Harina de garbanzo
Las harinas se logran al moler algunos tipos de cereales, transformándolos en material fino y libre de cascarillas. En general, se consigue lo que se conoce como harina integral. Es posible obtener harina de casi todo tipo de grano, cereal o bulbo. La más popular es la de trigo, pero hay una que está ganando terreno en el mundo culinario, y se trata de la harina de garbanzo.
Esta harina, también denominada chana, es un alimento obtenido de la pulverización de los granos del garbanzo, sin cocer o previamente tostados. Es un producto especialmente tradicional en la cocina hindú, donde se elaboran una diversidad de recetas que emplean dicha harina.
También se consigue en el Occidente donde su ingesta se ha popularizado, aunque no con la misma frecuencia que otros tipos de harina.
Esta harina es el resultado de triturar los garbanzos secos y reducirlos a partículas. La harina conserva, al igual que los garbanzos, un color entre castaño claro y amarillo. Es un polvo más aromático que la harina de trigo tradicional. Su sabor es ligero y parecido al de los frutos secos.
Es considerada bastante más beneficiosa que otras harinas tratadas y procesadas. Es utilizada en numerosas ocasiones en la cocina, como remplazo de la harina de trigo. Con ella se preparan masas, pasteles y panes, otorgándoles un interesante aroma y un gusto muy peculiar.
La propiedad más resaltante de la harina de garbanzo, es su falta de gluten. Por lo tanto es rica en proteína vegetal y numerosos minerales. Es de destacar el gran aporte de hierro que tributa, el cual llega a triplicar el de la carne.
Otra de sus mayores contribuciones es la gran cantidad de fibra y proteína vegetal de la que goza. También posee un importante número de ácidos grasos como el conocido Omega 6.
Además, consta de hidrato de carbono sano que se absorben lentamente. Dentro de las tantas vitaminas que ostenta, resalta su gran contenido de componentes vitamínicos del conjunto B: tiamina – B1, riboflavina – B2, niacina – B3, piridoxina – B6, folacina – B9. De igual manera vitaminas tan indispensables al cuerpo, entre ellas: la vitamina A, la vitamina C y la vitamina E.
El uso más relevante de la harina de garbanzo es en la cocina, empleándose como componente en la elaboración de confitería y repostería. Así como en la preparación de apetitosas salsas o natillas para untar a las cuales se agrega para que incrementen su espesor.
En oriente es extremadamente conocida y se emplea para preparar una extensa variedad de recetas, que incluye platos calientes y fríos, postres y comida salada aportándoles valor nutritivo.
En occidente, es de gran ayuda en las dietas sin gluten, ya que sustituye la harina de trigo y, al mezclarse con esta se obtiene el pan ácimo. Los vegetarianos de todas partes, especialmente los veganos, sustituyen los huevos por la harina de garbanzo. La mezclan con agua o cerveza para obtener una firmeza y jugosidad equivalente, luego le agregan condimentos y la cocinan como una tortilla normal.
En zonas costeras de España, es habitual utilizarla en frituras de pescado y elaboración de tortillas de camarón. Además en tapas muy típicas de la bahía de Cádiz. Equivalentemente en Italia se consume esta fécula, en una comida tradicional conocida como Fainá. Con la harina de garbanzo las frituras y empanizados resultan más bruñidos y crocantes.
Entre los productos que incluyen garbanzo en polvo en su elaboración se tienen:
Si bien, cada vez es más factible localizar la harina de garbanzo en los supermercados, existe la manera de prepararla rápida y fácilmente en casa. Lo que se precisa para hacerla son semillas completamente secas y en estado crudo. De igual modo, un buen molino de alimentos y un tamiz o colador.
Se colocan los granos dentro del procesador y se muelen hasta que queden bien triturados o pulverizados. Luego se pasan por el tamiz o colador, para eliminar cualquier impureza o elemento no fino. Es un procedimiento sencillo para aquellos que piensan que lo casero sabe mejor y que termina siempre siendo más económico.
Entre las virtudes que se obtienen al consumir harina de garbanzo, se encuentran:
Esta harina de garbanzo es común encontrarla en países Orientales como la India. Por supuesto, es más difícil de hallar en occidente, porque su empleo en estos países todavía no es tan habitual. Sin embargo, gradualmente se ha ido incrementando la oferta del producto motivado al auge de las dietas libres de gluten.
Por ello, actualmente se puede encontrar en mayores establecimientos y supermercados, que hace unos años atrás. No obstante, su precio, en algunos casos, es elevado lo que contribuye a que su consumo sea menor. Otra forma de conseguirla es vía online, encontrándola fácilmente en varias partes. Por este medio pueden compararse los precios y elegir la harina más módica.
Esta harina es sumamente rica en nutrientes y de propiedades sobresalientes. Esto hace que su uso sea propicio para cualquier dieta, otorgando una vida dinámica y saludable. Sin embargo, no puede afirmarse categóricamente si esta harina contribuye a engordar, ya que depende de los alimentos que la acompañen. También depende de la dieta requerida por el organismo y la forma de consumirla.
Comúnmente se podría expresar que engorda por sus altos niveles calóricos, unas 387 calorías por cada 100 gramos de este alimento. Contrariamente hay quienes dicen que no engorda pues muchas personas la emplean para perder peso, ya que carece de gluten y ayuda a reducir el azúcar en la sangre.
Significa pero todo depende de qué tanto se consuma, quienes lo hacen y como la utilizan. Se sugiere a los interesados en el tema a buscar orientación especializada antes de realizar algún tipo de régimen dietético.
Algunas consideraciones a tomar en cuenta al momento de consumir la harina de garbanzo, son:
Castro, Laura. (2021). Harina de garbanzo. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/harina-de-garbanzo/
