Petauro del azúcar
El petauro del azúcar es un mamífero marsupial, salvaje y exótico. Científicamente lleva el nombre de Petaurus Breviceps, pero comúnmente se le suele denominar falangero del azúcar o sugar gliders. por su calificativo en inglés.
Petaurus Breviceps, su nombre científico, significa equilibrista de cabeza corta. Hace referencia a su gusto por las alturas y a saltar de árbol en árbol. Es un mamífero pequeño, físicamente similar a las ardillas voladoras. Aunque, se diferencian en la dentadura, en su cola que no es aplastada y en la presencia de un marsupio en las hembras.
El petauro del azúcar es un atrayente animal, gracioso y particular, con requerimientos especiales en su alimentación y bienestar ambiental. Son de color gris plata y su larga cola le permite desarrollar saltos entre los árboles desplazándose de rama en rama. La longitud de su cola le ayuda a mantener la prestancia en lo alto de los árboles. Además la utilizan como timón durante los vuelos.
Se agrupan en la naturaleza, en lotes de 8 a 10 miembros, necesitando de mucho espacio. Son muy limpios y no toleran vivir en cautividad. Por su llamativo aspecto, hace ya unos 15 años que se empezaron a ver como mascotas pero hasta ahora empezaron a adoptarlas en todos los hogares del mundo.
La clasificación taxonómica del petauro del azúcar refleja la siguiente información:
El petauro del azúcar es de cabeza corta con un hocico puntiagudo de color rosa. Sus ojos y orejas son grandes. Posee una alargada cola casi del tamaño de su cuerpo y la cubre un copioso pelo. La mueven a voluntad; es del tipo tenazas, pero no logra soportar su cuerpo con ella como el caso de otras especies.
A los costados del cuerpo ostenta una túnica, es lo que se llama en algunos mamíferos patagio. Esta brota del quinto dedo de la mano hasta llegar al dedo pulgar del pie. Es así que con la túnica y las extremidades extendidas pueden planear saltos de la rama de una planta a otra. Utilizan la cola como timón.
Mide de 14 a 19 cm, desde la boca hasta el extremo de la cola. Los machos son más pesados y grandes que las hembras, pesan entre 115 y 160 grs y las hembras de 100 a 130 grs. Viven normalmente de 10 a 12 años, no obstante algunos logran llegar a los 20 años.
El color central es un gris plateado y se observa un tono en marrón en los petauros salvajes. Los atraviesa una franja negra desde el hocico hasta el inicio de la cola. En la mitad del área es de color blancuzco. Los ojos están rodeados por una máscara oscura. Sus orejas están rematadas en color negro.
En medio salvaje los petaucos son animales traviesos, si bien desconfiados de los extraños. Se destaca que es bastante dificultoso domar a un adulto. Los pequeños se adaptan muy rápido a las personas, solo con acariciarlos mucho durante los primeros días en el hogar, logran ser nobles mascotas.
Son variedades de costumbres nocturnas y arborícolas. La generalidad de sus actividades las desarrolla en la noche. Son muy enérgicos y viven en lo alto de los árboles. Les gusta correr, brincar y recorrer largas distancias cada noche, para conseguir su comida.
El olfato es un medio importante en la comunicación de los individuos. Igual lo es el mantenimiento del territorio hogareño. El macho tiene una glándula delantera, una esternal y 3 glándulas urogenitales o paracloacales. Con las secreciones de estas glándulas, acostumbran a marcar el espacio y a otros elementos de su grupo natural.
Las hembras depositan trazas de olor a través de las glándulas marsupiales y urogenitales. Este hedor corporal proporciona detalles sobre la pertenencia familiar. Igualmente sobre la jerarquía, inclinación para el apareamiento y otros aspectos apreciables de la vida en grupo.
La comida del petauro del azúcar es omnívora y de lo más simple. Lo fundamental de su dieta son frutas y vegetales, savia de las ramas y sustancias ricas en glucosa, como el néctar de las flores.
Complementa su alimentación con alimentos proteicos, entre estos se encuentran los bichos como los grillos, polillas, arañas, escarabajos y las larvas de insectos. A la par es capaz de capturar aves y mamíferos de poco tamaño, como pájaros y roedores infantes.
Son animales que eligen los bosques, allí habitan en las oquedades de los árboles las cuales tapizan de hojarascas para organizar un nido. En el proceso, remueven las hojas con las manos mientras se conservan suspendidos con los pies.
Se cree que para apiñar y transportar el material recogido para el nido, los petauros del azúcar, emplean su cola levemente prensil. Ocupada la cola, no pueden planear, es así que en estos tiempos se trasladan corriendo.
Si la temperatura en el ambiente es baja, no salen del nido, se dan calor recíprocamente o entran en un estado de torpor en las horas más frías del día. Durante el torpor, la temperatura del cuerpo puede descender a unos 11 o 19°C.
Estos animales acostumbran hacer grupos familiares de unos siete individuos entre adultos y crías. Ordinariamente uno o tres machos adultos se delegan para proteger el territorio. La comunicación vocal es rica y variada en los petauros. Poseen una audición excelente y están capacitados para provocar una gama suficientemente amplia de voces.
El medio original de los petauros del azúcar son los bosques abiertos. Son originarios de Australia, encontrándose al norte y al este de dicho país. Son comunes en la isla de Nueva Guinea.
También en las islas adyacentes, que comprende a Nueva Bretaña. Tambien se sitúan en las Islas Molucas, Indonesia. Se han descubierto en Tasmania donde poco a poco se fue introduciendo.
El macho obtiene el desarrollo sexual a los 5 meses, las hembras lo hacen alrededor de los nueve meses. En libertad, los sugar glider se procrean una vez al año. En cautiverio, suelen tener crías dos o tres veces, influye en ello las condiciones climáticas y lo adecuado de su dieta.
Por cada parto nacen uno o dos petauros. Su ciclo de gestación es corto, de unos 16 días. Los hijos nacen muy inmaduros, y se trasladan desde el útero al marsupio. Nacen sin pelos y un peso intermedio de unos 0,19 gramos.
Llegados al marsupio, se sujetan a las mamas para lograr alimentarse; permanecen así dos meses, desarrollándose. En todo ese tiempo, la cría está físicamente identificada con su madre. Si se les desliga se provoca daño, tanto a ella como a las crías, ocasionándoles a éstas la muerte.
Transcurrido unos tres meses, las crías se separan y emancipan de sus progenitores. Los petauros masculinos se implican activamente en el cuidado y nutrición de los pequeños.
La respiración del petauro del azúcar es pulmonar. Tienen órganos principales para respirar que son los pulmones. Como todo mamífero tiene un músculo transversal, conocido como diafragma que se usa para mover los pulmones.
Obtienen el oxígeno del aire, el cual es inspirado por la nariz o la boca; estos son los responsables de filtrar el aire que entra al organismo. El aire es traído a través de la garganta hacia la tráquea.
La tráquea está dividida en dos canales de aire denominados bronquios, que a su vez están ramificados dentro de cada pulmón en conductos muy pequeños llamados bronquiolos. El aire finaliza en los alveolos, donde ocurre el intercambio de gases. La distribución del oxígeno al cuerpo es ahora tarea del sistema circulatorio.
La supervivencia del petauro del azúcar no es un tema alarmante todavía, porque no se halla en peligro de extinción. Está calificado como una especie con protección menor. Contrariamente al notable detrimento de sus hábitat naturales. Por esta razón, durante los últimos años, se han amoldado a vivir en zonas selváticas más remotas.
Muchos de ellos se encuentran en hogares como mascotas. Sin embargo, a pesar de ser queridos, la falta de conocimiento de sus dueños ocasiona que no estén bien atendidos. Hay una cantidad que cada año llega a centros de acogida y refugios en mal estado. Esto es una prueba de la inatención que tienen.
En resumen, los petauros deben vivir en su hábitat natural, en libertad. No se debe fomentar su comercio, ni modas irrazonables como tenerlos de mascotas. Su preservación ha sido considerada digna de estudio aun cuando no están amenazados. Esto debido a que en cualquier momento la situación puede cambiar y es mejor ser precavidos.
A nivel local, estatal y federal, en Australia estos marsupiales están protegidos. La ley de la conservación del medio ambiente y la ley de conservación de la biodiversidad preservan al petauro como un animal nativo e invulnerable.
Castro, Laura. (2021). Petauro del azúcar. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/petauro-del-azucar/
