Entre las diferentes áreas de terreno que solemos ver inundados o saturados de agua, se encuentra el humedal. Dicha expresión data del año 1971, cuando se realizó un encuentro de países en Irán, específicamente en la ciudad de Ramsar. Allí, se les asignó el nombre a estos espacios geográficos y se firmó un convenio intergubernamental, para preservarlos y usarlos conscientemente. Desde entonces, se celebra el 2 de febrero, el Día Mundial de los Humedales.
Es un terreno regularmente plano, cuya superficie está cubierta de agua de origen natural o artificial, retenida o en movimiento, constante o transitorio; dulce, salobre o salada. Incluye marismas, turberas, pantanos pocos profundos y cuerpos de agua marina, siempre y cuando en marea baja su profundidad no sea mayor a seis metros.
Una condición para ser catalogado humedal, es que retenga el agua el tiempo necesario para que evolucione una comunidad de plantas acuáticas. De allí que sea considerado un área de transición o de progresión entre los ecosistemas terrestres y acuáticos. Y sea tipificado como un ecosistema mixto.
Los humedales pueden localizarse en casi todas las regiones del mundo: África, India, Europa, Islandia, América (especialmente en el sur), Alaska y Canadá. Se estima que conforman un 6% de la superficie terrestre.
Los humedales se distinguen por tener tres características comunes: Tienen la capacidad de retener agua, albergan un terreno húmedo o mojado, y ostentan plantas hidrófilas. No obstante, hay otros parámetros que los caracterizan:
Un humedal se forma al depositarse agua en las zonas bajas de un terreno, que posee poco drenaje. Dicha agua puede provenir de diferentes fuentes, siendo la de lluvia la primera de ellas. Otros la reciben al ocurrir desbordamiento de ríos, lagos, lagunas u otros cuerpos acuíferos.
Las aguas subterráneas que suben hasta la superficie también pueden concentrarse en humedales. El abastecimiento es periódico, debido a su ciclo natural, mediante la hidrosfera. Es decir, reciben el líquido en periodos regulares.
Hay que mencionar, que las condiciones del suelo son importantes para crear humedales. Es necesario que sea rocoso, y que permita la saturación de agua, sea estancada o en movimiento. De esta forma podrá perdurar una determinada temporada del año, sin que se seque completamente en ningún momento.
En esencia, la presencia de agua propicia la creación de las características o condiciones requeridas para que las especies vegetales evolucionen bien. Y parte de la fauna adopte el humedal como su hábitat.
No obstante, es pertinente destacar que la mano del hombre ha intervenido para modificar los humedales, ocasionando desequilibrios en el balance natural de estos ecosistemas. Muchos se han secado por cambiar el flujo de su agua y, posteriormente, ocurren en el ambiente sucesivas reacciones negativas.
Según el tipo de agua que contienen, los se dividen en humedales de agua dulce y humedales de agua salada o salobre. No obstante, existe otra clasificación, que los separa en humedales naturales y humedales artificiales, considerando los factores asociados a su formación. Entre los más conocidos se sitúan:
Hay muchas plantas acuáticas esenciales para el mantenimiento de los humedales, bien sean con raíces o flotantes, emergentes o sumergidas. En general, en estos espacios se desarrollan múltiples especies de flora endémica, como palmas, pastos, nenúfares, ciprés, castaña de agua, juncos, hongos, brezo, musgo y plantas insectívoras.
En un humedal puede haber peces (carpas y arenques), camarones, cangrejos, patos, mariposas, caimanes, gruyas, ciervos, mapaches, serpientes, garzas y pájaros carpinteros. Las aves acuáticas también son un importante componente de estos lugares.
Muchas de esas especies solo pernotan durante un periodo del año, cuando cambian de plumaje, migran, nidifican o se reproducen. Allí encuentran resguardo y alimentos para hacer frente a estos procesos.
Los humedales son terrenos que se encuentran saturados por agua proveniente de la superficie o del subsuelo. La inundación puede ser total o parcial, la profundidad varía, y el agua suele estar en movimiento.
Todos los pantanos son humedales, es decir también son terrenos húmedos o inundados de agua, pero ésta no suele correr. La profundidad es menor y no son hábitats totalmente acuáticos o terrestres, sino una combinación de ambos. Otro rasgo distintivo, es que están cubiertos por vegetación.
Como todos sabemos, el cambio climático es un fuerte problema que afecta al planeta, por ende, a la humanidad. En el “ataque” realizado en su contra, los humedales son excelentes aliados. Constituyen una solución natural para hacerle frente a este perjudicial fenómeno.
Ellos absorben gran cantidad de Dióxido de carbono, gas primordial de efecto invernadero que atrae y produce radiación infrarroja sobrecalentando la superficie y la atmósfera inferior y enfriando la atmósfera superior.
De no existir los humedales, el gas que acumulan quedaría desplazándose por la atmosfera, y se afectaría el sistema climático, así como la interacción entre los ecosistemas y las personas. Además, las zonas húmedas, son un escudo natural frente a eventos como tormentas, tsunamis, subida del nivel del mar, entre otros.
Son de significativa importancia por muchas razones concernientes a la sobrevivencia humana:
Existen muchos humedales, cada uno diferente, con características específicas. Todo depende del lugar donde se encuentren y sus bases. Algunos ejemplos son:
Entre los humedales más reconocidos a nivel mundial están:
Del Valle, Numiralda. (2021). Humedal. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/humedal/