El águila calva es una de las aves más grandes y populares de América. Habita en países del Norte, en las riberas de ríos, lagos, bosques y montañas. También en zonas provistas de alimento, alejadas de las ciudades. Se distingue por el plumaje blanco que cubre su cabeza y cola, así como por las plumas marrones que crecen en sus alas y en la parte media del cuerpo. El águila calva es rapaz, de pico robusto, alas largas, patas fuertes y garras afiladas. Destaca por su veloz y excepcional vuelo.
El águila calva, llamada también pigargo, águila de cabeza blanca o águila americana, es una especie de ave originaria de América del Norte. Se distingue por su gran tamaño, fuerza, velocidad y marcado plumaje, marrón en la parte media del cuerpo y blanco en la cabeza y cola.
No es calva. Un ejemplar joven puede ser confundido con un águila real, por su color pardo y cuerpo poco desarrollado. Es a partir de los tres años, antes de la madurez sexual, cuando el águila calva se robustece. Aparece su característico plumaje blanco en la cabeza y en la cola -de final redondeado-que supera el largo de las patas.
Esta ave rapaz es capaz de vivir 60 años o más. Tiene mayores probabilidades en cautiverio, aunque en estado silvestre se registran águilas de hasta 50 años de vida. El águila calva ha sido relacionada desde tiempos remotos con la espiritualidad, lo religioso, la fertilidad, la protección e inclusive con el honor. Se obsequiaban sus plumas a quienes finalizaban una gran hazaña. Hoy es el Ave Nacional de los Estados Unidos.
El águila calva, es del género Aquila, de la familia Accipitridae y el orden de los Falconiformes. Como todas las aves vivas pertenece al superorden Neognathae, de la clase de aves Neornithes, en el reino Animal.
Se describen dos subespecies: Haliaeetus leucocephalus (águilas sureñas) y Haliaeetus washingtonensis (norteñas). Esta última denominada así en honor a George Washington. La diferencia entre ambas es la trayectoria o recorrido que realizan. La clasificación formal es la de H. leucocephalus, propuesta por Carlos Linneo, en 1766.
En la edad adulta, las hembras suelen duplicar el peso y medida de los machos. Las águilas calvas hembras superan los 7 kilos y promedian los 2,5 metros de envergadura, mientras que los machos generalmente pesan entre 3 y 4,5 kilos y alcanzan 1,8 m de extensión.
El águila joven es emplumada y completamente marrón. Una vez desarrollada, muestra un cuerpo robusto, de cabeza grande, semi redonda y llamativa, cubierta de plumas blancas.
El águila calva es rapaz, de pico amarillo, encorvado y robusto, en forma de garfio. Posee alas largas, patas fuertes y garras afiladas. Tiene fusionados los huesos metacarpianos. Es capaz de capturar presas que la superan en peso y llevarlas por los aires sin dificultad. Es veloz y de excepcional vuelo, algunas se mueven a más de 70 kilómetros por hora.
Es diurna y su visión desarrollada le permite distinguir el objetivo a cientos de kilómetros. La Haliaeetus leucocephalus es una de las aves más grandes que habita en América, superada sólo por el cóndor californiano.
El águila de cabeza blanca es solitaria, vuela sola y se eleva sobre corrientes térmicas donde parece conseguir su mejor planeo. En tierra posa tan inerte -quieta- que puede parecer no tener vida. Así observa todo lo que ocurre a su alrededor y planifica su próximo movimiento. Se pueden hallar grupos de águilas calvas cerca de las afluentes, en sitios donde abundan los alimentos.
Ésta tiene por costumbre pescar, ayudada por sus talones y feroces garras, pero también arrebata las presas a las águilas pescadoras. Y de vez en cuando se alimenta de carroñas. Sabe nadar y lo hace cuando se siente amenazada.
Las aves de este tipo eligen una pareja para toda la vida. Solo cambian si una de ellas muere o no logran reproducirse. Construyen enormes nidos en lugares cercanos al agua, árboles altos, precipicios, e inclusive en el suelo. Allí depositan los huevos y cuidan de los hijos hasta que es tiempo de echarlos fuera.
La majestuosa ave es carnívora. Se alimenta principalmente de peces, por eso vive cerca del agua, para garantizar el sustento propio y el de sus crías. No se sumerge en el agua, espera sigilosamente cerca de la superficie y hace gala de sus garras. Pesca o roba las presas de otras aves, en especial de las águilas pescadoras, a las que persigue y somete hasta que sueltan la comida.
Come anguila, trucha, bagre, caballa y salmón, entre otros peces, y aves pequeñas como gansos y garzas. En tierra también caza pequeños mamíferos que logra avistar desde lejos. El veloz vuelo y la fuerza de sus garras le impide escapar a su animal objetivo.
De hallarse sola, desgarra y come la presa de inmediato. Si se siente amenazada, la lleva a un lugar seguro. Sus alas le permiten desplazarse rápidamente, aún con el peso adicional. Durante el invierno suele comer carroña de animales grandes.
El emblemático animal habita en América del Norte, principalmente en Alaska, Canadá, Estados Unidos y México. Algunas aves migran dentro del mismo territorio. Otras – las del norte del continente americano- van al sur de Estados Unidos durante el invierno.
Las águilas jóvenes recorren grandes distancias. Entre los cuatro y cinco años, cuando comienzan a madurar, regresan al lugar donde nacieron para reproducirse. Esto se conoce como filopatría.
Esporádicamente se han avistado águilas calvas en Puerto Rico, Belice e Irlanda. Se alejan de las ciudades y lugares donde se registra intensa actividad humana. Su entorno natural está dado en las costas marítimas, riberas de ríos y lagos, donde puede abastecerse de peces, ingredientes principales de su dieta.
También se distribuye cerca de los pantanos, en serranías, bosques y montañas, sobre árboles de altura elevada y precipicios. En estos ambientes puede volar, tener acceso a los alimentos, establecer sus nidos y reproducirse.
En la edad madura, el águila calva regresa al lugar en el que nació, donde una vez emparejada, anida y comienza a reproducirse. El cortejo de la pareja se lleva a cabo cada año, pero el período de reproducción varía según la región en la que vive. En la zona norteña se reproducen entre abril y agosto. En la sureña entre octubre y abril.
La hembra pone entre uno y tres huevos por año, algunas veces cuatro; blancos y pequeños, miden de seis a siete centímetros aproximadamente. Son incubados por un mes y unos días en enormes nidos construidos por sus padres, que llegan a tener cuatro metros de ancho y unos 12 centímetros de alto.
Las águilas bebés permanecen bajo custodia de sus padres hasta las 12 o 13 semanas, cuando ya han aprendido a volar libremente y alimentarse por sí solas. El proceso es gradual. Macho y hembra cuidan sus crías, las protegen del ataque de mapaches, cuervos y gaviotas, entre otros animales. Les proveen de alimentos los primeros días, mientras desarrollan su plumaje marrón y se inician en el vuelo.
El sistema respiratorio de las águilas está compuesto por nariz, laringe y faringe, tráquea, sacos aéreos (cinco en total) y pulmones. Los sacos aéreos recorren su cuerpo y permiten el intercambio de gases entre el exterior y sus pulmones. Las aves cabeza blanca demandan enormes cantidades de oxígeno por su metabolismo acelerado.
Los sacos aéreos posteriores proveen aire puro a los pulmones, los sacos aéreos anteriores llevan desde los pulmones hasta el exterior el aire rico en dióxido de carbono. Los pulmones reservan el aire necesario para el funcionamiento óptimo del organismo.
El uso de pesticidas y otros agentes químicos, también la destrucción de sus hábitats naturales, colocó en peligro de extinción a las Águilas Calvas durante décadas. Afortunadamente hoy el panorama es otro, más la contaminación ambiental pudiera seguir siendo su mayor amenaza.
Lo estuvo por muchos años, durante la segunda mitad del siglo XX, debido al uso indiscriminado del dicloro difenil tricloroetano (DDT) y otros pesticidas. Las sustancias químicas eran absorbidas por los peces que alimentan al águila y afectaban de forma directa la producción de huevos. Al impedir o entorpecer la reproducción, el número de ejemplares fue disminuyendo hasta ser declarado un animal en peligro de extinción.
Adicional a esto, era cazada por deporte y sus nidos destruidos. En 1972 se restringió el uso de DDT en Norteamérica y se adoptaron políticas de reintroducción de la especie, que han contribuido a un aumento sustancial de la población.
El águila cabeza blanca pasó entonces de estar en peligro de extinción a ser considerada una especie amenazada, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Posteriormente, pasó a ocupar el rango de preocupación menor o least concern, en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El águila calva es un ave icónica, no sólo por su majestuosidad y osadía; se relaciona con la espiritualidad, la protección y el honor. En 1782 el Congreso Continental la propuso como el emblema oficial de los Estados Unidos. Fue aceptada y utilizada desde entonces en el sello presidencial de la Unión Americana, monedas y documentos oficiales.
El ave -símbolo de autoridad y fiera belleza- aparece acompañada de flechas y una rama de olivo, que hacen mención a la guerra y la paz. Es la más clara y utilizada representación de la cultura americana. El águila calva es el ave Nacional de Estados Unidos, pero puede observarse en escudos, emblemas, libros, carteles y películas elaboradas en todo el Continente.
Castro, Laura. (2019). Águila calva. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/aguila-calva/