Águila arpía
Los seres humanos han admirado desde siempre a las águilas, animales que suelen asociar con poder, belleza y agilidad. De todas las especies existentes, el águila arpía es una de las más asombrosas. Su envergadura, fuerza y habilidad para la caza son “cualidades” dignas de respeto. Aprender sobre sus características y comportamiento ayudará a entender su valor en el planeta.
Existen cerca de 60 especies de águilas en todo el planeta y una de ellas es el águila arpía. Habitante de América, es uno de los ejemplares de mayor tamaño y poderío. Captura a su presa con gran precisión y rapidez. Es un vertebrado volador dotado de un agudo sistema auditivo y una visión extraordinaria, que le ayudan a desenvolverse con maestría en su espacio natural.
La denominación científica del águila arpía es “Harpia harpyja”. Popularmente se le conoce también como águila mayor y halcón real. Se encuentra dentro de las aves “Accipitriforme”, familia “Accipitridae” y subfamilia “Harpiinae”. No posee subespecies definidas. Es el ave de mayor envergadura en América. En Panamá es símbolo del país y en Ecuador emblema biológico.
El animal fue descrito científicamente por vez primera en estudios de Carlos Linneo. En sus anotaciones que datan de 1758, le nombró “Vultur harpyja”. El mote le fue dado por inspiración mitológica griega. La creencia señala que entidades espirituales con cuerpo de águila y cara de hombre llevaron a Hades a la muerte.
El águila arpía presenta las siguientes características:
El águila arpía vive la mayor parte del tiempo en soledad. El ave vuela para desplazarse en su amplio territorio para vigilar a sus presas y cazarlas. Le gusta reposar o dormitar sobre los árboles. Estos abundan en su hábitat mayormente tropical y boscoso. Se desplaza de forma silenciosa, pues casi no emite sonidos, y con rapidez. Los colores que posee su plumaje le permiten mimetizarse con el entorno.
Se le ve en pareja cuando inicia el periodo reproductivo. Ambos se dedican a la construcción del nido, el cual podrán emplear para empollar los huevos en varias oportunidades. Es de costumbre monógama. Poco se sabe sobre las maneras que emplear para cortejarse. Cuando la hembra está incubando, el macho diligentemente la apoyará alimentándola.
La carne es el alimento habitual del águila arpía. Sale de caza al menos en horas del día unas dos veces a la semana. Es muy raro que se le vea capturar a sus víctimas rozando el suelo. Solo lo hacen cuando hay poco alimento en los árboles y es entonces cuando opta por apresar venados, cachicamos y otros mamíferos terrestres. En esas circunstancias también aprovecha animales de granja o domésticos (cerdos, pollos, conejos, cordero, etc.). Sin embargo, el menú principal de la Harpía se compone de monos, cuatíes, iguanas, serpientes y algunas especies de aves como los guacamayos.
Un águila arpía tiene la predilección de morar en la selva virgen. Habita en climas tropicales (húmedos), en los bosques donde hay árboles muy altos y frondosos. Se posan en la copa para descansar. También para tener un mejor panorama de sus posibles presas. Su fisionomía se ha adaptado a desplazarse entre la espesura de la vegetación, lo cual hace sin problema alguno. En lo más alto también construye su nido. La ceiba, merecurillo, capaetabaco, zapatero y algarrobo son sus árboles favoritos. Suele ubicarse cerca de lugares con barro donde aflora la sal. En estos hay abundancia de alimento. El hecho de que estos espacios disminuyan afecta la permanencia de sus poblaciones.
El águila arpía se distribuye en el continente americano, especialmente Latinoamérica. Sus ejemplares casi han desaparecido en México, país donde habitaban en el sur. Se halla en las naciones de Venezuela, Guatemala, Honduras, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Guyana Francesa, Guayana, Panamá, Belice, Panamá, Nicaragua, Surinam, Costa Rica y Perú. Además, hay pequeños grupos en Misiones, al noreste de Argentina. La mayor cantidad de individuos se localizan en las zonas selváticas de Brasil y Venezuela. En éste último se visualiza en la zona norte y sur del río Orinoco (Al norte en la Cordillera de la Costa Central). También, en los estados, Monagas, Zulia, Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro. No existe esta especie de águila en el Caribe o los Estados Unidos.
Como toda ave que vuela la exigencia de aire es mayor. Al respirar el águila arpía debe aprovechar el oxígeno. En el proceso obtiene de 60 a 65 %. Una cifra elevada, si se compara con los humanos que aprovechan entre 20 y 25%. En el sistema intervienen bronquios, pulmones (dentro de una cavidad en el tórax), sacos aéreos (donde almacenan aire). El flujo se da en forma de “bucle unidireccional”.
La especie águila arpía se cataloga como vulnerable. Así lo establece la “Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza” (Uicn). También, en los países donde se halla organismos conservacionistas le otorgan vulnerabilidad, peligro y la tratan como ave amenazada. Otro ente internacional que le protege es la “Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres” (Cites).
Desde 1996, en Venezuela se declaró “Especie en Peligro Extinción”, por lo que se prohibió su caza y captura en todo el territorio. En Argentina, Colombia y Ecuador se le clasificó como en amenaza o vulnerabilidad.
Castro, Laura. (2021). Águila arpía. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/aguila-arpia/
