Alfalfa es un vocablo árabe de origen pérsico, que se traduce como el mejor forraje. Se le asignó a una planta usada para alimentar a los caballos. Se cree, que para el año 490 a. C llegaron a Grecia algunas semillas de ella en el pienso de la caballería persa. Desde entonces se fue expandiendo; y actualmente se encuentra en todo el mundo. A pesar de seguir siendo, por excelencia, un alimento para animal, los humanos también empezaron a beneficiarse de ella. Cada día se incrementa el consumo de sus brotes tiernos en saludables recetas.
La alfalfa es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia botánica Fabaceae o leguminosas, al igual que las lentejas, guisantes, garbanzos… Científicamente se denomina Medicago sativa.
Tiene un elevado valor nutricional muy beneficioso para la salud humana. También es un excelente producto con alto potencial de rendimiento utilizado como forraje en la alimentación animal.
La alfalfa, es una leguminosa muy ecológica, fácil de cultivar y altamente comercializable. Constituye un nutritivo alimento. Para los humanos la parte comestible es, esencialmente, sus brotes los cuales tienen un intenso sabor. Se cultiva en grandes cantidades para pienso de animales.
Su clasificación botánica es la siguiente: Reino Vegetal, Clase Angiosperma, Subclase Dicotiledónea, Familia Leguminosa, Género Medicago, Especie sativa.
En cuanto a la morfología, la raíz es pivotante, robusta y bastante desarrollada. El tallo es herbáceo, delgado, erecto y muy ramificado. Las hojas son trifoliadas y las flores conforman densos racimos laterales de 10 a 20 flores cada uno, que nacen en las axilas. El fruto, son vainas espiraladas con variación en el número de espiras y semillas.
La alfalfa es originaria del Asia Occidental y del Cáucaso. Su producción data de unos 2500 años atrás. Para ese momento lo usaban para alimento de las caballerías.
Fue introducida a Grecia, posteriormente a otras naciones de Europa, incluyendo a España; en este continente se plantó por más de 20 siglos. A inicios del siglo XVI fue llevada a América. Se adapta muy bien a climas fríos y calurosos.
Las semillas de esta planta son germinadas para obtener unos brotes que son consumidos en la dieta de las personas aportando múltiples nutrientes. También se aprovechan las hojas y otras partes para uso medicinal.
Hay muchísimas variedades de alfalfa dependiendo del país; se cultivan principalmente con fines comerciales, para la nutrición animal. Algunas de ellas son:
Es una planta muy utilizada en la gastronomía de las personas y con fines medicinales. Otro de sus mayores usos es en la cría y desarrollo de los animales.
Son numerosas las propiedades que se le adjudican a esta planta: Antipirética, antiinflamatoria, cardiotónica, diurética, antioxidante, fungicida, antiespasmódica, antihemorrágica, antibacteriana, hipoglucemiante.
Todo esto debido a sus importantes componentes, entre ellos: Minerales calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, sodio, zinc. Vitaminas del grupo B, B1, B3, B5, B7, B9, B12 y vitaminas C, D, E, K y P.
Del mismo modo, posee aminoácidos como la fenilalanina, arginina, leucina, treonina, lisina y valina, así como sustancias estrogénicas. Es rica en lipasa, coagulasa, invertasa, amilasa, emulsina, peroxidasa, proteasa y pectinasa, lo cual son enzimas digestivas que le otorga unas propiedades fenomenales en la digestión de los alimentos.
Contiene un 2% de saponinas. Es una fuente de proteínas vegetales. Aporta flavonoides, fitoestrógenos y fitoesteroles, pigmentos naturales que protegen del daño ocasionado por agentes oxidantes, sean rayos ultra-violeta o sustancias químicas.
Todos los beneficios de la alfalfa son aprovechables por sus consumidores, quienes además disfrutan de un alimento sano y diferente.
Se consume de variadas formas siendo la más frecuente la ingesta de los brotes frescos, es decir sin cocinarlos. Para obtenerlos se puede recurrir a los mercados pero podemos germinar la alfalfa en casa. ¿Cómo lo hacen?
Muy fácil, siguiendo estos pasos: Lavar bien las semillas especiales para brotes y colocarlas con agua en un frasco de vidrio previamente desinfestado. Cambiar el agua por lo menos dos veces al día hasta que germinen. Enjuagar los brotes antes de ingerirlos.
Otra forma de consumir alfalfa es utilizando las hojas en ensaladas, sopas, purés, guisos, rehogadas, igual como se comen otras verduras similares. Su uso en infusiones es otra opción; para hacerlas cualquier parte de la planta sirve: raíz, tallo, semillas, flor y por supuesto las hojas.
También, pueden hacerse licuados con las hojas o agua de alfalfa usando las hojas y agregándole gotas de limón o rodajas de piña. Se refrigera para beberla.
Es pertinente destacar que el consumo de los germinados tiene algunas contraindicaciones. No pueden ser utilizados por mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Ni por personas que tengan tratamientos de acción anticoagulante, padezcan de gota o afecciones autoinmunes. Sobre todo cuando se usa como remedio, no puede excederse el tiempo de ingesta.
De esta planta es mejor consumir la semilla germinada cruda, sin cocinarlos, igual que las hojas para las ensaladas. Pero, existen muchas recetas donde se agregan a las preparaciones en proceso de cocción, sean guisos de carnes, verduras o granos. No pueden someterse mucho tiempo al fuego si se desea mantenerlas enteras en el menú.
Por otra parte, las semillas de alfalfa se comen asadas, solas con un poco de sal o incorporadas a la masa para hacer pan casero. Algunos platos fáciles de hacer y sabrosos son: pechuga de pollo con germinados de alfalfa, habas con algas y germinados de alfalfa, sándwich de ensalada con germinados de alfalfa, pizza de atún con germinados de alfalfa.
La alfalfa no engorda, ya que son muy pocas calorías las que aporta. Además suministra fibra al organismo y muchos beneficios digestivos, lo que la convierte en un alimento de interés en regímenes para perder peso o de mantenimiento.
Sin embargo, es importante consultar con un especialista antes de iniciar una dieta que contemple el consumo diario y constante de esta leguminosa, bien sea de sus germinados u hojas. De esta forma, se previenen posibles efectos indeseados o perjudiciales.
Como ejemplos de la alfalfa se mencionan tres importantes variedades que han sido sometidas a estudio para observar su comportamiento agronómico. Ellas son: Alfalfa abunda verde, cuf-101 y sw-8210. Las tres variedades con fertilización fosfatada, reflejaron porcentajes de emergencia superiores a los de flor morada y también de mayor calidad por ende más beneficiosas.
Del Valle, Numiralda. (2021). Alfalfa. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/alfalfa/