La desertización es el proceso de conversión de tierras fértiles en zonas con reducida o nula capacidad de regeneración. Mecanismo natural de degradación de los suelos. Se produce principalmente en las regiones aledañas a los desiertos, por lo que se define como la expansión de estos. La degradación de la tierra está estrechamente ligada al cambio climático, este último es causa y consecuencia del fenómeno. Aunque el desgaste no sólo es producto de las fuerzas de la naturaleza, fenómenos climáticos extremos y persistentes. Está el uso y abuso por parte de los seres humanos de los ecosistemas sensibles y vulnerables de las tierras secas. Cuando existe dicha intervención humana, al proceso de desertización se le denomina desertificación.
La desertización es el proceso de extensión o dilatación de los desiertos. El cambio progresivo de las condiciones morfológicas, climáticas y ambientales de una región, tendiente a la escasa vegetación y vasta erosión de los suelos.
Se suscita de forma natural en las zonas que bordean la unidad ecológica de clima árido. Durante los períodos de sequía, estas regiones pierden vegetación y parte del suelo es arrastrado por el viento. A diferencia de la desertificación, también un proceso de degradación ecológica, la desertización se produce sin la intervención humana. Es causada por factores astronómicos, geomorfológicos y dinámicos.
La desertización es el proceso de pérdida gradual de la cubierta vegetal en zonas áridas, semiáridas o subhúmedas. Implica cambios estructurales, físicos, químicos y biológicos de las tierras que merman su capacidad regenerativa.
Se origina por fenómenos naturales propios de la tierra. Está influenciado por el movimiento de las placas tectónicas, el relieve, características estructurales de los suelos y el estado de la vegetación autóctona. Además de los factores climáticos.
Las tierras secas enfrentan una degradación de los suelos entre moderada y grave debido a la erosión eólica. Cada vez son más comunes las tormentas de arena y polvo. Las pérdidas de arena del desierto por erosión eólica son considerables a nivel mundial.
La desertización es producto de distintos procesos. La erosión por efecto del agua y del viento, la acidificación, salinización o degradación química. El agotamiento de la fertilidad y reducción de la capacidad de retención de cationes.
También se produce por el acortezamiento (secado y formación de costra) en la superficie, compactación y fraguado. Y la degradación biológica, marcada por la reducción del carbono total y de la biomasa, la disminución de la diversidad biológica de las tierras. En el proceso de expansión de los desiertos interviene sólo el ecosistema natural.
La desertización es el proceso por medio del cual las tierras fértiles de las zonas secas del planeta pierden su capacidad productiva transformándose en tierras desérticas. Esta se desarrolla por la erosión natural y la erosión antrópica. El proceso natural se subdivide en erosión pluvial y erosión eólica. La primera causada por las gotas de lluvia que golpean, dispersan y arrastran las partículas del suelo. La segunda producida por el viento que sopla, remueve y transporta las partículas del suelo en diferentes direcciones.
La desertización causada por el hombre recibe el nombre de desertificación, se debe generalmente a prácticas de agricultura y ganadería inadecuadas.
La desertización rompe con el desarrollo de la fauna, flora y el ser humano en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas. Desencadena una serie de procesos autodestructivos en lo que inicialmente era un sistema vital. Se caracteriza por la vulnerabilidad de los suelos a la erosión eólica e hídrica y la reducción del nivel de las capas freáticas. La desmejorada regeneración de las plantas herbáceas y leñosas y el empobrecimiento químico de los suelos.
Tiene consecuencias para el medio ambiente a escala regional y mundial. La reducción de la cubierta vegetal del suelo aumenta la generación de aerosoles y el polvo. Estos afectan los patrones de formación de nubes y precipitaciones, el ciclo mundial del carbono y la biodiversidad de las plantas y animales.
El cambio en el tipo de vegetación puede modificar las características de la circulación atmosférica regional y los flujos de humedad externos a gran escala. Las variaciones del balance energético en la superficie, como consecuencia de las variaciones en la superficie terrestre, pueden influir grandemente en el clima del planeta. La superficie de la tierra es una parte importante del sistema climático.
La degradación de la tierra acentúa el cambio climático inducido por el dióxido de carbono (CO2). La vegetación cortada y muerta emite CO2, mientras que existe una reducción en la captura de carbono en las tierras degradadas.
La desertización es causada por una serie de factores naturales, entre los que se encuentran: lluvias torrenciales, sequías y erosión. Las precipitaciones ejercen gran influencia sobre el tipo de vegetación, la biomasa y la diversidad de las tierras secas. Determinan la distribución potencial de la vegetación y constituyen el principal factor en la génesis y evolución del suelo. Sin embargo, la variabilidad de las lluvias y las lluvias torrenciales pueden dar lugar a la erosión del suelo y a la degradación de la tierra.
La precipitación erosiona los suelos por efecto de las gotas de lluvia y la escorrentía superficial. La velocidad con la que la lluvia cae sobre la superficie, produce una energía cinética que remueve partículas del suelo, arrastradas luego por la escorrentía. La escorrentía superficial es las tierras secas es más abundante que en las húmedas. Estas forman cortezas impermeables por efecto de las tormentas intensas y carecen prácticamente de cubierta vegetal o de humus. Mientras menos densa es la cubierta vegetal, mayor es la vulnerabilidad de la superficie del suelo a la erosión.
La sequía es un fenómeno natural, consecuencia de la disminución del volumen de las precipitaciones durante un período prolongado, una o más estaciones. Está asociada a otros factores climáticos: temperaturas elevadas, vientos fuertes y humedad relativa baja. Las sequías generalizadas en las zonas áridas inician o agravan la degradación de las tierras.
En regiones que experimentan largos períodos secos, asociados a fuertes vientos estacionales, la erosión eólica suele ser un problema grave. La cubierta vegetal de la tierra no basta para proteger el suelo. Lluvias, sequías y erosión no son las únicas causantes de la desertización, en el proceso intervienen la radiación solar, temperatura y evaporación. También intermedian las variaciones orbitales, la distribución de las masas continentales y otros factores relacionados con la actividad geológica y biológica de la tierra.
La principal consecuencia de la desertización es la modificación de la concentración de propiedades o componentes atmosféricos de la superficie de la Tierra que absorben o dispensan energía radiante. Estas variaciones repercuten en las temperaturas, regímenes de precipitación, fenómenos extremos y otros aspectos del clima. Modifican el medio ambiente natural y los sistemas humanos.
La productividad alimentaria a largo plazo está amenazada por la desertización, su acentuación reduce la extensión de tierras agrícolas, especialmente en África. El 43% del continente se tipifica como desierto extremo y sus márgenes representan áreas de muy alta vulnerabilidad. La inseguridad alimentaria se traduce en un aumento del hambre, la pobreza y el desplazamiento de las poblaciones en búsqueda de mejor calidad de vida.
El proceso natural genera un fuerte impacto ambiental, social, económico y político, puede llegar a inducir conflictos de guerra.
La desertización es el proceso natural de expansión de los desiertos originado por variantes geomorfológicas y climáticas. La desertificación es el proceso complejo de degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, producto de la intervención humana.
Las tres principales causas de la desertificación son el sobrepastoreo, la deforestación y la práctica de una agricultura no sustentable. Todas, actividades desarrolladas por el hombre. La degradación aparece por la sobrecarga de la capacidad natural del sistema, desidia y abandono de la tierra. También por la fragilidad ecológica del sistema y las condiciones climáticas adversas, largos períodos de sequía.
La desertificación es un problema ambiental y socioeconómico de alcance mundial, afecta regiones de todos los continentes, excepto Antártida. Implica la desaparición gradual de la capa superficial de suelo fértil.
Torrealba, Adriana. (2021). Desertización. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/desertizacion/