Harina de coco

Muy utilizada en repostería
Harina de coco

La harina de coco no es coco rallado, es otro producto obtenido del fruto del cocotero. Nutritiva y con características agradables a los sentidos, es el ingrediente principal en la elaboración de panes y postres al horno. También un complemento ideal en preparaciones saladas. Su sabor es exquisito. Como pocas, la harina de coco es apropiada para celíacos, veganos y personas que se desenvuelven en el mundo fitness. En definitiva, para quienes requieren un régimen alimenticio especial y para quienes no. Es 100% natural y libre de gluten. Brinda múltiples beneficios a la salud y un toque agradable a la cocina.

¿Qué es la harina de coco?

La harina de coco es un producto de alto valor nutricional, obtenido del fruto del cocotero. Es rica en proteínas, fibra y baja en carbohidratos. Concentra el sabor, aroma y frescura de la fruta tropical. Ingrediente ideal para la preparación de comidas dulces y saladas.

Por ser un producto 100% libre de gluten, representa una excelente opción para quienes padecen celiaquía o intolerancia a la proteína amorfa. Posee tantas propiedades y beneficios como las harinas de trigo, cebada, avena, espelta y centeno. Es apta para gran parte de los regímenes alimenticios. Puede adquirirse en supermercados, tiendas naturistas o simplemente elaborarse en casa.

¿Cuáles son sus características?

La harina de coco presenta las siguientes características:

¿Cuáles son sus propiedades?

A diferencia de las harinas elaboradas con cereales: Trigo, cebada, centeno, avena y espelta, la harina de coco no contiene gluten. Es apta para celíacos, para quienes padecen dermatitis hipertiforme, ataxia por gluten, o intolerancia a la proteína en general.

Es rica en ácido láurico, aliado del sistema inmune por sus propiedades antimicrobianas y antivirales. Contiene además otro importante grupo de grasas saturadas.

La grasa contenida en la harina de coco es saludable. Sus proteínas activan el metabolismo para la eliminación de excesos y el mantenimiento de niveles deseables de colesterol. 

Es rica en selenio, manganeso y otros oligoelementos que aportan a los organismos nutrientes esenciales. Fuente de vitaminas B y C, que reducen la producción de radicales libres.

La harina de coco es entre el 30% y 45% fibra. Forma parte de los alimentos de una dieta equilibrada. Produce sensación de saciedad, al tiempo que mejora el proceso digestivo.

¿Para qué sirve?

La harina de coco es tan versátil en la cocina como las harinas de cereales, va bien en las recetas dulces y también en las saladas. El único factor a cuidar es la humedad, es una especie de esponja que absorbe gran cantidad de líquidos. Si se emplea para sustituir la harina de trigo, debe usarse la tercera parte de la cantidad habitual de harina o agregar más huevos o líquidos a la receta.

Cada vez es más conocido su uso en la pastelería, en la elaboración de bizcochos, crepes, galletas, bollos, magdalenas y diversos tipos de panes. El ingrediente no se limita sólo a las preparaciones al horno, también se tiene para empanar carnes, espesar guisos, salsas y sopas. 

¿Cómo hacer harina de coco?

Para hacer harina de coco se necesita la carne del coco natural y fresco, la parte blanca adherida a la concha en el interior del fruto. También cuchillo, pelapapas, agua potable, licuadora o procesador de alimentos, colador, bol, bandeja de hornear y papel parafinado.

Hacer harina de coco en 3 pasos:

  1. Pelar el coco. Esta es quizás la tarea más forzosa. Se debe pelar el coco y presionar con un objeto punzante los hoyuelos negros en la parte superior, para extraer el agua. Partir el coco sobre una superficie estable y resistente, preferiblemente a la mitad, para despegar con mayor facilidad la carne de la concha. Luego, utilizando el cuchillo o un pelapapas, retirar la corteza marrón que cubre la carne y cortarla en cuadros pequeños. El agua de coco no será utilizada en el proceso, así que puede consumirse como bebida refrescante y nutritiva, o desecharse según el gusto.
  2. Extraer la leche y el aceite de coco. Hervir el agua potable (un litro de agua por cada coco) y dejar refrescar. Cuando esté tibia, agregar el agua y el coco a la licuadora y procesar durante 3 minutos o más. También puede utilizarse agua a temperatura ambiente, pero el coco debería entonces estar en remojo un par de horas antes de licuar. Colar la leche de coco sobre un bol, en el cernido final también se liberará parte del aceite de coco. Estos subproductos pueden ser consumidos de forma independiente. Sólo la pulpa contenida en el colador será necesaria para obtener la harina.
  3. Deshidratar y pulverizar la pulpa. Después de prensar la pulpa es recomendable dejarla unos minutos más en el colador para que esté lo más seca posible. Se procederá a cubrir el interior de la bandeja de hornear con papel parafinado. No se recomienda el uso de espráis o papel aluminio -utilizados en otras recetas- porque éstos cambiarían el valor y propiedades del coco. Con la ayuda de una paleta distribuir la pulpa de coco en la bandeja de modo que quede lo más uniforme posible. También puede utilizarse un tenedor para emparejar. E introducir la bandeja al horno a una temperatura de 77ºC o 170ºF durante 45 minutos. Es importante supervisar el proceso de secado, el horno cumplirá la función de deshidratar lentamente, pero el coco no debe quedar húmedo o quemarse.

Una vez que se retire del horno, se dejará enfriar a temperatura a ambiente y se procederá con la molienda. En una licuadora totalmente seca, es importante que no se incorpore líquido, vaciar la pulpa y licuarla hasta que se pulverice. De esta forma la harina de coco está lista para ser utilizada o conservada en un contenedor. Por su alto grado de absorción de humedad es necesario guardarla en un envase o bolsa con cierre hermético, y en un lugar fresco.

¿Pueden consumirla los diabéticos?

El coco enriquece la dieta de toda persona. La harina de coco actúa como regulador del peso y de los niveles de azúcar en la sangre. El azúcar en la sangre sube de forma gradual. Además, su contenido en grasas saturadas acelera el ritmo metabólico y evita la concentración de lipoproteínas y lípidos en la sangre. Es sabido que los ácidos grasos del coco contribuyen a aminorar los efectos dañinos de la diabetes en el cuerpo.

Sin embargo, debe cuidarse que quien consume la harina de coco o cualquier otro subproducto de la fruta tropical no esté bajo tratamiento diurético. Los diabéticos deben cuidar además su ingesta calórica, el coco es bajo en carbohidratos pero suma un buen número de kilocalorías a la dieta. En todo caso, es recomendable que el régimen alimenticio del paciente sea revisado por el médico especialista.

¿Qué beneficios tiene?

Ofrece sensación de llenura y su índice glucémico es menor al de masas hechas con endulzantes.

La harina de coco es rendidora, una porción ofrecerá el mismo resultado que tres o cuatro partes de otras harinas.

No contiene inhibidores de enzimas, no es necesario remojarla con anterioridad, su uso directo en las comidas no perturba el sistema digestivo.

Por su contenido de grasas saturadas es estable al calor, no se modifica en las cocciones.

Es menos alérgica que la harina de almendra y otras harinas sin gluten.

Aporta al organismo cantidad de nutrientes que mejoran el funcionamiento de la tiroides, la salud ósea y el sistema nervioso. Produce mejor respuesta del sistema inmunológico.

¿Dónde se puede comprar?

Aunque es menos común que las harinas hechas de cereales, la harina de coco puede adquirirse en supermercados y tiendas naturistas. En establecimientos físicos y tiendas virtuales, hoy el uso del internet hace posible encontrar diamantes en una gran montaña de tierra.

En cualquiera que sea el punto de compra, debe verificarse en la etiqueta el proceso de elaboración, si es industrial o artesanal. También los ingredientes, en especial si quien la va a consumir es celíaco o padece algún trastorno digestivo. En algunos procesos de elaboración se agregan a la harina de coco productos que si contiene gluten y resultan contraindicados para el consumidor.

¿Engorda?

No. Las proteínas, fibras y grasas contenidas en la harina de coco producen saciedad instantánea y no engordan, son de fácil digestión. Sus fibras ayudan a mejorar el tracto intestinal y alimentar la flora bacteriana.

Las grasas, ricas en ácido láurico, contribuyen a reducir los niveles de colesterol LDL, también llamado colesterol malo por su efecto negativo en las arterias. Además, la harina de coco es fuente de potasio, magnesio y otros minerales de gran importancia para el desarrollo y buen funcionamiento del organismo.

Contraindicaciones de la harina de coco

La harina de coco tiene un alto contenido en fibra. Mejora el tránsito intestinal pero su consumo en exceso podría ser contraindicado para quienes padecen colitis ulcerativa o alguna otra enfermedad inflamatoria del tubo digestivo. Las fibras alimentan las bacterias buenas y malas que componen la flora intestinal. Si se consumen en gran cantidad, se crean alteraciones en el sistema digestivo que pueden repercutir en el sistema inmunológico.

Por otra parte, aunque la harina de coco ofrece grandes beneficios a la salud, no es un alimento entero. No debe ser considerado sustituto absoluto de otros productos nutritivos. Algunos de los nutrientes del coco desaparecieron durante el proceso de elaboración de la leche de coco y deben ser compensados con otros elementos de la dieta. La sensación de saciedad que genera y su efecto de estabilización del azúcar en la sangre es breve.

 

¿Cómo citar este artículo?

Castro, Laura. (2021). Harina de coco. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/harina-de-coco/

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