El zinc, o cinc como también se le conoce, es un elemento químico de la tabla periódica. Es muy común, con valor biológico y de diverso empleo en la industria, esencialmente como parte de fusiones metálicas. Es fundamental para los seres humanos y algunos animales, ya que interviene en muchos procesos que ocurren en el organismo.
Es un mineral esencial para el organismo. Es un metal muy reactivo y catalogado como metal de transición. Químicamente aparece fichado con el número atómico 30. Es un elemento del grupo 12 de la tabla periódica. Su símbolo es Zn, derivado del nombre primitivo Zink, en alemán. A su vez proviene de Zinken, que significa dientes o picos, alusivo a su aspecto filoso.
Es reconocido por el hombre desde épocas antiguas, antes de conocerse sus propiedades elementales. Los romanos lo llamaban aurichalcum y lo obtenían caldeando un crisol de cadmia o calamina con cobre. En regiones antiguas de Transilvania, se han hallado formas de latón con 87 % de zinc.
El científico suizo Paracelso, siglo XVI, lo formularía como metal con propiedades propias, denominándolo zincum. Anton von Swab y Andreas Marggraf, años 1.742 y 1.746 respectivamente, lo aislaron por primera vez. Marggraf escribió un tratado tan específico sobre el zinc, que es considerado hoy, el descubridor de este metal.
Aparece como el número 23 de los elementos más abundantes de la Tierra. Es un elemento esencial en el metabolismo de los seres vivos. Su deficiencia se relaciona con ciertas irregularidades en el mismo. En la industria, el zinc es bastante empleado, en especial para tratar otros metales, como las aleaciones.
El zinc se clasifica como metal de transición, si bien rigurosamente no lo es. Está como metal que puede ser estable por si mismo sin requerir de una reacción con otro componente. Si la última capa de valencia no tiene los electrones para estar perfecta, los obtiene de capas internas.
Es un elemento metálico, parecido al magnesio y al cadmio, muy activo como elemento químico, desde este aspecto es divalente en sus mezclas, soluble en ácidos, libera átomos de hidrógeno y forma iones cationes (Zn+2). En solución alcalina forma tetra-hidroxozincato (Zn [OH] 2-4).
En medio natural se oxida velozmente. No arde tan fácilmente, produce una flama verde azulina y humo de óxido de zinc. Entre sus propiedades físicas destacan su color casi plateado o grisáceo. Es maleable, dúctil y discretamente duro, puede enrollarse y tensarse con facilidad. Es buen conductor del calor y electricidad.
No se considera ferromagnético, su punto de fusión es 419,5 °C, de ebullición 907 °C y su densidad es de 7,13. Es un elemento poco encontrado en la capa terrestre, sin embargo, es fácil de obtener.
El zinc es un elemento muy importante en la vida del ser humano. Tanto en su funcionamiento personal, como en el uso industrial.
Es un mineral que se precisa para el crecimiento y sostén del cuerpo. Está presente en numerosos sistemas y acciones biológicas. Necesario para la actividad adecuada del sistema inmunológico.
De igual manera desempeña un rol clave en la preservación de la vista, tiene efectos contra los virus o resfrío común. Hoy día está siendo recomendado para fortalecer el sistema de pacientes con COVID 19. Cura heridas, coagula la sangre, ayuda en la tiroides, y mucho otros usos en pro del bienestar de las personas.
Un déficit puede alterar la visión, depresión, anemia, causar infertilidad masculina, diabetes tipo 2 y VIH. Estas pueden ser atacadas consumiendo un complemento de zinc.
Industrialmente el principal empleo del zinc, un 50% del uso al año, es en el revestido del acero. Lo protege de la corrosión, actuando como ánodo de sacrificio. Se usa en planchas de zinc para techados y otros usos en el sector construcción. Se emplea en polvo para la elaboración de pinturas y esmaltes.
Del mismo modo, se usa en partes de fusión inyectada en la producción de auto moción. En las baterías de Zn-AgO, que se destinan a la industria aero espacial, para misiles y cartuchos. Además baterías zinc-aire para las computadoras portátiles. En la siderurgia de los metales preciosos y en la separación de la plata del plomo.
La industria de cosméticos se vale del zinc, para elaborar protectores solares y champús anti caspa. Otras aplicaciones son en la gingivitis, pasta dental de 0.2 a 2 % de citrato de zinc. Enjuague bucal con 0.4 % de sulfato de zinc. Para el mal aliento, enjuague con Halita y Meridol.
En los procesos, provoca el dinamismo de unas 100 enzimas.
El organismo no posee la capacidad de sintetizar zinc, por ende, es necesario obtenerlo mediante la dieta. Afortunadamente se halla presente en cantidad de alimentos, entre los más abundantes se tienen:
Las ostras, que son la mejor fuente de zinc; camarones, mejillones, pescados, langostinos, mariscos y los crustáceos en general. Las carnes rojas y blancas, como carnes de ave, vaca, cerdo y cordero; incluidas las vísceras.
Las habas, frijoles, garbanzos, semillas de calabaza, frutos secos, cereal integral fortificado, productos lácteos, chocolate negro, que también aportan el zinc. Las hortalizas y la yema de los huevos.
Hay personas con mayor riesgo de presentar una deficiencia de zinc, como atletas de resistencia, vegetarianos, veganos, mujeres embarazadas, alcohólicos. Todas estas deben procurarse la ingesta de los alimentos citados de forma constante.
La cantidad diaria recomendada es de 15mg/día. Sin embargo, considerando la poca absorción puede consumirse algo más. Bien sea que se emplee en la piel o se tome por vía bucal que no excedan los 40 mg/día. Tampoco son recomendables los aditamentos de zinc de costumbre o rutina, sin la supervisión de un experto en salud.
La cantidad diaria de zinc a ingerir dependerá de la edad. El consumo promedio indicado de este mineral se encuentra entre los 10 mg. Deben ser menos miligramos para los bebés, infantes y adolescentes, ya que tienen un peso corporal menor. Y un poco más para las mujeres embarazadas y las que están lactando.
El zinc, actualmente, se ha vuelto bastante popular en la medicina de la piel o dermatología. Estudios en este campo, han demostrado que contribuye en el tratamiento de estos padecimientos, entre los cuales destacan afecciones como el acné, dermatitis, tumor en células basales, herpes, soriasis, verrugas y rosáceas. Protege contra el daño oxidativo y participa en la cicatrización de heridas.
Una de las formas de usarlo es aplicarlo tópicamente, bien sea como linimento o crema, o bien, por vía oral, como pastilla. En general, se puede aplicar en la piel de forma segura, en la mayoría de los adultos. Debe tenerse cuidado, si la piel está abierta, porque puede ser causa de quemaduras, irritación, picor y hormigueo.
Es un mineral que reduce la grasa en la piel, la cual puede propiciar la aparición de bacterias, que logran avivar las enfermedades, máxime si el sistema inmune está disminuido por una insuficiencia de zinc. Además, se emplea en herpes labial, de 0.025 a 0.25 % de sulfato de zinc. En úlceras de las piernas, dadas por mala circulación, pasta con 25 % de óxido de zinc.
El zinc es un oligoelemento importante que todas las personas precisan para conservarse sanas. No está considerado que el zinc pueda causar problemas de obesidad.
El zinc como tal, no es un metal tóxico, pero sí lo son algunos de sus agregados tales como el sulfuro y el óxido de zinc. Es necesario para la vida, pero ingerirlo en exceso puede acarrear inconvenientes de salud.
Ejemplo de síntomas del consumo excesivo de zinc son: fatiga, vómito, falta de apetito, dolor estomacal, diarrea y dolor de cabeza. Si el zinc ha sido consumido por largo tiempo, pueden manifestarse diversos trastornos. Entre ellos bajo nivel de cobre, escasa inmunidad y nivel bajo de colesterol HDL, colesterol bueno.
El zinc es un elemento muy reactivo, que forma habitualmente óxidos, tal como el óxido de zinc, ZnO, el más empleado como semi conductor. Igualmente son ampliamente conocidos el sulfuro de zinc, ZnS; el sulfato de zinc, ZnSO4 y el cloruro de zinc, ZnCl2, de considerable aplicación en la industria.
Castro, Laura. (2021). Zinc. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/zinc/