Francisco Romero
Francisco Romero realizó estudios militares y fue castrense de carrera. Sin embargo, su interés e incursión en la filosofía comenzó a temprana edad, y gracias a ello lo calificaron como un líder de los movimientos filosóficos de Latinoamérica, especialmente en Argentina. Conoce otros aspectos importantes sobre su vida.
Francisco Romero Delgado fue oficial, filósofo y columnista. De origen español y nacionalizado argentino. Su educación la lleva a cabo en varios institutos de Argentina, entre ellos el Colegio Militar de Buenos Aires, en donde alcanza el grado de oficial de ingenieros y hace actividad militar.
Destacó por su obra literaria e ideas filosóficas. Resaltó que en este mundo de objetividades, consideradas por la intención humana, poseía un gran valor la cultura. Estimaba que el conocimiento de la cultura desempeña un rol fundamental en la formación de la persona.
Intervenido por filósofos como José Ortega y Gasset, mantenía que la intencionalidad del psiquismo era el talante esencial del ser humano, quien halla su pináculo en una filosofía del espíritu. Esto hace que el hombre edifique un extenso conjunto de intenciones dirigidas a un objetivo, hecho que le diferencia de los animales.
Dicha intencionalidad no toca sólo el aspecto intelectual, sino que encierra los niveles de la voluntad y del sentimiento. El nivel del espíritu es la cúspide de la intencionalidad y posee los rostros de la objetividad, la universalidad, la historicidad y la trascendencia.
Francisco Romero fue ayudante, en su tiempo, del coronel Enrique Mosconi. Con el grado de primer teniente es conocido como parte del equipo que puso en funcionamiento la Escuela de Aviación Militar. Poseyendo el rango de Mayor, en el año 1931, con 40 años, resuelve apartarse del ejercicio militar. Deseaba profesar como catedrático en filosofía.
Escribía sobre filosofía y practicaba la ideología. Era conocido en el ambiente como el capitán filósofo. Durante la Guerra Fría ingresa en plena ofensiva, como oficial a la orden de los EE UU de América, con la Fundación Rockefeller, UNESCO y Congreso por la Libertad de la Cultura.
Se desempeñó como militar, columnista y educador, oficios que realizó con responsabilidad y entusiasmo. Resaltó como filósofo con una vasta obra, la mayoría artículos que redactó en su fase de columnista. Es uno de los más importantes filósofos reconocidos de América. Destacó como un crítico respetado e intérprete y traductor del alemán
En reconocimiento a su obra, en 1995, la Escuela Superior de Guerra del ejército argentino, cambia su nombre a Instituto de Enseñanza Superior del Ejército: Mayor Francisco Romero, (IESE). En 2013, pasa a ser el Instituto Universitario del Ejército Mayor Francisco Romero (IUE). Actualmente es una sección de la Facultad del Ejército de la Universidad de la Defensa Nacional.
Francisco Romero Delgado, nació en España, en la ciudad de Sevilla, el 16 de junio de 1891. Cuenta con trece años cuando llega con su familia a Argentina, país que lo acogerá de por vida. Al terminar el bachillerato se enrola en un colegio militar ejerciendo la carrera de las armas.
Esta vida castrense no es obstáculo en Romero para seguir saciando su perseverante afán de conocimiento. Al cabo de dos años de estudios en el Colegio Militar, obtiene el grado de Subteniente de Ingenieros. Dedica otros cinco años más a estudios superiores técnicos, finalizándolos en 1917.
A partir de aquí entra en la Escuela de Filosofía y Letras, dedicándose al estudio de la filosofía. Fue elegido, en 1928, como educador interino de la Universidad de Buenos Aires. Igualmente se desempeña en la Universidad de La Plata. Pasa a ser profesor titular del Instituto del Profesor en la capital Argentina y de la Universidad de La Plata.
Estos compromisos los desempeñó con brillantez y decoro dándole gloria universal. En el año 1946 renuncia a la actividad docente por diferencias, con el gobierno de turno. Fallece en Buenos Aires, en el año 1962.
La época de juventud y adultez que le tocó vivir a Francisco Romero fue intranquila, desde el punto de vista personal, política e ideológica. Fue una etapa marcada por las consecuencias de la crisis económica y financiera mundial donde destacaron disimiles experiencias políticas y sociales en América Latina.
Entre estas, la sucesión de gobiernos demócratas y dictatoriales, radicalización de la discusión filosófica, surgimiento del peronismo, gobierno del Frente Popular en Chile, y otros.
Francisco Romero fue un hombre de buena fe que creía en su país. Imaginaba que la normalidad filosófica facilitaría la consolidación de la tradición filosófica cultural. Preocupado por los jóvenes, se inquietaba, por la educación de los educandos.
Optimista, consideraba que el hombre en ansia y apetencia de infinito, se puede preparar para valores supremos y lograr acceder al terreno ético en donde energía, valor y albedrío coincidan. Señala que una total realización de la persona demanda un paso liberador desde el subjetivismo a la objetividad.
Para poder cumplir esa tarea, el individuo, tiene que conducirse de manera franca al mundo. Pero sin abandonar su individualidad espiritual y el compromiso con su destino. La espiritualidad individual se logra cuando se trasciende, parcialmente, con los actos, hacia una meta de elevación y esplendor.
Persuasivo, exponía que correspondía superar el subjetivismo de la filosofía moderna que había hallado tierra favorable, en América, aun con las corrientes existencialistas presentes.
Francisco Romero, fue muy amigo y ferviente admirador de Alexander Korn, quien fue el iniciador de la superación del positivismo ya en su etapa postrera. Romero fue influenciado por él, apreciando su sabiduría en especial, la noción histórica de su obra innovadora de la filosofía en la Argentina.
Romero se conoce por estampar, en 1940, la expresión normalidad filosófica, en referencia al ejercicio de la filosofía como destino ordinario de la cultura en Latinoamérica. Se refirió a la victoria del autodidactismo y el desarrollo de estudios de filosofía. Así como a divulgaciones especializadas, discusiones públicas, trascripciones y relación permanente con diferentes expertos del país.
Romero pensaba que uno de los síntomas de la normalización filosófica, era la creciente fascinación por la historia de las ideologías en América Latina. Esto era indicativo de un desarrollo de la consciencia de la región y de un esfuerzo por descubrir la particularidad del hecho americano.
Igualmente, Romero estaba abierto a diferentes pensamientos, defendió el concepto estructural de la realidad contra Hume, el evolucionismo biológico, el racionalismo y toda concepción atomista.
A Francisco Romero se le debe, además de su labor profesional académica, la apertura del país. Una apertura, de carácter filosófico que también iba dirigida a Latinoamérica.
Esto lo logra al establecer profusos lazos con sus coetáneos en la región y al reconocer los movimientos filosóficos que se organiza en esos países.
Para muchos, las reflexiones de Romero fueron ejemplo de compromiso, de modo que la filosofía logró cierto grado de profesionalidad. También, otros lo sitúan como un referente del ontologismo latinoamericano de los años sesenta y setenta.
Romero, rechazaba la concepción de la sociedad como un todo integrado por átomos humanos. Explicó que lo social debía ser estructurado. El individualismo, doctrina atomística de lo social político, debía ser superado.
Enseñó que la libertad debía ser un derecho primario de la persona y toda superación debía consistir en su afirmación más completa y cabal. El filósofo, por lo tanto, debe postular una fenomenología de la libertad y para la libertad.
Se debía incitar a una dura labor de dilucidación que evitara ímpetus y seudo soluciones, que salve ante todo, la libertad política. Rechaza el argumento de que sin libertad política, otras libertades son posibles. Afirmaba que ninguna libertad, en un Estado que no reconoce libertad política, es libertad verdadera.
De igual forma, Francisco Romero, enseñaba que cuando se escribía o se leía un libro, se colaba entre sus intersticios la íntegra personalidad del escritor. Es decir el autor no solo plasma sus ideas; demuestra que entre él y la obra no existe escisión ninguna.
Alunas frases importantes dentro de la obra de Francisco Romero:
De la amplia producción escrita por Francisco Romero, destacan las siguientes obras:
Castro, Laura. (2021). Francisco Romero. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/francisco-romero/
