Oso perezoso
El oso perezoso es una de las criaturas del reino animal más cautivadoras e indiscutiblemente la más lenta. Es un mamífero placentario nacido para la vida sobre los árboles, el bajo consumo y gasto de energía. Tiene hábitos diurnos y nocturnos, entre los que destacan dormir, comer y defecar. Sus predecesores eran animales de gran tamaño, medían unos seis metros de altura y pesaban entre tres y cuatro toneladas. Las especies que hoy se conservan escasamente alcanzan los 80 centímetros y los 10 kilogramos de peso. Antes, como ahora, el oso perezoso es amenazado por sus depredadores naturales, entre ellos el hombre. La especie constituye una importante fracción de la biomasa del bosque tropical y juega un papel primordial en la cadena trófica de su ecosistema.
El oso perezoso es un mamífero originario del centro y sur de América. Literalmente perezoso, es el animal de sangre caliente más lento del mundo. También resulta uno de los más cautivadores y tiernos. Habita en la selva tropical, cálida y húmeda, colgando de los árboles, comiendo hojas y frutos.
Por sus características físicas puede ser confundido con un primate, pero conforma un orden diferente entre los mamíferos placentarios. Integra el orden pilosa, que también incluye al oso hormiguero y al tamandúa u oso melero.
Existen dos familias de osos perezosos: Bradypodidae, osos perezosos de tres dedos; y Choloepodidae, de dos dedos. La diferencia en el número de dedos, que son más bien largas y poderosas uñas o garras, existe sólo en sus patas delanteras. Los osos perezosos de ambas familias presentan tres dedos en sus patas traseras.
Aun cuando han sido descritas más de 50 variedades del animal, hoy sólo persisten seis. Cuatro especies del oso perezoso tridáctilo y dos del perezoso de dos dedos.
El oso perezoso mide menos de un metro de largo, generalmente entre 60 y 80 centímetros. Su tamaño y peso varían de acuerdo a la especie. El oso perezoso torquatus es uno de los más grandes y llega a pesar hasta 10 kilogramos.
Exhibe un difuso pelaje que lo protege del frío, el calor y otros factores climáticos. Pelaje que crece de la cintura hacia arriba y de las extremidades hacia el centro, a simple vista desordenado. Esto obedece a la posición adoptada por el oso perezoso al colgar de las ramas.
El oso perezoso arrastra en su pelaje parte del ecosistema, musgos, algas e insectos que le sirven de nutrientes y también para el camuflaje. Se esconde de sus depredadores naturales, jaguares, águilas harpías y serpientes.
Está adaptado a la vida en los árboles, se sostiene de las ramas ayudado por sus fuertes brazos y grandes uñas curvas, que sustituyen sus dedos.
Tiene desarrollados los sentidos del tacto y el olfato, más son escasos la vista y el oído.
El oso perezoso es lento por naturaleza. Pertenece al suborden folivora, come sólo hojas y brotes de árboles, una dieta baja en calorías. El mamífero adapta su ritmo de vida para preservar la poca energía.
Permanece colgado en la rama de un árbol, con la espalda hacia abajo. En cautiverio duerme entre quince y veinte horas al día. En estado salvaje duerme diez horas en promedio. Se mueve para lo estricto, alimentarse, defecar o aparearse. Para alcanzar las hojas le basta con estirar sus largas patas, mientras que para orinar o defecar baja al pie de los árboles. Esto último ocurre una vez a la semana.
Se le observa poco en el suelo, los músculos de sus patas traseras están poco desarrollados y son muy débiles para permitirle caminar erguido. En la tierra el oso perezoso se arrastra y la tarea es algo dura por la imposibilidad que generan sus garras.
Para aparearse van mucho más allá. El oso perezoso macho es solitario, mientras que la hembra vive en grupo. Cuando el macho escucha el llamado de la hembra acelera su paso y es capaz de recorrer grandes distancias. Inclusive a través del agua, se le reconoce como excelente nadador.
El oso perezoso se alimenta mayormente de hojas y brotes de árboles. En menor medida de frutas e insectos. No tienen que correr en busca de comida, está a su alcance, en la siguiente rama, en el bosque que habita. Usa sus labios para rasgar las hojas que luego mastica con sus crecidos dientes.
El metabolismo del perezoso es considerablemente lento, puede tardar hasta un mes en asimilar su almuerzo. No requiere de grandes cantidades de alimentos. Puede permanecer en el mismo árbol durante años.
Es posible que también se nutra de las algas, líquenes y musgos que recoge de las superficies vegetales y crecen en su pelaje. Las algas son ricas en nutrientes y fáciles de digerir. Se ha observado al oso lamer las algas en su cuerpo.
Los bebés perezosos se alimentan durante los primeros meses de la leche que gotea del pezón de sus madres. No es tan abundante como en otros mamíferos, pero sí nutritiva.
El hábitat del oso perezoso está limitado por la cobertura vegetal continua y por factores bioclimáticos. Es propio del bosque tropical, un ambiente cálido y húmedo. En este medio se mantiene su temperatura corporal y no requiere de la activación del sistema endotérmico.
El oso perezoso de dos dedos es flexible en cuanto a su hábitat, se le ve tanto en el trópico como en lo alto de las montañas. Los de tres dedos prefieren la selva amazónica y otros estadios al nivel del mar. Con frecuencia suben a lo alto del árbol para recibir la energía del sol y cuando hace mucho calor regresan a la sombra. Su respuesta es más como la de animales de sangre fría.
Se desplaza lentamente a través del medio selvático, en promedio dos metros por minuto, lo suficiente para conseguir provisiones y evadir a sus depredadores.
La población de osos perezosos se encuentra en Centroamérica y Sudamérica. La especie bradypus variegatus, oso garganta marrón, se halla ampliamente distribuida. Se registran ejemplares a la altura de Honduras, en toda la selva amazónica y en la selva tropical del atlántico.
Habita en las regiones costeras, en la parte baja de los valles interandinos, en las riveras del Orinoco y el Amazonas. Se extiende por Honduras y Venezuela hasta el norte de Argentina, ocupando además Colombia, Brasil y Costa Rica.
La choloepus Hoffmanni, por su parte, ocupa regiones de la costa norte, costa pacífica y costa andina. Desde el sur de Nicaragua hasta Bolivia, y desde el este del Perú hasta Brasil. Una parte de ellos se ubican en zonas bajas, otros en montañas que superan los 1500 metros sobre el nivel del mar.
En general, los perezosos son endémicos de la región tropical, desde la península de Yucatán hasta Brasil.
Las hembras representan una población once veces más grande que la de los machos, viven en grupos, mientras que el macho es solitario. Esto no les impide aparearse y reproducirse cuando han alcanzado la madurez sexual, a los 4 o 5 años de edad.
Dan a luz un único descendiente, después de 11,5 meses de gestación, generalmente colgando de una rama. El cordón umbilical sostiene la cría hasta que la madre lo toma, acicala y coloca sobre sobre su regazo. El oso perezoso bebé es dependiente de su madre, hasta que ganadas las habilidades puede sostenerse sólo en las ramas. Aun así permanece junto a su madre por más de 9 meses.
El oso perezoso está constantemente en modo “ahorro de energía”. No sólo sus movimientos y sistema digestivo son lentos, también lo son su circulación sanguínea y respiración ¿Cómo es posible esto en un animal que vive colgado de una rama?
Los órganos del cuerpo están tan adaptados como el perezoso a su modo de vida. El hígado está en la espalda del animal, debajo del estómago, mientras que el corazón y los pulmones ejercen su función sin presión alguna.
Su respiración tenue y movimientos tan espaciados permiten el alojamiento de huéspedes en su pelaje, entre ellos algas microscópicas y numerosos insectos.
Sí, desafortunadamente el oso perezoso se enfrenta a diversos peligros o amenazas de extinción. La primera es la destrucción de su hábitat natural. La expansión de la actividad agrícola y el crecimiento de las urbes, así como la acentuada contaminación ambiental han disminuido el pulmón vegetal. La tala y quema indiscriminada acaban con los bosques y todas las especies que en ellos habitan.
La fragmentación del hábitat incide en las oportunidades de reproducción, cada vez más distantes y difíciles por las diferencias en número de machos y hembras.
El oso perezoso también es víctima del tráfico ilegal. Bebés dóciles e indefensos son extraídos de los bosques, muchas veces a costa de la vida de sus padres. Terminan más tarde muertos, tras el maltrato físico que representa el hacinamiento, la mala alimentación y el corte de sus uñas, el completo desarraigo de su ambiente natural. Son animales extremadamente sensibles. Es el hombre su depredador no descrito.
Castro, Laura. (2020). Oso perezoso. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/oso-perezoso/
