El retinol o vitamina A, favorece la salud de los músculos, huesos y piel. Se obtiene mediante ciertos productos de origen animal y vegetal, pero también a través de suplementos dietéticos. Se tiende a almacenar en el hígado y desde allí cumple sus “maravillosas” funciones. Conoce aquí las más relevantes.
En la correcta formación y mantenimiento de la piel, huesos y mucosas, actúa una vitamina liposoluble conocida como retinol o vitamina A. Se adquiere, mayormente, por el consumo de alimentos de origen vegetal y animal, pero también existen suplementos dietéticos que la proveen.
Sus beneficios se extienden al corazón, el sistema inmunitario, la visión, los pulmones y los riñones. Igualmente, actúa como un potente antioxidante y un grandioso impulsor de la capacidad reproductiva.
La vitamina A se almacena en el hígado. Por ser soluble en cuerpos grasos, no es liberada a través de la orina, garantizando así sus funciones orgánicas. Como la mayoría de moléculas de su tipo, se obtiene mediante la alimentación, por la incapacidad del cuerpo humano de sintetizarlas por sí mismo.
Su ausencia en las cantidades correctas, según el sexo y la edad, puede causar serias enfermedades. Cualquier inconveniente en la absorción de grasas, interfiere en su propia absorción, disminuyendo sus alcances y, por ende, sus importantes propiedades.
Las cantidades requeridas por el organismo, se tienden a expresar en microgramos y rondan las siguientes cifras:
Se ha demostrado que la vitamina A favorece múltiples procesos biológicos, entre ellos la formación y mantenimiento de las células de la piel y las mucosas, el desarrollo del sistema inmune y el crecimiento en general. Entre sus funciones básicas se encuentran:
Es posible que los bebés prematuros, las personas con fibrosis quística y los celíacos puedan requerir dosis adicionales de esta vitamina. Pero será el médico quien lo prescriba.
Algunos textos hablan de la existencia de dos tipos de vitamina A, que se encuentran básicamente en productos alimenticios. Estos son:
Como se dijo antes, también se puede obtener mediante suplementos dietéticos que suelen presentarse como acetato de retinilo, provitamina A (betacaroteno), vitamina A preformada (palmitato de retinilo) o una combinación de ambos.
Para una buena aportación de vitamina A al organismo, se precisa la ingesta de hortalizas de hoja verde, frutas como el melón, el mango y la naranja, así como el calabacín, la zanahoria, el brócoli y otras verduras.
Es vital incluir también los cereales fortificados, lácteos, carnes vacunas y de ave, principalmente el hígado de pollo o de vaca, y determinados tipos de pescado como el bacalao y el salmón.
Está claro que la Vitamina A es un nutriente esencial para los seres humanos, pero debe existir un equilibrio. El exceso o deficiencia de este compuesto, perjudica seriamente su bienestar, por lo que conviene seguir recomendaciones clínicas acerca de su consumo, especialmente cuando se trata de fármacos elaborados a base de esta sustancia.
En la mayoría de las ocasiones, el retino se absorbe de forma natural a través de la comida. Basta con hacer pequeños cambios en la dieta, para consumir las cantidades correctas. Como se dijo antes, la vitamina A está presente en huevos, sardinas, atún, espinacas, lechugas, calabazas y melocotones. Todos productos sanos, de habitual utilización en los hogares del mundo.
En caso de requerir suplementos, conviene acudir al médico y revisar detenidamente el prospecto.
Los beneficios de la vitamina A son muy amplios, pero haremos énfasis en estos tres aspectos:
Más que contraindicaciones, conviene hablar sobre los riesgos que acarrea el exceso de vitamina A en el organismo, y que conlleva a la aparición de una condición clínica conocida como hipervitaminosis A. Aguda o crónica, puede desencadenar estos síntomas:
Un escaso aporte de vitamina A trae consecuencias para la salud. Los signos comunes incluyen pérdida de la vista, trastornos de crecimiento, conjuntivitis seca, erupciones cutáneas, ceguera nocturna y predisposición a infecciones.
Lo ideal es realizar análisis sanguíneos para determinar los niveles exactos, y suministrar suplementos, de ser necesario. Nuevamente, es el personal médico quien debe tomar las decisiones y sugerir el tratamiento pertinente.
El llamado general de los organismos médico-asistenciales, es a obtener la mayoría de los nutrientes de los alimentos. Todo lo que consumimos es clave para el aporte de fibras, minerales, vitaminas y otras sustancias provechosas para el buen funcionamiento del organismo. En el caso concreto de la vitamina A, se pueden poner como ejemplo los siguientes productos:
Castro, Laura. (2022). Vitamina A. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/vitamina-a/