Talud continental
El talud continental determina el límite o borde del continente sumergido en el mar. Es una formación tectónica que comunica la plataforma con la llanura abisal o profundidades oceánicas. Tiene relevancia geológica, oceanográfica y faunística. Representa el soporte de la plataforma contiental, esa fracción del continente que ha sido formada por la acumulación de sedimentos durante millones de años. A través del talud continental se desplaza la materia orgánica que alimenta a las especies en las profundidades. Sirve además de garganta para la colocación de sedimentos en el fondo marino.
El talud continental es el espacio submarino existente entre el borde de la plataforma continental y la llanura abisal, porción central del margen continental. Está entre los 200 y 4000 metros de profundidad, donde se fusiona con la emersión continental, área de transición hacia el fondo oceánico.
La unidad geomorfológica se caracteriza por una acentuada pendiente interrumpida por fallas físicas. También por la formación de valles o cañones submarinos. La biomasa es reducida en esta área del océano, debido a la poca o nula entrada de luz solar, alta presión, baja temperatura y escaso oxígeno.
El talud continental exhibe el declive más acentuado en el margen, una especie de escalera natural dibujada por fallas geológicas.
Se caracteriza por la formación de cañones, canales y cuencas, de paredes intrincadas, perpendiculares al margen. Valles submarinos que alcanzan una gran dimensión, tanto en longitud como en profundidad, y que siguen un curso recto. En sus muros se hallan rocas blandas y granito.
Los sedimentos acumulados en la parte superior de las cavidades son removidos por el bamboleo, que los lleva mar adentro. En el talud continental son propios los deslizamientos y las corrientes de turbidez.
El sedimento que cubre las superficies es variado. Lo constituyen grava, arena, limo, fango, masas deslizadas, arenas del borde de la plataforma continental, sedimentación hemipelágica y lo traído por corrientes del fondo.
Por la impenetrabilidad de luz solar, este espacio submarino es también llamado zona batial, fracción de la zona afótica. Presenta una elevada presión y temperaturas muy bajas, entre 0º y -6º.
El talud continental es el zócalo o soporte del continente, de la porción de éste que se encuentra bajo las aguas. Su pendiente media varía de acuerdo a la región, más su amplitud supera en ocasiones los 300 kilómetros. Los taludes continentales ocupan en conjunto el 8,8% de la superficie del mundo.
La ladera continental es además la zona de transición entre la plataforma, explorada y explotada por el hombre, y los enigmas del fondo marino.
El talud continental es la segunda porción del margen o límite del continente, prolongación submarina de la corteza terrestre. La provincia fisiográfica se halla después de la plataforma, representada por un abrupto desnivel. Termina en la llanura abisal, en el fondo oceánico.
Es definido según su geometría y profundidad, factores oceanográficos y tectónicos, y su clima. También por el aporte de sedimentos, que incide en el nivel del mar.
El talud continental es parte de la morfología submarina, la garganta existente entre la plataforma continental y la cuenca oceánica. Es un “prestador de servicios” al ecosistema. La producción primaria de especies animales y vegetales logradas en el borde de la plataforma, sostiene una significativa producción secundaria y así sucesivamente. Los procesos físicos desarrollados en el talud determinan el tipo de materia orgánica e inorgánica que termina en el fondo marino.
Además, el talud se caracteriza por relieves pronunciados, valles y cóncavas. Inclusive cráteres que expiden gases, inocuos en el medio submarino pero que expuestos a variantes termodinámicas podrían reaccionar desfavorablemente.
La ausencia de luz solar, la alta presión y baja temperatura del agua en el talud crean un ambiente estable para los gases. El hidrato de metano, por ejemplo, es característico del medio. En condiciones habituales, las moléculas de metano integran la estructura de moléculas de agua. Mientras que en los polos –regiones más frías- el hidrato de metano se halla cementando los sedimentos arenosos, se convierte en una sustancia sólida cristalina.
De ambas formas, el hidrato de metano expuesto al calor libera metano, en la atmósfera un elemento acelerador del efecto invernadero. Más, pese a su inestabilidad, el hidrato de metano es reconocido desde mediados del siglo XX como una fuente apreciable de energía. Depósitos de estos gases en aguas profundas han sido caracterizados y cuantificados para su posterior aprovechamiento como combustible.
El talud es entonces una gran reserva del recurso energético alternativo a los ya explotados recursos energéticos fósiles, petróleo y gas. Una fuente de energía de gran proyección mundial.
A diferencia de la plataforma, el origen del talud continental es tectónico, surge del movimiento de las placas tectónicas y sus interacciones. La teoría de las placas tectónicas justifica la creación de las grandes fosas submarinas adyacentes al continente y las islas. Según ésta, la superficie que desaparece del manto a lo largo de los bordes convergentes de subducción es proporcional a la expansión del fondo oceánico. Se hunde la corteza y se genera un nuevo piso oceánico en los dorsales.
El talud continental es producto entonces de la convergencia de dos placas tectónicas. Cuando una se desplaza debajo de otra se destruye la corteza existente sobre los planos de subducción.
El desarrollo de las nuevas tecnologías ha permitido la investigación del margen continental, en lo geológico, oceanográfico y faunístico. En la parte más elevada del talud continental han sido determinadas corrientes que transportan aguas ricas en nutrientes, de elevadas temperaturas y salinidad. También de aguas cálidas y menos ricas en nutrientes. Es una zona en la que se intensifican los gradientes de todas las propiedades.
El talud continental juega un papel esencial en la transferencia de energía entre los organismos de la cadena trófica. Arriba –en la zona fótica- se da una elevada producción primaria de especies animales y vegetales, materia y energía que fluye hacia el siguiente nivel trófico.
Los procesos físicos desarrollados en el talud facilitan el transporte de restos de fito y zooplancton. También de mudas de crustáceos, nieve marina y peloides de origen fecal, entre otros agregados. Alimentos para los predadores del necton y megaplanctívoros, como los calamares, peces, tiburones y ballenas.
En el talud se acumulan además larvas de invertebrados bentónicos que luego se desarrollarán en el fondo marino. Se trata de formas de vida que toleran los bajos niveles de oxígeno, bajas temperaturas y alta presión, característicos del medio.
En el talud continental no penetra la luz solar, excepto en aquellas regiones de océanos pocos profundos. Los niveles son tan bajos –menos del 1% de luz-, que es imposible el desarrollo de procesos fotosintéticos. Esto incide en el volumen de su biomasa, considerablemente reducido en comparación con el existente en la plataforma.
En la llamada zona batial no hay casi algas, el oxígeno es escaso. No existen condiciones para organismos acuáticos autótrofos como el fitoplancton, del que depende el zooplancton y otra gran variedad de especies animales.
Plataforma y talud forman parte del margen continental. La plataforma es la extensión continental submarina, ligeramente inclinada y de relieves poco pronunciados, que va desde el litoral hasta el borde continental. Dista de la formación tectónica y relieves pronunciados propios del talud.
La penetrabilidad de luz en la plataforma crea condiciones óptimas para la producción de especies animales y vegetales. Fauna y flora que juegan un papel esencial en los diferentes ecosistemas marinos. También en la economía de los Estados poseedores del margen, por el aprovechamiento del recurso pesquero.
La producción en la plataforma depende de la luz solar, en el talud de la materia orgánica e inorgánica generada por el nivel primario. Ambos eslabones de la cadena trófica influenciados por los procesos físicos característicos de las corrientes oceánicas.
Castro, Laura. (2021). Talud continental. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/talud-continental/
