Caballo
Así como los canes, existe otro animal que ha acompañado al hombre durante siglos, y se trata del caballo. No solo le ha servido de compañía, sino que además ha contribuido al desarrollo productivo, monetario y cultural de la humanidad. Por su solemne belleza, inteligencia y pasión, se ha adaptado a diversas actividades.
El caballo, cuyo calificativo científico es Equus ferus caballus, es un cuadrúpedo perisodáctilo domado. Sin lugar a dudas, es de los animales más hermosos, nobles y ágiles que existen en este mundo. Lleva años evolucionando y ha estado con el hombre en ese proceso.
Su domesticación se dio hace unos 3.600 años a. C., en la región de Kazajistán, hoy Asia central. Como familia de esta especie se cuentan tres tipos de mamíferos indómitos: Las cebras, naturales de África; los asnos, como el asno salvaje africano, así como el kiang y el onagro, residentes de Asia.
Es un animal de gran porte, cuello largo y combado, con abundante y largas crines y orejas erguidas. La fémina se conoce como yegua. La cría, si es macho, se le llama potro o potrillo, y si es hembra se denomina potra o potranca.
La información taxonómica del caballo se puede resumir de la siguiente manera:
En el pasado, el caballo era de cuerpo pequeño. Vivió hace 55 millones de años, en Norteamérica. Su altura osciló entre 20 y 40 cm, similar a un perro. De lomo corvo, con 4 dedillos en las patas delanteras y 3 en las traseras, acabando en uñas muy fuertes.
Se cree que del Eohippus vienen todos los équidos, incluso la clase Equus. Comían las hojas tiernas de malezas, sus dientes eran adecuados solo para ello. Los ojos eran más centrados en la cabeza, lo que les impedía ver mejor. Mediante una gran evolución, en diferentes hemisferios, se llega hasta el caballo que se conoce hoy día.
El Hyracotherium uno de los miembros más antiguos, evolucionó y desarrolló su altura a 115 cm y perdió sus dedos para hacerse mono dáctilo. Luego, en la era del Mioceno, emergen Hypohippus y Anchitherium, géneros que habitan Eurasia desde América del Norte. Otro descendiente fue el Pliohippus.
El Pliohippus, es el primer predecesor de solo un dedo, precedente al Pleshippus y de su sucesor, el caballo actual. O sea, el género Equus, que aparece hace 5 millones de años, en el Plesitoceno. Es el único género de la familia que sobrevivió gracias a su potencial de acomodación.
El caballo, posee cuantiosos datos sorprendentes que muchos desconocen. Como por ejemplo, que sus dientes nunca dejan de crecer. Esto debido al desgaste continuo, al que están expuestos.
Otra curiosidad llamativa, es el tamaño de sus ojos, sólo la ballena, el avestruz y la foca lo superan. Igualmente, la posición de los mismos le permite una visión panorámica. Su visión es bastante amplia, posee enfoque monocular y binocular. Ve cosas distintas con cada ojo, y con los dos ojos a la vez.
No distingue todos los colores, solo algunos. Tienen el sentido del olfato muy desarrollado, por lo cercano del órgano olfativo al cerebro. No pueden vomitar, por lo que sufren mucho de cólicos. En caso de intoxicación o indigestión muy fuerte, muchas veces mueren.
Este cuadrúpedo necesita de una adecuada nutrición que lo proteja de incidentes de salud. Es poseedor de un sistema digestivo delicado, pues su estómago es capaz de digerir solo una pequeña cantidad de alimento, ya que es de un tamaño bastante chico.
Son animales herbívoros, que se nutren de una gran diversidad de hierbas, pasto, heno y gramíneas. Sin embargo, para el caballo doméstico, el alimento clave y primordial lo constituye el heno. Este debe ser examinado, que no posea moho y polvo, que es dañino para estos animales.
El forraje, es carbohidrato básico para su organismo. Se recomienda que consuma de 6 a 9 kg al día, o lo que equivale al 1 o 2% de su peso en heno. Es importante tener en cuenta, además, que un caballo demanda gran cantidad de agua potable. El agua dulce es algo esencial en su alimentación. E igualmente la cantidad apropiada de sales y minerales.
Es una especie que se adecúa bastante bien a espacios disímiles. No obstante, conserva su instinto de animal salvaje. Si bien, dependiendo de la raza, su ambiente natural será uno u otro, desde una pradera hasta un desierto.
Sea cual sea el medio ambiente original del caballo, se adapta perfectamente a los cambios. Siempre que se le proporcione cariño, buen trato y confianza, se rendirá cien por ciento, deponiendo a un lado su disposición natural.
Los caballos salvajes pueden descubrirse en desiertos, llanuras y praderas de Asia y África, pero en la actualidad no quedan muchos como resultado de la caza de los mismos. Las categorías domesticadas logran encontrarse en todos las zonas del mundo.
Mundialmente, existen 86 razas de caballos. La mayoría son utilizados para fines deportivos. Entre ellas destacan:
Los caballos llegan a la madurez sexual a los cuatro años. Edad en la que se considera están capacitados para dar origen a crías fuertes y sanas. Sin embargo, su edad reproductiva puede comenzar en la pubertad, entre los 15 y 24 meses la hembra y entre los 14 y 18 meses el macho.
Previo al apareamiento, el caballo y la yegua, ejecutan ciertas actividades, ya que impera una fase de cortejo. En este ritual la yegua juguetea, entretanto el caballo la va subyugando poco a poco. Hasta que en cierto momento la yegua manifiesta su rendición y en ese punto ocurre el apareamiento.
El embarazo dura unos 11 meses, alrededor de 340 días. Si bien, hay ocasiones en donde se prolonga hasta un año, habitualmente cuando la cría es un macho. El parto es de una cría, muy raramente, ocurre el nacimiento de más de un hijo.
El parto o alumbramiento, no dura más 15 minutos. La primavera, se considera la mejor época para el nacimiento de los potros. En esta época el alimento es más copioso y las circunstancias climáticas son más agradables y menos extremas.
En general, no está considerado el caballo en peligro de extinción, aunque sí existen especies que pueden estar corriendo este riesgo, entre ellas:
La única subespecie salvaje, que existe, la del caballo mongol, de Mongolia. Estuvo, el siglo pasado a punto de desaparecer. Para ese tiempo se logró evitar, pero sigue bajo la amenaza de desaparecer; no supera los mil ejemplares en todo el planeta.
La raza Akhal-Tekes, es una especie que corre peligro de desaparecer. Solo existen unos 6.600 caballos en el mundo, en especial en Turkmenistán, su país de origen.
Algunos ejemplos de caballos que destacan a nivel mundial son: El caballo más costoso del mundo, según publicación de The Sun, medio de comunicación inglés, es el caballo Galileo, muy cotizado hoy día. Fue campeón de carreras, y ya está retirado. Se han ofrecido hasta 800 mil dólares, para que insemine a algunas yeguas. Está tasado en 200 millones de dólares.
Otro es el considerado como el equino más bello del mundo, es el caballo de la raza Akhal-Teke, de Turkmenistán, país pequeño del centro de Asia. Es el símbolo nacional de este país. Difícilmente se puede quedar indiferente ante la belleza de este caballo.
Son conocidos como los caballos dorados, ya que su pelo posee un brillo que los hace ver como metal. Así mismo, sus ojos, de un maravilloso color azul, es otro de sus aspectos resaltantes. Esta raza es muy fornida y su prestigio es de ser muy veloz, resistente e inteligente.
Por último, se menciona al caballo más grande. La revista Récord Guinness acepta que es el caballo Poe, de Ontario, Canadá, este tiene el mayor tamaño de todos los existentes en el mundo. Posee una alzada de 3 metros. Su predecesor, con este mismo título, fue Big Jake, con una altura de 2,10 metros.
Ramos, Marlene. (2021). Caballo. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/caballo/
