Anacardos

Es el fruto del Anacardium occidentale
Anacardos

En el planeta existe una gran variedad de frutos secos comestibles, entre ellos los anacardos. Muchos los conocen como una botana perfecta para ingerir entre comidas. Incluso, como agradables pasabocas cuando se toman unas copas. Pero, más allá de su rico sabor, estas semillas poseen muchos beneficios para el organismo. Además, se les atribuyen propiedades terapéuticas. Incluir los anacardos en la dieta es un gran acierto.

¿Qué son los anacardos?

Los anacardos se catalogan en el grupo de los frutos secos. También se les conocen como marañón, merey, caguil y cajú. Su nombre más extendido se deriva de la denominación científica de la planta de los que se le obtienen, “Anacardium occidentale”. Pertenece a la familia “Anacardiaceae”.

En sí es una semilla. Esta se halla dentro de una nuez que es parte de un pseodofruto con forma de manzana de color rojo o amarillo. Este también se ingiere, aunque no es muy popular por su sabor agrio.

La cáscara que recubre a los anacardos es muy venenosa. Para destruir el veneno se queman y de allí parte de su textura crujiente y cierto sabor ahumado. El consumo de estos frutos se ha extendido a casi todo el mundo. Son similares a una nuez, pequeños con estructura de media luna.

¿Cuáles son las características de los anacardos?

¿De dónde salen?

¿Qué tipos de anacardos existen?

Existen diferentes variedades de anacardos, con tamaños y formas diversas del fruto carnoso donde se encuentra la nuez. Su sabor y contenido nutricional es similar. Las que más se cultivan comercialmente en el mundo son:

¿Cuál es su origen?

Los anacardos se originaron al Noreste de Brasil, en la cuenca del Amazonas. En 1558 documentos escritos por un monje francés de nombre André Thevet se refirieren a ellos por vez primera. En los papeles, el también naturalista, los describió y dibujó. En el siglo XVI portugueses colonizadores quedaron fascinados por el fruto brasileño. Tomaron sus semillas y las llevaron a la India. Desde allí se extendió su cultivo por Asia y África.

Por su parte, los españoles los introdujeron en Centroamérica. El interés mundial por los anacardos comenzó cuando los estadounidenses comenzaron a exportarlos, en 1905. Ellos obtuvieron las semillas de la India. Inglaterra y Francia también se sumaron. Ante la acogida del producto, los indios elevaron su siembra y se convirtieron en los principales exportadores. No fue hasta 1956, cuando Brasil y otros países Suramericanos estudiaron sus plantaciones, mejoraron su rentabilidad y se dedicaron a exportarlos. Sus acciones se vieron favorecidas por la Segunda Guerra Mundial, pues la agricultura de la India se vio afectada.

¿Para qué sirven?

La principal función de los anacardos es servir como alimento. Su ingesta resulta muy nutritiva para el organismo. Poseen una gran cantidad, de vitaminas, minerales, grasas y antioxidantes. Su ingesta provee energía y ayuda a controlar los niveles de colesterol.

Los anacardos son un ingrediente popular en platillos dulces y salados. Especialmente en Asía y África forma parte de la dieta habitual. Se añaden a recetas a base de verduras, carnes y vegetales. Ellos aportan un toque crujiente y dulzón. Igualmente, se utiliza como espesante para salsas y cremas. A menudo se saltean en aceite para potenciar el sabor. Luego, se trituran en un mortero, le colocan curry y elaboran salsas muy sabrosas.

Los veganos o vegetarianos suelen añadir los anacardos a sus platos. Además les funcionan para suplantar las mantequillas lácteas. En América y Europa suele consumirse como una botana o aperitivo. Sus versiones garrapiñadas son el acompañante ideal mientras se toman cervezas o unas copas de vino. En regímenes alimenticios sirven para saciar el hambre entre comidas.

¿Qué beneficios tienen?

Su valor nutricional es elevado, lo que proporciona grandes beneficios al funcionamiento del organismo. Añadir anacardos a la dieta eleva la energía. Es un gran complemento para los atletas que queman gran cantidad de calorías durante el entrenamiento. Un consumo moderado ayuda a mantenernos saludables.

Cada 100 gramos de anacardos posee: 30.19 gramos de carbohidratos, 43.8 gramos de grasas, 18.2 gramos de proteínas, 0.42 miligramos de vitamina B1, 1 gramo de vitamina B3, 0.4 miligramos de vitamina B6, 0.5 miligramos de vitamina C, 37 miligramos de calcio, 6.6 miligramos de hierro, 10 miligramos de magnesio, 50 miligramos de fósforo, 2,22 miligramos de cobre y 660 miligramos de potasio.

Unos 100 gramos de anacardos equivalen a 553 calorías. Aunque parezca una cifra elevada, no representa un riesgo para la salud. Esto se debe a que sus grasas son saludables y se derivan del almidón y fibra. Los anacardos no engordan. Incluso, se recetan en dietas para adelgazar. El organismo metaboliza sus grasas con rapidez. Su ingesta diaria recomendada es de 100 g.

¿Cuáles son sus propiedades?

¿Por qué son importantes?

Todos los alimentos poseen propiedades y valores nutricionales distintos. Los anacardos, a pesar de estar en la categoría de frutos secos, tienen sus particularidades respecto a otros. Incluir los anacardos en la dieta es una idea maravillosa.

Sus aportes a la salud del organismo son múltiples. Sus componentes proporcionan grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales de calidad. El hecho de ser de origen vegetal es garantía de que no posee sustancias procesadas dañinas para el correcto funcionamiento corporal. La mejor manera de ingerirlos es al natural, es decir tostados, crudos. De esta forma se garantiza una obtención correcta de sus nutrientes. Sin embargo, no está demás añadirlos a platillos salados y dulces para disfrutar de su sabor, textura y aroma.

¿Qué contraindicaciones tienen?

Los anacardos que se comercializan no son peligrosos. El veneno que posee su cáscara ya ha sido eliminado por medio del calor. Es por ello que no hay riesgos de toxicidad. La única contraindicación es la relacionada con alergias a su ingesta. Muchas personas suelen ser alérgicas a los frutos secos en general. Un exceso del consumo de anacardos puede elevar la ingesta sana de calorías diarias. Debe haber un control general de los alimentos que se consumen para equilibrar el aporte calórico al organismo.

¿Cómo citar este artículo?

Castro, Laura. (2020). Anacardos. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/anacardos/

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