Arveja
La arveja es el fruto de la planta del mismo nombre, cuyo cultivo se da en casi todo el mundo. Si bien es originaria de la cuenca mediterránea, su labranza se incrementó. El principal interés de sembrarla es la obtención de sus vainas y semillas comestibles. Dependiendo de la zona de cultivo se le conoce como chícharo, petipuá, guisante, arveja china…
Este vegetal corresponde a la familia de las leguminosas. De la flor de esta planta brota el fruto, en forma de vaina. Dentro de la vaina se encuentran las semillas, que son el alimento apreciado para el consumo humano. Pero, de igual manera, se consume con sus vainas, cuando aún están tiernas, sin madurar.
La arveja, desde la antigüedad, ha formado parte de las primeras plantaciones hechas por el hombre siendo fuente de alimento de la humanidad durante siglos. Su comercialización se ha hecho, generalmente, en vainas o en latas. En la actualidad, se ha popularizado mucho su demanda como producto congelado.
Las arvejas son granos de un color verde intenso, en su forma natural se encuentran dentro de unas vainas, también de color verde. Al madurar se tornan de un color marrón claro. Se pueden consumir, estando las vainas aún tiernas o sus semillas verdes y maduras o secas.
Las vainas son largas de unos 10 cm de largo y alojan de 4 a 10 semillas. Estas semillas son redondas, de contextura muy suave, y su color es verde brillante. El diámetro es variable, de unos 8 mm a 10 mm. Se pueden adquirir heladas, en latas, resecas y frescas. De igual forma, su uso o elaboración es muy variada.
Las arvejas ya secas, pueden desarrollar un color desde verde al amarillo claro, son poseedoras de mucha fibra en su piel. Es esta fibra lo que les otorga una estructura firme y dura.
La arveja es el fruto de la planta herbácea de su mismo nombre. Es familia de las leguminosas, fabáceas, científicamente identificada como Pisum sativum. Proviene del mediterráneo, en cuyos territorios se ha cultivado desde hace milenios, formando parte de muchísimos platos típicos de su gastronomía.
Este arbusto es un bejuco que no crece muy grande, es trepador, con raíz pivotante, anuales, bastante variables en hábitos y forma. Las inflorescencias nacen apiñadas en grandes brácteas foliáceas.
De esta especie pueden distinguirse 3 variedades agrónomas, las cuales se describen como:
Esta clase de legumbre se emplea como alimento para los seres humanos. Es muy beneficiosa porque ofrece al organismo una gran cantidad de nutrientes. Igualmente colaboran con el metabolismo de los nutrimentos que provienen de otras comidas.
Esta maravillosa legumbre, es utilizada en múltiples elaboraciones, incluyendo ensaladas, guisados, tortas y todo aquello que la inspiración permite ejecutar. Tienen la capacidad de ser excelentes en la regulación y generación de energía. En especial de la que precisa los músculos para la práctica de actividades físicas.
Estos granos verdes son de las hortalizas que contienen un gran número de carbohidratos y proteínas por peso. Especialmente sobresalen por su base de aminoácidos y sacarosa. Igualmente contiene fosforo, potasio, hierro y vitamina C, que contribuye al funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
Poseen poca grasa y son una base de fibras y de vitaminas A y B. Su fibra puede disolverse en agua, promoviendo una mejor función intestinal y contribuye a evitar las grasas saturadas o colesterol. Así mismo, reduce el peligro de enfermedades del corazón y derrame cerebral.
La arveja fresca es uno de los vegetales con más cantidad de tiamina. Básica como energético, ayuda en la función nerviosa y la asimilación de carbohidratos Además, proporciona la energía que hace permanecer más tiempo la glucosa en la sangre.
Los expertos mandan a ingerir frecuentemente estos granos, por lo menos 2 o 3 veces a la semana. Son consideradas muy beneficiosas para toda la familia, ya que las mismas son gustosas, muy nutritivas y sanas para el organismo.
La destacada cantidad de fibra que posee esta legumbre conlleva a muchos beneficios. La fibra soluble es importante en la reducción de los altos niveles de colesterol, así como del azúcar en la sangre. La fibra no soluble colabora en la regulación de las funciones del intestino y evita el estreñimiento.
Es muy útil en el proceso de coagulación de la sangre y enriquecimiento de los huesos. Colabora en la prevención del cáncer de colon. Es un antioxidante, útil en el resguardo de la retina y males de la vista como la catarata. Posee betacarotenos, que hace frente a los radicales libres, retardando la senectud.
Son una gran fuente de proteína vegetal, lo que hace que sean infaltables en las dietas de los sujetos vegetarianos. En realidad, para todas las personas es una elección a tener en cuenta, para combinar platos sin perder nutrientes, logrando así una alimentación sana.
Las arvejas pueden comerse crudas o cocidas. Esto las hace un vegetal bastante variable para cualquier menú de la cocina. Antes de cocer se deben limpiar las arvejas porque suelen traer pequeñas hojas, piedritas, florecitas o semillas rotas. Mientras más pequeñas y frescas, menos tiempo de cocción requerirán.
Las arvejas frescas se hierven similares a las verduras, sabiendo que esta cocción es rápida. El procedimiento es sencillo, se hierve el agua en una olla y se vierten las arvejas. Se agrega un poco de sal y mantienen a fuego medio por poco tiempo. No se deben hervir por mucho tiempo, porque se pierde la fragancia y color.
Las arvejas maduras o secas necesitan un poco más de cocción. De igual modo, se pueden dejar en remojo por unas horas antes de llevarlas al fuego. Si es del agrado puede agregarse algo de verduras. Se sirven calientes o frías, en diferentes tipos de comidas sopas, guisos, cremas y ensaladas.
Esta legumbre posee un alto compendio de Hidratos de Carbono por lo que se debe limitar su consumo. No es recomendable ingerirla sin control debido a que su aporte calórico es entre 330 y 350 calorías por cada 100 gr.
Sin embargo, el hidrato de carbono que tributa este alimento se absorbe lentamente. Esto evita que se originen crecidas inmediatas de la glucosa en la sangre, por lo cual es un factor relevante que ayuda a manejar el sobrepeso o gordura. En este sentido, no contribuye a que las personas aumenten de peso.
Otra contribución de las arvejas es que contiene fibras, vitaminas y minerales. Este aporte, es causa de que al llegar los alimentos al estómago, se incremente la absorción de líquido. Este permanece allí por un período más largo, lográndose un alto poder de saciedad.
Es recomendable ingerir las arvejas combinada con otras provisiones. De esta manera se logra comer menos cantidad resultando un acompañante más del plato o preparación.
Debido a la presencia de oligosacáridos, como la rafinosa y estaquiosa, el organismo no es capaz de digerirla fácilmente. Esto trae como incomoda consecuencia la producción de flatulencias.
Una forma de evitar esta consecuencia es hervir las arvejas un determinado tiempo, en exceso de agua. Apagar el fuego, dejarlas reposar y descartar esa agua. Luego se ponen a cocinar con agua limpia.
Otra secuela desfavorable y poco conocida que se origina por el consumo de esta legumbre es el favismo. Es decir, pérdida de glóbulos rojos, que ocurre en las personas con deficiencia de la enzima G6PDH deshidrogenasa. Esta molestia solo aqueja a hombres, las mujeres son transportadoras, sin presentar síntomas.
Algunos síntomas propios de esta enfermedad son los de la anemia: lividez, agotamiento, fiebre, vértigos, y otros. No existe un tratamiento, lo único que puede hacerse para evitarlo es no comer las arvejas. Se observa con más frecuencia en las fajas mediterráneas, afectando entre un 0,1 % y 1 % de los individuos.
Ramos, Marlene. (2021). Arveja. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/arveja/
