Litosfera
La litosfera forma parte de la biosfera, conjuntamente con la astenosfera, el manto y el núcleo. Su calificativo es de procedencia griega. De la voz lito que significa piedra y del vocablo phera que se traduce como esfera: “esfera de piedra”. Su nombre fue establecido en el año 1914 por el geólogo estadounidense Joseph Barrel, al realizar estudios sobre las cuencas oceánicas y continentales. A continuación más datos relevantes sobre ella.
Es una de las coberturas que rodean a la Tierra. Se ubica en su zona más externa y está conformada fundamentalmente por la corteza y por la porción más exterior del manto. Asimismo, se separa en una progresión de capas designadas como litosféricas o tectónicas.
La litosfera está acreditada como la primera cubierta sólida del globo terráqueo, comparativamente fuerte y resistente, ubicada sobre la parte movible llamada astenosfera.
Internamente se compone de sólidos quebradizos, muy parecidos a las piedras de la superficie, las cuales se van calentando progresivamente, volviéndose más dúctiles a medida que aumenta su profundidad.
Desempeña una función muy importante para el ser humano y otros organismos, ya que les permite desenvolverse e interactuar con otras especies. También otorga un espacio en el cual se puede sostener y mantener el equilibrio. Sin ella no existiría la vida y los océanos estarían secos por las altísimas temperaturas. Y es que el agua existe solo en la litosfera.
A esta capa la conforman los recursos naturales renovables y no renovables que juegan un papel vital en la subsistencia de los seres vivos. En ella se mantiene el ecosistema de forma equilibrada, a través de las cadenas alimenticias. Igualmente, se dispone de siembras para adquirir los alimentos.
Se origina cuando el revestimiento externo del material candente que formó el planeta se enfrió. Con el transcurso del tiempo y los cambios geológicos, la misma ha experimentado diferentes metamorfosis. De hecho, existen numerosas hipótesis que tratan de explicarlos. La teoría de la deriva continental, la de la expansión de los fondos marinos y la de la tectónica de placas son algunas de ellas. Aunque desiguales, se complementan y terminan coincidiendo en sus conclusiones.
El nombre de litosfera es considerado un poco confuso, ya que se usa para exponer sucesos distintos como la obtención de piedra fundida en áreas expandibles y la constitución química de basaltos continentales. Además, se sabe que la ordenación de la litosfera no es la misma en diferentes lugares de la Tierra.
Posee componentes de consistencia rígida derivados de materia orgánica, y producidos por la desintegración y la meteorización de las piedras que se hallan localizadas en toda su extensión. Se trata primordialmente de rocas ígneas (95%) y sedimentarias. La capa superior está compuesta por minerales, sustancias orgánicas, organismos vivos, agua y gases.
A su vez está constituida por distintas capas denominadas capas litosféricas o tectónicas, que se mueven de forma incesante. Asimismo, se distinguen dos cortezas en la Tierra: La continental, con un grosor estándar de unos 120 kilómetros, y la oceánica con un espesor promedio de 65 kilómetros.
Existen 11 placas tectónicas o segmentos en los cuales se divide:
Los científicos y sus estudios han diferenciado, según la clase de suelo, los siguientes dos tipos:
Como todo el universo, la litosfera está integrada por átomos que derivan en distintos elementos. Los más predominantes son el oxígeno, potasio, azufre, aluminio, sodio, calcio, hierro y magnesio.
Consecuentemente los compuestos más comunes están formados en primer lugar por óxidos. Otros contienen silicio que generan silicatos, y algunos incorporan aluminio, como los aluminosilicatos. Es así como los elementos se han clasificado en tres grandes grupos que resumen de forma general, la composición de la Tierra. Estos son:
Uno de los aspectos más conocidos y estudiados de la litosfera es su actividad tectónica, la cual describe la interacción entre inmensas planchas conocidas como placas tectónicas. Ellas pueden estrellarse, romperse o deslizarse una contra otra, creando movimientos y “trasladando” los continentes, según el proceso conocido como deriva continental. Los más importantes son:
Es importante porque es la zona en la que ocurren los procesos geológicos, y el lugar idóneo para la creación de la vida. Específicamente en la parte superior, en el denominado suelo, interactúan y se alimentan los seres vivos.
Por otra parte, la litosfera es de sumo valor para la actividad de los ecosistemas. Facilita un hábitat idóneo para los vegetales y los animales, y asienta elementos que son trascendentales para el progreso del ser humano.
Un hecho relevante, es que la Tierra es el único planeta del sistema solar que posee agua, y la misma se halla en la litosfera. Sin contar que en ella se suscitan acciones económicas, como la agricultura y la comercialización, para garantizar el desarrollo del hombre.
Conociendo lo transcendental de la litosfera para la vida del ser humano, es pertinente acotar que no se han protegido las potencialidades de la misma, ejecutándose acciones impropias que atentan contra su bienestar. Algunas de ellas son la quema, la poda de bosques, la contaminación con sustancias sólidas y líquidas, y prácticas agropecuarias como sobrepastoreo. Todo ello afecta el sostenimiento de los ecosistemas y restringe el uso eficaz del suelo.
Es por lo expuesto que se debe mejorar la fertilidad de esta capa, procurando la creación y mantenimiento de un suelo equilibrado, saludable y productivo. No hay que olvidar que la Tierra es un medio poroso, que favorece el desarrollo de las tres etapas básicas de la naturaleza: sólida, líquida y gaseosa.
Castro, Laura. (2019). Litosfera. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/litosfera/
