Las ciencias filosóficas tratan de hacer al hombre más reflexivo, de forma que pueda comprender mejor las cosas que lo rodean. Esta concepción fue compartida por Anaxímenes, quien impulsó una filosofía más sensata y prudente, que reconoce la posibilidad de aprender diferentes sucesos. Este filósofo afirmó que no solo hay que conformarse con el conocimiento que transmiten los sentidos, sino que se debe ir más allá. Investigar e indagar en diferentes fuentes que permitan la creación de un auténtico concepto.
Anaxímenes de Mileto fue un filósofo griego, materialista, espontáneamente dialéctico, que también destacó como meteorólogo y astrónomo. Fue discípulo y seguidor de Tales y Anaximandro. Perteneció a la escuela de Mileto, donde se practicaba el monismo material. Es decir, la disposición a identificar cualquier realidad subyacente formada de algo material.
Afirmaba que el aire era el principio de todo, del fuego y la condensación, y que de él procedían nubes, cielo, agua, piedras y tierra. Según él el aire lo comprendía todo, y lo consideraba el alma del universo y del ser humano.
Expuso punto por punto las variaciones que ocurrían en la naturaleza a través de dos ejemplos de movimientos: el cuantitativo y el cualitativo. Este pensamiento recoge la idea de que la cantidad se transforma en calidad.
Anaxímenes realizó observaciones y razonamientos que lo llevaron a entender fenómenos naturales como los temblores. Llegó a afirmar que ocurrían por la falta de humedad, ya que la Tierra se rompía a causa de la aridez. Igualmente, fue el descubridor de la oblicuidad y la eclíptica.
La obra de Anaxímenes se resumía en un libro divulgativo, hoy perdido, titulado Sobre la Naturaleza, un tratado que resistió, incluso, las críticas literarias. Plinio el Viejo, en su Historia Natural, narra que fue Anaxímenes el primer hombre en realizar análisis en cómputo geométrico de las sombras para hacer mediciones.
Además, ejecutó los primeros estudios sobre los espacios del día, partiendo de las sombras proyectadas en el medio ambiente. Esto lo llevó a calcular las partes y divisiones del día, creando un Reloj de sol que denominó Sciothericon.
El filósofo Anaxímenes de Mileto fue oriundo de Mileto, antigua ciudad griega de Anatolia, cercana al río Menderes, en la vieja Caria. Actualmente sus escombros están junto a la moderna población de Balat.
Se cree que vivió la época de la toma de Sardes por Ciro, en el tercer año de la Olimpíada 58 (545 A. C.) Se dice que nació en el año 585 a.C, y murió en la Olimpíada número 63, año 528 A. C, a la edad de 60 años.
Era conocido como el compañero y discípulo devoto de Anaximandro, a pesar de ser 22 años menor que él. Fue hijo de Eurístrato y se le considera el filósofo más importante de la escuela de Mileto.
Al parecer Anaxímenes era un ser de mente abierta. Creía que algo natural podría convertirse en un ente cualquiera del cosmos. Una cualidad destacada en él, era su dogmatismo.
Se opuso a sus maestros Anaximandro y Tales, al afirmar que el primer principio o arjé es el aire y no el agua. Este criterio quizás se deba a su práctica de observar los seres vivos y a lo indispensable de la respiración.
Fue muy prolífico en sus hipótesis relacionadas con los procesos físicos, pero no tan intuitivo en lo que respecta a sus visualizaciones astronómicas. Materialista al tratar de explicar el comienzo del mundo, partiendo de un elemento material cualquiera, pero no, cuando negó la diferencia entre materia y forma.
Anaxímenes creía firmemente que el aire era el garante de toda la creación. Quizás por el hecho de la respiración, pues el hombre sin respirar no vive y es lógico pensar que el aire es el principio esencial de la vida. Pensaba que al condensarse el aire se constituían las nubes y el agua. Ésta originaba el hielo, y la condensación de piedras y minerales.
De igual forma pensaba que la refracción originaba el fuego; y que los cuerpos celestes eran planos y giraban en torno a la Tierra utilizando el aire como vehículo. Entendía que los organismos estaban creados partiendo del aire, y lo que los unía a su entorno era el alma.
Destacó que el hombre era parte inmaterial y al morir se fundía con el universo. Demostró dos concepciones: El aire era el responsable de la vida. El aire proporcionaba el oxígeno al ser humano para subsistir.
El legado de Anaxímenes fue de gran importancia en la generación de filósofos naturalistas de la antigua Grecia. Muchas de sus ideas se discutieron durante siglos. Algunas de ellas fueron:
Al lado de Anaximandro, considerado su maestro, era uno de los filósofos naturalistas que examinaba los esquemas de las evoluciones naturales, astronómicas y científicas.
El término arjé significa etimológicamente principio, fundamento, comienzo… Lo utilizaron los filósofos para mencionar al elemento primordial del que está compuesta o del que deriva toda la realidad material.
El arjé de Anaxímenes fue el aire. Decía que todo lo que rodea la Tierra fue creado del aire y éste era la esencia de la vida. Se supone que tomó muchos de sus conocimientos a través de la observación de los seres vivos y de la importancia que tenía la respiración para cada uno de ellos. Su arjé estaba basado en las nociones de condensación y rarefacción.
Anaxímenes, al igual que Tales y Anaximandro, partía del principio del cambio universal. Opinaba que las substancias poseen la particularidad de conseguir variadas formas, con la capacidad de poder unir y desunir sus partículas.
Perteneció a la escuela de Mileto, primera escuela presocrática en la antigua Grecia, donde se originó todo el pensamiento occidental de esa época.
Entre sus representantes más destacados estaban Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Ellos fueron los primeros en extasiarse en la naturaleza e indagar sobre un pensamiento más reflexivo, partiendo de los enigmas de ese tiempo para alcanzar una concepción verdadera.
Anaxímenes llegó a ser el tercer y último de esta escuela, logrando erigirse como filósofo firme de la época. Como Tales y Anaximandro deseó que las personas aprendieran a razonar científicamente, para salir de su ignorancia.
Desechaba el mito como concepto que impedía el avance hacia teorías nuevas y entorpecía la mente, evitando ir más allá de lo acostumbrado. Enseñaba que se debía ir más allá de la idea, había que buscar respuestas para entender y hallarle la lógica a lo existente.
Existen muchas frases atribuidas a Anaxímenes y muy reconocidas. Entre ellas destacan:
Sus obras se consideran extraviadas, por lo que existen pocos registros de ellas. Sin embargo, gracias a los relatos del historiador griego Diógenes Laercio se sabe que redactó varios textos. Es así que se conoce su obra Sobre la Naturaleza (Periphyseos), de la cual dijo se escribió de una manera clara, sencilla y sin excesos, en idioma jónico.
La obra de Anaxímenes sirvió para abrir una puerta hacia el tratamiento científico y matemático de la naturaleza, evitando supuestos milagrosos. Su prosa y postulados, gozaron de gran aceptación en filósofos y científicos.
Castro, Laura. (2020). Anaxímenes. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/anaximenes/