Divisoria de aguas
La divisoria de aguas es una línea imaginaria que fragmenta el curso de dos o más cuencas hidrográficas. Define la estructura física y territorial de las redes de drenajes naturales principales. En ocasiones es utilizada como criterio para la demarcación político y administrativa de las regiones. Las cuencas son un elemento fundamental para la distribución de agua a las poblaciones. Su delimitación permite la administración del recurso natural, el aprovechamiento para el desarrollo de las diversas actividades humanas, y la elaboración de planes de conservación y preservación del medio. También los concernientes a reducir los riesgos naturales.
La divisoria de aguas o parteaguas es una línea territorial imaginaria que marca el límite entre dos o más cuencas hidrográficas. A escala continental, define la frontera de las vertientes y se denomina divisoria continental.
Para la demarcación se toman en consideración algunos parámetros geomorfológicos. Entre ellos, la forma y área de cada cuenca, pendiente media y pendiente del cauce principal, y la red de drenaje.
El trazo recorre las partes más altas de las cuencas, dividiendo el curso de la escorrentía, agua de lluvia escurrida y extendida. El volumen precipitado pasa a formar parte de una u otra cuenca fluvial, océanos o simplemente desaparece en redes de drenaje interno.
El término divisoria de aguas data de mediados del siglo XVIII, cuando el geógrafo francés Philippe Buache dividió las regiones continentales naturales en cuencas de ríos y mares. Para el investigador, las cuencas constituían las unidades naturales de la Tierra y los continentes eran un conjunto de cuencas separadas por alineaciones montañosas.
Buache creó en 1752 el sistema hidrográfico-orográfico mundial, mejor conocido como teoría de las cuencas fluviales. Tesis que expone la delimitación de las cuencas a partir de la divisoria de aguas, definida entonces como alineaciones continuas de montañas en enlaces múltiples. Y supone montañas ficticias donde la línea no corresponde a interfluvios elevados.
Pese a la complejidad geográfica que implica su trazado real, la divisoria fue asumida como doctrina política y administrativa. Renovó en cierta forma los límites políticos de la geografía tradicional.
La divisoria de aguas no siempre es lineal o pasa por elevaciones. Para trazarla, es necesario definir la red de drenaje, partiendo del cauce principal, en ambas cuencas. Luego, identificar los puntos altos indicados por las curvas de nivel en el plano topográfico.
La línea imaginaria corta perpendicularmente las curvas de nivel entre uno y otro punto alto, no secciona ríos o arroyos.
Es fácilmente pensada en regiones montañosas en la que abundan las elevaciones. No tanto en terrenos pantanosos en donde las aguas precipitadas pueden correr en cualquier dirección, o las cuencas mezclarse en una parte del curso.
La divisoria sirve como criterio geopolítico para marcar las fronteras territoriales, entre océanos, mares, países, estados y otras entidades. En derecho romano este criterio se denomina Divortium aquarum, divisoria de aguas traducido al latín. Se usa para establecer los límites entre regiones con alta cohesión de cauces fluviales, carentes de otras demarcaciones geográficas o históricas.
En esencia, permite definir la estructura física y territorial de una cuenca, concretar los recursos naturales, identificar el potencial y vulnerabilidad de las corrientes. También medir posibles riesgos.
Existen tres tipos de divisoria de aguas: continental, principal y menor. En la divisoria de aguas continental el agua fluye de lado y lado hacia los diferentes océanos. Cada continente está dividido por una o más de estas líneas imaginarias. Sólo Antártida prescinde de ellas.
La divisoria principal distribuye las aguas hacia dos cuencas que no confluyen entre sí pero descargan en un mismo mar u océano. También separa cursos de aguas que se expanden hacia lados opuestos de la geografía y se convierten en tributarios que pueden o no tener salidas separadas al mar.
La divisoria menor demarca cursos de agua que accidentalmente convergen en otros puntos del trayecto. En el fondo de los valles se trazan estas líneas menores para la deposición o captura de arroyos.
La divisoria de aguas recorre diversos puntos: precipitaciones, cabeceras, crestas, cursos de agua, llanuras de inundación y estuarios. Se distingue en el lugar donde el agua de la lluvia o nieve se precipita, en el inicio de los arroyos, en la parte superior de las montañas y parte baja de los valles. También en los puntos de confluencia entre el río y el océano, donde el trazo desaparece.
La línea fronteriza entre cuencas y/u océanos puede hacerse a partir de fotografías aéreas o utilizando mapas topográficos. En estos últimos se indican con mayor precisión los puntos altos arrojados por las curvas de nivel y el porcentaje de territorio por encima de estos. La divisoria no corta cerros o puntos altos ubicados en el interior de la cuenca, no secciona el curso de ríos, quebradas o arroyos.
La divisoria de agua define en el espacio el lugar donde se origina el flujo. Segmenta el territorio según la movilización del agua caída en él. Se traza a partir de las unidades de drenajes principales, cuencas hidrográficas secundarias y vaguadas. Aunque su longitud coincide con el perímetro de la cuenca, es sólo un trazo figurativo de uso político-territorial y administrativo.
La cuenca constituye la red de drenaje natural a delimitar, en cuanto a área, perímetro, longitud, ancho y orientación. En el proceso se toma en consideración su elevación, pendiente y curva hipsométrica o variación altitudinal.
La divisoria de aguas forma fronteras naturales que pueden llegar a definir las fronteras políticas y administrativas de un territorio. Más allá precisa las características morfométricas y fisiográficas de las cuencas.
La ilustración del sistema de escorrentía permite hacer estimaciones de los volúmenes precipitados, perímetro, forma de la cuenca y la velocidad del escurrimiento superficial. Además de medir y comparar el comportamiento hidrológico a ambos lados de la línea, de las corrientes naturales que constituyen las redes de drenajes principales.
La Cordillera de los Andes es la divisoria de aguas continentales de Perú y Sudamérica. Atraviesa el país de forma longitudinal. Separa las vertientes del océano Pacífico, de las vertientes del Amazonas, que descarga en el Atlántico, y de la hoya del lago Titicaca.
Entre sus montañas se encuentra el nudo de Vilcanota, elevación que supera los 5000 metros y donde se dispersan las aguas que dan origen a los ríos del Amazonas. También el nudo de Pasco, la divisoria más importante de Perú, por él fluyen los ríos Huallaga y Mantaro, Huaura y Paucartambo. A partir de este punto se separan por las diferentes cadenas montañosas, confluyendo en grandes ríos, lagos y lagunas.
En la fracción de la cordillera ubicada entre Perú y Bolivia está el Titicaca, el lago más grande de Sudamérica y uno de los más importantes en el mundo por su alta navegabilidad. La Cordillera de los Andes recorre otros países de Sudamérica y forma tramos de fronteras entre Chile y Bolivia, Chile y Argentina.
Algunos ejemplos de divisoria de aguas son:
Castro, Laura. (2021). Divisoria de aguas. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/divisoria-de-aguas/
