado. Un curioso diseño que diferencia a la tortuga carey de sus parientes más cercanos.
• La boca curva y afilada, similar al pico de un ave, es otra característica particular de esta especie.
• La cabeza, de unos 12 centímetros de ancho, luce estrecha en relación a la magnitud de su cuerpo. Gracias a eso puede acceder a las grietas y hendiduras de los arrecifes, para dar con su principal fuente de alimento.
• Sus extremidades, en forma de aletas, desarrollan garras que favorecen du desplazamiento y la captura de sus presas.
• En promedio este reptil mide 90 centímetros y pesa 80 kilogramos. No obstante, ha habido registros de especímenes que han alcanzado los 127 kilogramos.
• Los machos se diferencias de las hembras por su pigmentación más clara, sus uñas visiblemente más largas, su cola gruesa y su peto de apariencia más cóncava.
• Al nacer, la tortuga carey muestra una bonita forma de corazón que se va tornando oval a medida que avanzan en desarrollo.
• Los ejemplares jóvenes son negros, con un borde amarillo en el caparazón, pero este matiz se va difuminando con los años.

¿Qué tipos de tortugas carey existen?

Ciertas diferencias en la tonalidad y anatomía del caparazón, han permitido describir dos subespecies de la tortuga carey. Estas son: 

• Atlántica (E. i. imbricata, Linnaeus, 1766). De matices claros y caparazón más recto hacia los laterales.
• Pacífica (E. i. bissa, Rüppell, 1835). Con tonos más oscuros y una singular apariencia acorazonada.

¿Cómo es su comportamiento?

Los ejemplares jóvenes suelen ser sedentarios. Pasan el 97% de su tiempo bajo el agua, ascendiendo a la superficie únicamente para respirar. La búsqueda y captura de sus presas representa un marcado patrón diurna. Lo que significa que se alimentan durante el día y descansa al anochecer.

Los adultos, por su parte, emplean la mayor parte de sus horas en viajes de cientos o miles de kilómetros desde sus zonas de alimentación, hasta las áreas de anidación. Al asentarse en aguas costeras disminuyen la velocidad de su desplazamiento y delimitan sus actividades a una zona reducida. En su andar por la arena reflejan un paso suave y alterno, dejando marcadas huellas asimétricas en el camino.

¿Qué come la tortuga carey?

La tortuga carey es omnívora por naturaleza, pero curiosamente su principal alimento son las esponjas. También se nutre de algas, percebes, erizos, medusas, anémonas de mar y otras especies tóxicas como la carabela portuguesa (Physalia physalis).

La tortuga carey es la única depredadora de este animal con aspecto de medusa que habita en alta mar y desarrolla largos tentáculos provistos de una sustancia urticante peligrosa.

¿Cuál es su hábitat?

Los arrecifes de coral en las aguas tropicales y subtropicales del Índico, Pacífico y Atlántico, constituyen el hogar predilecto de la tortuga carey. En las lagunas costeras y las áreas rocosas también se les ve nadar con movimientos suaves y alternos. Al llegar a los arrecifes se refugian en las cornisas y cuevas, donde pueden permanecer por larga estancia si logran sentirse cómodas y seguras. Ante la ausencia de éstos, optan por manglares o estuarios, pero con estadías mucho más cortas.

Distribución

La ubicación puntual de la tortuga carey está estrechamente relacionada a la subdivisión de la especie. Parte de la información recabada al respecto se resume de la siguiente manera:

• Población indo-pacífica. Se pueden hallar especies en la costa oriental del continente africano, incluyendo las aguas de Madagascar y sus islas cercanas. Asimismo, se han notificado avistamientos en la costa de Asia, la costa noreste de Australia y en el extremo sudoeste de la península de Corea y el archipiélago japonés. Del otro lado, es posible encontrar asentamientos en la península de Baja California, en México, y a lo largo de Centroamérica, especialmente en el Salvador, donde está el 40% de la población del pacífico oriental. Una buena parte de ellas se extiende a América del Sur, hasta el norte de Chile. Mientras, en Filipinas, la isla Cousine y las islas Seychelles, hay reservorios de alimento para estos animales.
• Población atlántica. Destacados son los puntos de distribución del golfo de México, el sur del continente africano, el lado norte de Estados Unidos, el canal de la Mancha y el cabo de Buena Esperanza, en África. Ya, en el Caribe, se desenvuelven en las costas de Brasil, en el sur de Florida y Hawái y en Costa Rica. También se han visto en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.

¿Cómo se reproduce la tortuga carey?

No hay datos precisos sobre la madurez sexual de la tortuga carey, pero se sabe que la hembra puede anidar cada dos años. Generalmente lo hace de cuatro a siete veces por temporada, en intervalos de 12 a 17 días. La paternidad puede ser múltiple y la cópula se realiza en el agua.

Luego de ser fecundada, la hembra se desplaza hacia las costas y sale a la arena para cavar un profundo hoyo en el que depositará entre 100 y 130 huevos. Antes de retornar a su hábitat los recubre para protegerlos de sus depredadores. Y, transcurridos unos 45 días, las crías usan sus dientes para romper el cascarón e intentar llegar al mar. Algunas no lo logran, pues se convierten en alimento de gaviotas, serpientes y cangrejos. Pero las que logran completar su travesía lo hacen cargando a cuestas un caparazón marrón oscuro, de 45 mm, y con unas aletas de apariencia mucho más pequeña.

¿Está en peligro de extinción?

La tortuga carey está clasificada por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), como especie en Peligro Crítico de Extinción. En esta categoría se ubican a los animales que, como ella, están en riesgo de desaparecer en un futuro cercano.

En la tierra son presa fácil de culebras, zorros, mapaches, ratas, cangrejos y más… En el mar son constantemente asechadas por los tiburones. Pero en ambos escenarios luchan por hacer frente a quien se ha convertido en su principal depredador: el hombre.

Quien va hacia su captura aprovecha la carne, considerada un manjar y, obviamente, su hermoso caparazón. Con él se fabrican utensilios de cocina, pulseras, bolsos, accesorios y un sinfín de artículos que se venden tan caros como el oro.

Aunque se han establecido convenios entre los diferentes países para prohibir la importación, exportación, captura y matanza de este preciado animal, no hay certeza de que se pueda dar continuidad a la multiplicación y, por ende, al crecimiento natural de la población en sus distintos hábitats.