La escorrentía es el agua precipitada sobre la tierra, que se filtra en el substrato, satura los suelos y corre sobre la superficie. Hace camino en la tierra, erosiona y transporta sedimentos. Constituye flujos de agua que recargan las cuencas fluviales. Forma parte de los procesos básicos del ciclo hidrológico, entre los que están la evapotranspiración, precipitación, infiltración, percolación y escorrentía.
La escorrentía es el flujo superficial de agua que se produce a partir de las precipitaciones sobre un terreno. Surge cuando se ha superado la capacidad de infiltración, intercepción y almacenamiento superficial del líquido; también la capacidad de evaporización.
Es la corriente de agua que se extiende libremente por el suelo, constituyendo una fuente disponible del recurso natural. Alimenta ríos, embalses, lagos, mares y océanos. Y es además una de las principales causales de erosión. En ocasiones se le denomina escurrimiento o aliviadero, es la lluvia escurrida y extendida.
La escorrentía es la lámina de agua que corre sobre el suelo en una cuenca de drenaje y bajo la acción de la gravedad.
Está afectada directamente por cuatro factores naturales: meteorológico, geográfico, hidrogeológico y biológico. Varía según la forma, tipo, intensidad, duración, distribución, frecuencia y dirección de las precipitaciones. Y según los cambios de temperatura producidos por los vientos, humedad, presión atmosférica, calidad del agua y naturaleza de la superficie evaporante.
Está condicionada además por la zona geográfica y su morfología, tamaño, forma, pendiente, orientación, elevación y densidad de drenaje. La permeabilidad del suelo, sus capas y profundidad, la superficie de vegetación, su tipo, composición, edad, época del año e intervención del hombre.
Según su origen existen dos tipos de escorrentías, escorrentía superficial y escorrentía subterránea.
La escorrentía es el resultado de un ciclo conformado por cuatro fases. Una primera fase de cero precipitaciones, en la que el proceso de evapotranspiración agota la humedad de la superficie y la franja capilar. En este período las aguas subterráneas alimentan las corrientes superficiales, al tiempo que desciende el nivel piezométrico entre la capa freática y la zona vadosa del acuífero.
La segunda fase está marcada por el inicio de la precipitación. La evapotranspiración se ha detenido y las aguas son interceptadas por la vegetación, el suelo, las superficies de agua libre y los cuerpos de aguas superficiales. En este período una cantidad del agua se filtra y supera la capacidad de almacenamiento, el excedente se mueve de forma superficial en forma de escorrentía. Las aguas subterráneas continúan alimentando las corrientes superficiales, mermando el nivel piezométrico.
La fase tres ocurre cuando las lluvias u otro tipo de precipitación se prolongan por un período determinado. La cubierta vegetal, ya humedecida, intercepta poca agua y esta se filtra saturando las capas superficiales del suelo. De esta forma se alimenta la escorrentía hipodérmica o subterránea y los acuíferos, aumentando el nivel piezométrico. En este período la escorrentía total alcanza su máximo valor, aumentan significativamente los caudales agua y el acceso al recurso.
La cuarta fase representa el cese de las lluvias y la desaparición de la escorrentía superficial. Más, suelo y subsuelo se encuentran saturados de agua. Y en zonas de depresiones superficiales no se detiene el proceso de filtración. Finalmente aparece la evapotranspiración y el o los caudales alimentados por la escorrentía entran en un proceso de decrecimiento. Se vuelve a la primera fase del ciclo.
La escorrentía subterránea es aquella que sucede por debajo del suelo, producto de las precipitaciones y la filtración del agua a través de las diferentes capas. Se caracteriza por ser un flujo de agua lento y horizontal. Cuando es abundante se libera en forma de manantial, alimentando los cursos superficiales. Su resistencia aumenta en épocas de sequía.
Algunas clasificaciones dividen la escorrentía subterránea en hipodérmica y subterránea. Exponiendo que la primera es una escorrentía poco profunda, que recorre distancias cortas y que alimenta a través de un canal de flujo la escorrentía superficial.
La escorrentía superficial puede generarse por precipitación o por fundición de nieve o glaciares, estas últimas en áreas muy frías. Se produce cuando los compartimientos del suelo están saturados de agua. Es el flujo superficial que ocurre sobre el cauce principal de la cuenca y se incorpora luego a un cauce natural de cualquier tipo.
Generalmente se define como la precipitación menos la infiltración, la intercepción y almacenamiento superficial. Constituye el principal componente del hidrograma de la crecida producida por las precipitaciones.
El flujo de la escorrentía superficial es más rápido que el de la subterránea y llega con mayor frecuencia a los otros cuerpos de agua. Es además la responsable del desgaste o denudación de los suelos y rocas. Afecta principalmente las zonas de cultivo.
El umbral de escorrentía o PO es la cantidad de precipitación a partir de la cual el terreno no es capaz de filtrar más agua. La suma de agua necesaria para que la escorrentía en determinado punto comience a ser superficial.
El umbral depende de la humedad inicial del suelo, si está seco, medio o húmedo. El tipo de suelo, que puede ser muy permeable o muy impermeable. El drenaje es perfecto, bueno, imperfecto, o pobre, de acuerdo a la textura del suelo: arenoso, franco-areno-arcilloso, franco-arcilloso, o arcilloso, respectivamente.
Influye además el uso que se le ha dado al suelo, no se produce la misma escorrentía en un terreno urbanizado que uno de cultivo o en una zona selvática. También el tipo de pendiente del terreno. El valor correspondiente al umbral se calcula a partir de la tabla de umbrales de escorrentía, en la cual se detallan los tipos de suelo, usos, pendientes y características hidrológicas.
La escorrentía forma parte del ciclo del agua. Representa una forma disponible del recurso, de ella depende el estado y comportamiento de las cuencas. Se mantiene en movimiento constante sobre la superficie de la tierra, por diversas fuentes, generando sistemas de desagüe. Es generada principalmente por la precipitación. Alimenta las corrientes superficiales, continuas e intermitentes.
Su estudio es indispensable para la planificación y administración de los recursos hídricos, también para el diseño de obras.
La principal consecuencia de la escorrentía es la erosión de la superficie de la tierra. La denudación o despojo de todo aquello que cubre o adorna el suelo. La escorrentía superficial produce al menos cuatro tipos de erosión: de salpicadura, de barranco, de lámina y de lecho de arroyo. Estas remueven y arrastran más o menos material de acuerdo a su naturaleza.
La erosión de salpicadura se produce al contacto de la gota de lluvia con la superficie del suelo, remueve partículas que se mezclan con el agua superficial. La erosión de barranco es el resultado de una escorrentía fuerte que corta el suelo y crea un canal bien definido a su paso. La erosión de lámina se produce en zonas sin canal definido, en el que se transporta una cantidad considerable de elementos. La erosión de lecho de arroyo arrastra igualmente una gran cantidad de sedimentos y contaminantes en un pequeño espacio de tiempo.
Las escorrentías tienen además un gran impacto en el ambiente, al transportar a su paso sustancias derivadas del petróleo, herbicidas y fertilizantes, entre otros contaminantes. Sustancias que afectan la calidad del agua superficial y subterránea, suelos y cultivos.
Alteran no sólo las propiedades físicas: olor, color y turbiedad del agua, también los procesos metabólicos de las especies acuáticas que residen en ella. Y principalmente, colocan en riesgo la salud de los hombres, al comprometer la potabilidad del vital líquido. Más todo esto habla del impacto humano sobre la escorrentía superficial, el uso indiscriminado de sustancias contaminantes.
La escorrentía recorre el suelo y se expande libremente. Es aprovechada desde épocas antiguas por el hombre, como fuente de agua para el consumo y uso en la agricultura y otras actividades económicas.
Afecta principalmente las tierras desprovistas de vegetación y de organismos vivos, superficies susceptibles a la erosión del agua y el viento. En las tierras altas centrales de Madagascar, existe un paisaje estéril, sin vegetación. Surcos que superan los 50 metros de profundidad y un kilómetro de ancho, han sido causados por la erosión, afectando el relieve y productividad de los suelos.
Las partículas transportadas por la escorrentía miden entre 0,001 mm y un 1 mm de diámetro, muchas se precipitan o se asientan a cortas distancias. Las más pequeñas recorren largas distancias suspendidas en la columna de agua, generando turbiedad y disminuyendo la entrada de luz necesaria para los ecosistemas.
Torrealba, Adriana. (2021). Escorrentía. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/escorrentia/