Aceite de trufa

Utilizado para condimentar la comida
Aceite de trufa

El aceite de trufa es un exquisito producto alimenticio empleado en las grandes cocinas, para aromatizar y dar el toque final a cada plato. Su uso se ha extendido a restaurantes y hogares de todo el continente y el mundo. Se produce de forma natural y artificial. El primero alcanza costes elevados por la excentricidad y difícil cosecha de las trufas. El segundo es más accesible y se elabora a base de compuestos sintéticos. Ambos aceites presentan olores y sabores intensos y más o menos las mismas propiedades y beneficios.

¿Qué es el aceite de trufa?

El aceite de trufa es un producto nutritivo, aceite de oliva extra virgen o de semilla de uva aromatizado con trufas, negras o blancas. Se emplea tanto en la gastronomía, por su intenso aroma y sustancia; como en el mundo cosmético, por sus propiedades hidratantes y de antienvejecimiento.

Es un producto graso de reciente data, que permite disfrutar el gran valor culinario de las trufas con mayor accesibilidad y a menor coste. Las trufas, hongos que crecen bajo la tierra asociados a las raíces de plantas leñosas, aportan beneficios a las plantas, como a los seres humanos.

¿Cuáles son sus características?

¿Cuáles son las propiedades del aceite de trufa?

Las propiedades del aceite de trufa son en parte las mismas del aceite de oliva. Se caracteriza por un alto contenido de ácido oleico, éste determina el grado de acidez. Son ricos en vitaminas A, B, C, D, E y K, calcio, fósforo, magnesio, zinc, yodo, selenio, hierro y azufre, polifenoles y grasas monoinsaturadas.

Posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antitumorales y antibacterianas. Su ingesta ofrece múltiples beneficios a la salud, especialmente al sistema circulatorio. También su uso tópico, se considera un Botox natural. Reduce las manchas y activa la producción de colágeno, manteniendo la elasticidad y tersura de la piel.

¿Cuál es su origen?

La trufa negra se produce de forma natural en los bosques del sur de Francia, Italia y España, en Asia y algunos lugares de África. Por su ubicación bajo la tierra, requiere de esfuerzos extras para su cosecha, generalmente se usan perros amaestrados, que rastrean su olor en el campo.

Desde hace mucho se emplea en la cocina para realzar infinidad de alimentos, más es un hongo de alto coste. Afectan su valor la época del año, la producción anual, e inclusive, la cantidad del producto a comprar.

La fusión reciente de trufas y aceite de oliva, creó una alternativa en el mercado para los amantes de la buena cocina. Se han creado mezclas puras y sintéticas que resumen su sabor y olor, funcionan como ingredientes especiales o complementarios de las comidas. Son más fáciles de conseguir y más económicas. También pueden prepararse en casa.

¿Cómo se hace?

El aceite de trufa se hace aderezando el aceite de oliva extra virgen con esencia concentrada de trufa y trufa deshidratada. Esta última se incorpora al producto terminado en el envase para identificar el tipo de hongo usado. El aceite trufado resulta de procesos industrializados que extraen el aroma natural de las trufas frescas, y de verduras y hortalizas de similares moléculas. O bien, emplean aromas sintéticos, mucho más baratos. Del perfil aromático, dependen sus propiedades y beneficios.

El alto coste y su uso cada vez más común en la cocina, gourmet y hogareña, han conllevado a la elaboración artesanal del producto. Esto a través de un proceso de pasteurización lenta a baja temperatura.

Preparación

En un envase de vidrio se mezclan aceite de oliva extra virgen y 20 gramos de trufa negra rallada, es de aroma más intenso que la blanca. Se cierra herméticamente el frasco y se coloca en el refrigerador por 6 horas, luego se agita y se devuelve al frío por seis horas más. Se recomienda preparar pequeñas cantidades, debe ser consumido a corto plazo.

¿Llevan realmente trufas los aceites de trufas?

Sí, hay aceites elaborados a base de trufas negras (de nombre científico tuber melanosporum), o trufas blancas (tuber magnatum). Productos naturales, refinados y de alta calidad, también de muy alto coste, las trufas son de los alimentos más caros de la Tierra.

Otros, son una mezcla de aceite de oliva o de semillas de uva y 2,4-ditiapentano o bis (metiltio) metano, síntesis del aroma encontrado en las trufas. Además abundan en el mercado aceites “trufados” sin trufas, elaborados a partir de saborizantes artificiales que pueden o no engañar al paladar. Estos son los más baratos y los de uso más común.

¿Para qué sirve el aceite de trufa?

El aceite de trufa se usa como condimento, se agrega a la comida para hacerla más apetecible, concede un sabor y aroma único. Va excelente con las ensaladas, pastas, purés de papas, papas fritas, risottos cremosos, quesos, carnes y pescados. Es además un buen ingrediente para las pizzas.

Marida excepcionalmente con cordero, pato, huevos y champiñones. El cordero y el pato son carnes peculiares, muy intensas. Cocidas o en preparaciones con salsas armonizan con el aceite de trufa y vinos tintos potentes, corpulentos y complejos. Ambos ingredientes suavizan el efecto de la grasa en el corte y premian al paladar. El aceite se rocía como el toque final al plato, sus compuestos aromáticos se perderían en la cocción.

El aceite de trufa forma además parte de la dieta de mujeres que desean concebir hijos, es considerado un elixir para la fertilidad. En este caso es ingerido a diario, a la par de una alimentación balanceada, rica en frutas y verduras.

Su uso no se limita a la cocina. El aceite es también empleado en la industria cosmética, como tratamiento tópico para la piel, en champús y cremas hidratantes, y cremas antienvejecimiento.

¿Qué beneficios tiene?

El aceite de trufa reduce los niveles de colesterol malo, contribuyendo a mantener estable la presión arterial y todo el sistema circulatorio. Actúa en arterias y vasos sanguíneos. Es anticoagulante. Disminuye el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones.

Controla los niveles de glucosa en la sangre.

La trufa está compuesta principalmente por agua, su infusión en el aceite favorece la absorción de hierro, fósforo y calcio, entre otros minerales que fortifican el sistema óseo.

Sus propiedades antioxidantes frenan el envejecimiento celular.

Es antiinflamatorio, disminuye las irritaciones en la piel, favorece al sistema gastrointestinal y vías respiratorias. Es recomendado para quienes padecen dolores articulares y artritis.

Al contribuir al buen funcionamiento del sistema digestivo, evita la aparición de acidez gástrica y ardores.

¿Qué contraindicaciones tiene?

Por su propiedad reductora de la presión arterial, el aceite de trufa está contraindicado para quien recibe tratamiento médico antihipertensivo. Podría generar una baja abrupta de la tensión, hipotensión, tan o más peligrosa que la alta.

De manera similar afecta a quienes se administran medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre. El doble efecto, del tratamiento y del aceite, podría resultar en una hipoglicemia.

No se recomienda su uso tópico en quienes padecen dermatitis, podría irritar la piel.

Utilice el aceite de trufa con moderación, su ingesta en grandes cantidades derivaría en problemas gastrointestinales, acidez, dolor de estómago, nauseas, vómito o diarreas.

En cualquier caso, se recomienda consultar al médico si conviene o no el uso de aceite de trufa en su condición.

¿Engorda el aceite de trufa?

No engorda puesto que es rico en grasas monoinsaturadas. Por el contrario, trae múltiples beneficios a la salud y realce a las comidas. Las trufas son perfectas para regímenes alimenticios sanos, es un vegetal bajo en grasas, bajo en calorías. Tiene un alto contenido de vitaminas y minerales, que contribuyen al fortalecimiento del sistema inmune.

El aceite de oliva, que le sirve de base, está recomendado para todas las edades, es tan o más rico en vitaminas y minerales que las trufas. Evita los excesos de colesterol y ayuda a la asimilación de grasas, favorece la síntesis hepática de sales biliares. Además, la cantidad de ácidos grasos satisface los requerimientos nutricionales.

¿Cómo citar este artículo?

Castro, Laura. (2021). Aceite de trufa. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/aceite-de-trufa/

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