Ciclo hidrológico
El agua se purifica y distribuye por toda la Tierra a través de un ciclo natural. Va de líquida a gaseosa, de gaseosa a líquida o sólida, y de sólida a líquida en un proceso continuo, imperecedero. Se mueve de una masa a la otra, participando de otros procesos biogeoquímicos, afectando toda forma de vida. El ciclo hidrológico se desarrolla en fases, unas más duraderas que otras, todas significativas para la vida en el planeta. Es dominado por el sol, de donde extrae toda la energía.
El ciclo hidrológico o ciclo del agua es la transferencia del agua de un lugar a otro de la Tierra. La circulación del vital líquido entre la biosfera, atmósfera, litosfera e hidrosfera; y su almacenamiento en los diferentes compartimientos que forman esta última. Garantiza el abastecimiento permanente de los ríos, lagos, acuíferos, manantiales y otras masas de agua ubicadas en las regiones continentales, lejos de los océanos.
Es un ciclo biogeoquímico, implica el cambio de estado del agua, de líquido a gaseoso, de gaseoso a sólido y viceversa. La dinámica es causada por la energía solar y la gravedad. Se desarrolla en dos partes: ciclo interno y ciclo externo. El primero involucra el agua de origen magmático, contenida en el interior de la Tierra, que se libera a través de volcanes y fuentes hidrotermales. Esta se mezcla con el agua del exterior y regresa al manto a través de las zonas de subducción, en el fondo de los océanos.
El mundo es esencialmente un sistema cerrado. El ciclo hidrológico no altera el volumen de agua en el planeta, si su repartimiento en océanos y continentes.
Es una sucesión de transferencias y acumulaciones, no finaliza y puede ser explicada a partir de cualquier punto del ciclo.
El agua se distribuye desigualmente en la hidrósfera, el mayor volumen está en los océanos, seguidos por los glaciares y aguas subterráneas. Una fracción muy pequeña corresponde al agua dulce superficial, y una ínfima parte al vapor de agua.
El flujo de agua entre almacenamientos no es regular ni constante en un espacio o tiempo determinado.
El agua en estado sólido o líquido imprime fuerza en su paso por la superficie, modela o modifica el paisaje.
En su transferencia permanente, el agua transporta e intercambia nutrientes que son absorbidos por las plantas y consumidos posteriormente por seres superiores.
El ciclo hidrológico es causado por el sol, que proporciona las condiciones para elevar el agua, en lo que se conoce como evaporación. Y la gravedad, que hace que el agua condensada en las nubes descienda, se precipite y escurra. Implica un proceso de transporte recirculatorio perenne en el que el agua experimenta los diferentes estados, líquido, gaseoso, sólido; y formas, superficiales, sub superficiales y subterráneas.
El ciclo se produce en fases que incluyen los procesos de sedimentación, flujo de infiltración, sublimación, transpiración, fusión y aguas subterráneas. Contempla además el tiempo de residencia del agua en los embalses principales y su renovación constante.
El ciclo hidrológico se desarrolla en cinco fases: evaporación, condensación, precipitación, escorrentía y transporte.
Durante la fase de evaporación el agua pasa de estado líquido a gaseoso, debido al aumento de la temperatura. Se evapora principalmente en la superficie de los océanos y en los seres vivos. Se desprende de la transpiración de las plantas y la sudoración de los animales.
En la fase de condensación el agua en forma de vapor sube y se concentra formando las nubes. Como consecuencia de las masas de aire en la atmósfera, el agua se enfría y pasa de gaseosa a líquida.
La precipitación ocurre cuando la humedad del vapor de agua en la atmósfera está al 100%. Ante bajas temperaturas, el agua puede precipitarse en forma de nieve; o descender rápidamente convirtiendo las gotas en granizo.
La escorrentía es el tránsito del agua líquida por una cuenca de drenaje, es en muchos casos agente de erosión y transporte de sedimentos. Puede darse se forma externa, en la superficie. E interna, producida por la gravedad, cuesta abajo o como agua intersticial que llena los poros de una roca permeable.
El transporte es el movimiento de las masas de agua en estado líquido, que forma ríos, lagos, mares y océanos.
Es alimentado por la energía del sol. El aumento de la temperatura produce la evaporación del agua, animada por la circulación atmosférica o renovación de las masas de aire. El cambio de estado del líquido a gaseoso, de gaseoso a líquido o sólido, y de sólido a líquido, demanda una gran cantidad de energía. Tanto para la fusión y evaporación, como para la condensación y congelación del agua.
El proceso es ayudado por la fuerza de gravedad, todo lo que sube baja. Las precipitaciones son el mecanismo primario de transporte de agua desde la atmósfera hasta la superficie terrestre. Una vez en ella, el agua de lluvia se filtra en el suelo hasta encontrar material rocoso saturado de agua. El agua subterránea se mueve por gravedad hacia lo profundo del suelo y en ocasiones aflora a través de manantiales.
Las plantas se alimentan del agua, portadora de nutrientes. En su proceso fisiológico absorben a través de las raíces el agua del suelo. El líquido asciende por los vasos conductores y se evapora a través de las hojas en lo que se conoce como transpiración.
Adicional a esto, parte del agua proveniente de las precipitaciones es interceptada por la cubierta vegetal. Se escurre por las hojas y troncos, se adhiere, humedece la planta y se evapora. En ocasiones no alcanza el suelo. Un 10% del agua que se concentra en la atmósfera proviene de las plantas y sus procesos naturales.
Los cambios de estado del líquido natural contribuyen al calentamiento o enfriamiento de las masas de aire. También al transporte de calor desde las latitudes tropicales hacia las frías. Las fases del ciclo hidrológico que más variabilidad presentan son justamente las que se producen en la atmósfera. La dinámica atmosférica abarca fenómenos que duran minutos, horas y días, inclusive meses. Los de más larga duración pueden provocar inundaciones y sequías, o prolongados y anormales períodos de frío o calor.
Ciertos tipos de circulaciones atmosféricas ocurren de forma simultánea en vastas regiones del planeta, aparentemente no relacionadas. Más, provocan cambios a escala planetaria, en los patrones de precipitaciones y temperatura. Un ejemplo claro de ello, es el fenómeno El Niño, que se produce en promedio cada cuatro años, afectando principalmente a América del Sur.
Sólo el 3% del agua del planeta es dulce, y un 0,003% es de fácil acceso. El ciclo hidrológico permite que el vital líquido cambie de un estado a otro y se mueva de un lugar a otro. Renueva el recurso y amplía las posibilidades de acceso al agua potable en ríos, lagos, acuíferos y otras masas.
El agua transporta elementos y energía, es un componente esencial de la materia viva, indispensable para el desarrollo de los organismos en la troposfera. Es además un factor determinante en la formación física, química y biológica de los recursos naturales.
Los niveles más altos de evaporación se producen en los océanos de la Tierra, cerca del ecuador, donde los rayos del sol son más intensos. Las nubes se corren por la acción del viento y las mayores precipitaciones ocurren sobre las regiones continentales.
El océano pierde más agua durante la fase de evaporación que la que recibe por las precipitaciones. Mientras que en los continentes es menor la evaporación y mayor el volumen de precipitaciones. El almacenamiento y flujo superficial de las aguas en tierra, mantienen el equilibrio en los océanos.
Torrealba, Adriana. (2021). Ciclo hidrológico. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/ciclo-hidrologico/
