Lupino

Lupín, lupino, altramuz, tarwi, no importa cómo la llames. La semilla de esta planta tiene grandes propiedades y beneficios que tú mismo puedes aprovechar si prestas atención a la información que te brindamos a continuación.

• Información nutricional para 100 gramos de lupino: 371 kcal, 9,74 g de grasas, 0 mg de colesterol, 0 g de azúcares, 15 mg de sodio,  18,9 g de fibra alimentaria, 40,4 g de hidratos de carbono, 36,17 g de proteínas, 1,15 g de ácidos grasos saturados, 3,94 g de ácidos grasos monoinsaturados y 2,43 g de ácidos grasos poliinsaturada.

¿Qué es?

El lupino es una planta que se ha cultivado desde hace cientos de años en América del Sur, especialmente en los Andes. El nombre científico es Lupinus mutabilis, pero comúnmente es conocida como altramuz, tarwi, chocho, lupin y tremosos.

Pertenece al género de las leguminosas, que comprende unas 300 especies provenientes de América (Platycarpos), y del Mediterráneo (Lupinus). Se extiende por gran parte de la región subtropical y templada del planeta, dándose con mayor facilidad en los suelos de arena.

Su semilla ha sido usada como nutriente para el ganado, pero también es de consumo humano, ya sea en forma natural o como parte de diversas elaboraciones. Dado su valioso aporte nutricional han sido consideradas un superalimento, al igual que otros cereales como la quinoa.

¿Cuáles son las características del lupino?

De manera puntual, se pueden reseñar las siguientes características del lupino.

• El lupín es una planta de tallo erecto, con una altura que oscila entre los 0,5 centímetros y 2 metros.
• Las hojas están conformadas por un número impar de foliolos, y se asemejan a un paraguas cerrado.
• Las flores son sumamente atractivas, ya que surgen de un conjunto de espigas muy llamativas. Los pétalos pueden ser azul intenso, lila, rosado y blanco. De hecho, en algunas ocasiones pueden tener varios colores.
• En el caso de su fruto, es una legumbre amarilla, con un leve parecido físico al maíz, aunque es significativamente más grande y redondo.

¿De dónde sale?

El lupino es originario de los Andes centrales, prominentemente en Ecuador, Bolivia, Chile, Perú y Argentina. Sin embargo, gracias a los intercambios comerciales que tienen esas naciones, se ha extendido a otros territorios. En los actuales momentos se consume como grano en una gran cantidad de países, como España, Australia, Venezuela, Ecuador, Portugal, Argentina e Italia.

¿Cómo se cultiva el lupino?

Cultivar el lupino es muy sencillo. Se puede intentar hacer en casa, tomando en cuenta las siguientes consideraciones:

• El lupín es una planta anual perenne, cuya temporada de siembra abarca desde el inicio del invierno hasta la mitad de la primavera.
• Antes de cultivar, es preciso poner en remojo las semillas.
• Lo más aconsejable es emplear tierra ácida. En caso de no contar con ella, se puede mezclar la que se tenga con un poco de turba rubia. Esto permitirá que baje el pH y resulte más adecuada.
• Una de sus ventajas, es que no amerita una gran cantidad de nutrientes, puesto que es capaz de fijar el nitrógeno atmosférico por sí mismo. Por esa razón es que el lupino es muy usada mundialmente para mejorar la composición y la calidad de tierras, especialmente cuando han sido víctimas de algunas actividades como minería.
• Una vez que las flores germinan, éstas empiezan a madurar. Cuando se marchitan, van surgiendo vainas. Dentro de ellas, se pueden hallar entre tres y cuatro semillas de lupín.

¿Para qué sirve?

El Lupinus mutabilis se emplea mayormente para dar de comer a los animales rumiantes, especialmente a bovinos. Para ello se usa el forraje verde o el grano.

Asimismo, se usa para la alimentación de los seres humanos, debido a que cuenta con contenidos abundantes de proteínas y minerales. La semilla de esta plata puede servir como aperitivo, una vez que pasa por un proceso de lavado.

Igualmente, el lupino sirve como abono verde, puesto que ayuda a rehabilitar la estructura del suelo, y a aumentar los contenidos de fósforo, nitrógeno, y en general de materia orgánica. Por si fuera poco, sirve como ingrediente para la elaboración de harinas.

Durante mucho tiempo, estas plantas fueron catalogadas como no aptas para consumo, debido a la presencia de sustancias amargas y tóxicas. Sin embargo, con el paso de los años se aprendió a eliminar esas sustancias para poder aprovechar todos los beneficios del lupín.

Gracias a los científicos que ayudaron a eliminar esos elementos nocivos, se considera al Lupinus mutabilis como un posible sustituto a la carne, lo cual significa una posibilidad real de mejorar las condiciones alimentarias en el planeta. Tanto es el caso que los investigadores recibieron el Premio Alemán del Futuro.

Por otra parte, en países como Perú, se les utiliza para rituales por parte de la cultura aymara. Con estos granos, se hacen atados rituales, la ch’alla en Pentecostés, y para las celebraciones de la Candelaria, y durante el Carnaval, en países como Bolivia.

Muchas comunidades utilizan desde la época ancestral los tallos del lupino para el llamado de las lluvias, para abogar por la salud de campesinos.

Vale la pena destacar que muchos pueblos creen que pisar estos granos puede causar mal de ojo, por lo que suele procurarse la recolección de estos de manera minuciosa cuando se encuentran en el suelo.

¿Qué propiedades tiene?

Las semillas del lupino cuentan con unos buenos niveles de proteínas (cerca del 40%), de azúcares (14%), de fibras (26%), y de minerales como fósforo, cobalto y potasio (6%). También posee vitamina A, vitamina C, y vitaminas C.

Al ser utilizado como abono, el lupino tiene la capacidad de fortalecer los suelos, aportando hasta 200 kilogramos de nitrógeno por hectárea. Debe tomarse en cuenta que también posee alcaloides tóxicos.

¿Qué beneficios tiene?

• Es una comprobable fuente de energía, gracias a su significativa presencia de proteínas y carbohidratos. Es por ello que suelen ser recomendadas para quienes realizan mucho ejercicio, como los deportistas.
• Aporta una gran cantidad de hierro que es muy útil para tratar la anemia; y potasio, que ayuda a que el sistema nervioso funcione de manera correcta.
• Los fitoesteroles del lupino actúan como antioxidantes, logrando combatir las consecuencias de la hipertensión y el colesterol alto. Así mismo, se ha comprobado que actúa como antiinflamatorio.
• La semilla del lupino posee una buena cantidad de fósforo y calcio, muy importantes para el mantenimiento de los dientes y huesos sanos.
• Es una gran aliada cuando se necesita disminuir la acumulación de grasas.
• El lupino también cuenta con zinc, ideal para el funcionamiento inmunológico; manganeso, para evitar el daño celular y combatir los radicales libres; y magnesio, selenio y cobre, que cuidan el soporte muscular y la densidad ósea.
• La vitamina B1 presente en este fruto sirve para el metabolismo de los hidratos de carbono y las grasas, con el objetivo de que el sistema nervioso permanezca sano; y la B9 cumple la función de colaborar para el metabolismo de las proteínas.
• Su contenido de fibra es beneficioso para agilizar el tránsito en el intestino, combatiendo el estreñimiento, y dando sensación de saciedad.

¿Cómo se cocinan los lupinos?

Antes que nada, es importante que el lupino pase por un proceso minucioso de lavado para acabar con las sustancias alcaloides que presenta. Este método requiere dejar remojando las sencillas hasta tres días, que luego deben ser hervidas por 20 minutos.

El chocho es amargo, por lo que se recomienda cocinarse con sal, a fin de que sea mejor aprovechado. Por lo general se come en salmuera, utilizando agua y sal. Se puede refrigerar en la nevera por hasta un mes.

En países como Ecuador, se elaboran platos como el cebichocho, empleando además de las semillas, otros ingredientes como maíz tostado, lima, tomate, plátano, y cilantro.

En modo fresco, se suele emplear como en purés, guisos, salsas, sopas, y postres. Así mismo, resultan muy sabrosos como aperitivo si se consumen tostados. El lupino igualmente se usa para elaborar pasta, pan, y galletas saladas y dulces.

¿Engorda el lupino?

El lupino no engorda. Por el contrario, gracias a la presencia de elementos como la fibra, facilitan la evacuación en casos de estreñimiento.

¿Qué contraindicaciones tienen?

Una de las grandes desventajas que presenta el lupino es que para poder consumirse y aprovechar todas sus propiedades, es necesario un minucioso proceso previo para evitar problemas de salud.

Antes de comer esta planta, es imprescindible lavarla correctamente, remojando reiteradamente la semilla, a fin de eliminar todos los alcaloides que posee.

Sin embargo, este problema parece que será resuelto muy pronto, ya que en varios países el lupino es objeto de procesos de mejoramiento genético.

Esto permitirá que, incluso, puedan encontrarse presentaciones dulces de esta planta llena de proteínas, fibras y minerales.

Por ahora, para los seres humanos se recomienda un consumo moderado del lupino.