En épocas remotas la algarroba ya era utilizada, pero se destinó por cientos de años a la alimentación animal. Fue en los tiempos de postguerra, debido a la escasez y al alto costo de productos como el azúcar, el café y el cacao, que se introdujo en la gastronomía humana. Aunque todavía sus vainas se emplean para la nutrición de reses, caballos, asnos, ovejas, cerdos y aves de corral, ha ganado terreno en el arte culinario. Curiosamente, el “alimento pobre” está de moda, así que te convendría conocer de qué se trata, para qué se utiliza y cómo podría beneficiarte.
La algarroba es la fruta del árbol algarrobo (Ceratonia siliqua), del género Ceratonia, y familia de las Fabaceae o leguminosas. Se asemeja a la vaina de las alubias, pero es más grande y con forma de cuerno. Se empezó a ingerir en tiempos de postguerra, como parte de ciertas bebidas parecidas al chocolate. Pero pasada la carestía su consumo mermó, hasta hace unos años que volvió a considerarse como una opción alimentecia, gracias al auge de productos naturales y saludables.
Diversas investigaciones han avalado su uso, debido a su versatilidad en la cocina, sus favorables propiedades y otras ventajas a nivel de producción. Así, que viejas recetas del pseudochocolate han retornado con intenciones de quedarse.
Es un fruto que crece en forma de vaina larga, semicurva y gruesa, con tonos marrones oscuros. Es seco, por lo que tiende a ser utilizado como alimento sólido o bebida. También se suele comer fresco o cocido.
Sus semillas son bastante duras, lisas y dulces, con gusto particular muy intenso. De fuerte y penetrante aroma, evoca al café recién colado, con matices de cacao amargo.
La primera vez que se consume puede resultar fuerte para algunos paladares, pero se asimila el sabor poco a poco. Cuando está procesado, en galletas o postres, resulta muy agradable, así como en la multiplicidad de opciones culinarias que lo contienen.
La algarroba proviene del árbol algarrobo, oriundo de la cuenca mediterránea, donde abunda desde la antigüedad. Es pariente lejano del algarrobo sur americano. Posiblemente desde Palestina e Israel llegó a Egipto, pasando a Grecia, Italia, España y el norte de África. Se cultivó muy bien en Portugal, uno de los principales productores, después de España.
Es un árbol perenne. Crece hasta 10 metros de altura y no suele desarrollarse en lugares altos. Prefiere los climas cálidos y soleados, así como los suelos calizos, con poca humedad. Se reproduce por semillas, y se siembra en otoño o primavera.
Ya crecido, su copa simula una sombrilla, con numerosas ramas de verde follaje, y un diámetro de unos 15 m. Las hojas se agrupan en pares y se desarrollan hasta conseguir de 10 a 20 centímetros de largo. El fruto es muy curioso, y crece en largas y flexibles vainas. Sin madurar es verde, grande, parecido a las habas.
Al madurar se torna de color castaño muy oscuro. En el interior posee unas duras semillas de forma almendrada, de diferentes tamaños, que pueden comerse tras un adecuado proceso de cocción. Son lisas y rígidas por fuera, pero por dentro tienen una pulpa blanda y glutinosa, de sabor dulzón.
De forma general se habla de dos tipos de algarroba: De vainas blancas y de vainas negras, siendo éstas últimas las de mayor extensión. Ambas difieren en muchos aspectos. Cada una tiene variedades con flores hermafroditas, masculinas y femeninas.
Entre sus múltiples propiedades nutricionales se destaca su alto porcentaje de azúcar natural; un 50%, entre fluctuosa, glucosa y sacarosa. Esto hace que sea un alimento sumamente energético (313 kcal por 100gr). Además, tiene 10% de proteínas, y minerales como potasio, calcio, silicio, hierro y, en menor concentración, macrominerales como el fósforo y el magnesio.
Aporta mucilago, fibra soluble indicada para la irritación de las vías respiratorias. Es una excelente fuente de aminoácidos esenciales, y contiene treonina, metionina, valina, isoleucina, leucina, fenilalanina y lisina.
Posee vitaminas D y del grupo B: B1, tiamina, B2, riboflavina, B3, niacina y pro vitamina A, beta-caroteno. Es rica en taninos, un fuerte antioxidante natural. Su escasa proporción de grasas es de excelente calidad. Posee resina, recomendada para el asma, además de flavonoides, anti-inflamatorios, antidiabéticos y neuroprotectores.
Cuenta con múltiples beneficios. Entre ellos:
Es usada en diversos campos, siendo más destacados los siguientes:
Es efectiva para tratar padecimientos digestivos como diarreas, úlceras, infecciones intestinales y dolores de estómago. Para esto se hierven a fuego bajo 30 gr de algarroba en un litro de agua, se cuela y se toman dos o tres tacitas al día. También haciendo una especie de pulpa es antidiarreica, absorbe elementos tóxicos del canal digestivo, disminuye las molestias del estómago.
Por sus fibras, pectina y lignina, provoca un impacto en la flora intestinal, que reduce bacterias y aumenta la flora de lactobacilos. La pectina, además es bactericida, coagulante, previene el cáncer, controla el colesterol, contribuye a formar mucosas celulares, saca elementos radioactivos del organismo.
Como si fuera poco, la algarroba cruda y molida, sin ninguna cocción tiene un elevado porcentaje de fitonutrientes y Nnutracéuticos con muchas propiedades terapéuticas. Tiene poder oxidante y alcalinizante, por lo que previene el envejecimiento prematuro y sube las defensas.
Si se come verde o cruda funciona como laxante, por lo que se sugiere batirla y mezclarla con otro ingrediente para encubrir el sabor. Tomándolo como zumo, es un diurético que mejora los riñones y baja la tensión arterial. Para tratar la faringitis se hacen gargarismos y enjuagues bucales. Mientras que para atacar las inflamaciones oculares se prepara una cocción y se lavan los ojos unas tres veces al día.
En la cocina tiene un lugar privilegiado por su adaptación a una variedad de alimentos, su gran valor nutricional y por ser fuente de energía. Su pulpa deshidratada es utilizada para elaborar un producto muy semejante al cacao, dulce y cremoso, que sirve para múltiples recetas.
Es indicada para todo tipo de dietas: normales, vegetarianas, veganas, crudistas, crudiveganas. Puede ser consumida por niños, adolescentes, personas convalecientes, adultos mayores, deportistas, celiacos, anémicos.
Se han elaborado formulas farmacéuticas, cosméticas y textiles a base de algarroba.
Las formas de consumirla son muchas.
La algarroba contiene muy poca grasa, es libre de gluten, aporta escasas calorías y tienen bastante fibra, por estas características es buscado por quienes desean perder peso o como medida de mantenimiento. Según sea la forma de consumirla, no engorda.
Como remedio casero esta fruta ofrece alivio a varios problemas de salud, pero la ingesta tiene que ser por poco tiempo, ya que no sustituye un tratamiento indicado por un médico. Es éste quien manifestara la pertinencia de continuarlo o no.
Abusar de su consumo, tanto en cantidad como en tiempo, puede acarrear contraindicaciones. Por ser de naturaleza astringente, puede impedir el adecuado funcionamiento de algunos procesos digestivos, causando oclusión intestinal.
Tampoco debe ser consumido por largo tiempo porque tiende a evitar la digestión de ciertos nutrientes. Es preferible que no sea consumida por mujeres embarazadas o lactando.
Del Valle, Numiralda. (2021). Algarroba. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/algarroba/