Lince ibérico
El lince ibérico forma parte de la línea evolutiva de los grandes carnívoros tigres, leones, jaguares y leopardos, de los cuales se separó hace tres o cuatro millones de años. Por su apariencia física se le asocia a los felinos. Sin embargo, está más próximo a un tigre que a un gato en la escala evolutiva.
El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de mamífero carnívoro. Pertenece a la familia Felidae, endémico de la península ibérica. Es un lince de pequeño tamaño. Su peso aproximado es la mitad del lince boreal o euro-asiático Lynx Lynx. Los masculinos mayores pesan una media de 13 kg, alcanzando algunos un peso de 20 kg y las féminas tienen un peso de 9 kg.
Debe decirse que, desde el criterio taxonómico, al lince ibérico frecuentemente se le ha calificado como una subespecie del lince boreal. Por esta razón su riesgo de extinción ha sido subestimado. La certeza de ser una verdadera especie se retrasó.
Entre la información taxonómica se tiene:
El lince ibérico es un felino de mayor altura que un gato doméstico. Tiene un físico robusto, sus pies largos y su cola corta con una especie de bola negra en la punta. Posee una figura delicada, con pies largos. Sus particulares orejas puntiagudas están finalizadas en un mechón de pelaje negro riguroso.
Posee patillas que caen de sus mejillas. Escasamente caen por abajo de la barba y crecen de dimensión con los años. Los varones poseen las patillas y los mechones negros más extensos que las féminas. Su fórmula dentaria es 3/3, 1/1, 2/2, 1/1 = 28.8.
Su coloración varía de pardo a grisáceo con los flancos moteados de negro, y tiene tres tipos de pelaje:
En la mayoría de las circunstancias, el lince ibérico habita de forma aislada y nómada. Es muy territorial, mostrándose más amigable en la época de apareamiento. Ágil cazador. Se acerca silenciosamente a la presa y brinca sobre ella con velocidad. Con menor frecuencia espera oculto que pase una presa.
Cuando las temperaturas máximas se incrementan, los linces ibéricos permanecen más períodos reposando, todo lo opuesto a cuando hay lluvias. Los jóvenes son básicamente crepusculares y diurnos.
Experimentan un acrecentamiento de sus movimientos nocturnos, después de su primer año de existencia. En el invierno, los linces ibéricos consiguen efectuar actividades las 24 horas del día, discrepando de sus hábitos casi estrictamente nocturnos en verano.
Cabe destacar el estudio de radio telemetría en el parque nacional del Coto de Doñana, España, que mostró linces principalmente nocturnos. Con la actividad centralizada en el crepúsculo y cuando los animales se movían de sus sitios de descanso diurnos, hacia los de cacería nocturna.
El lince ibérico es el único carnívoro calificado experto en la caza de conejos. Este animal corresponde del 80 al 90 % de su alimentación. También caza anátidas, ungulados, perdices, pequeños mamíferos y otras aves. La aparición de estas presas en su alimentación obedece a la época del año, de la disponibilidad de presas y de la región.
El 93 % de la dieta del lince ibérico durante la estación del verano está formado por conejos, que sufren de mixomatosis, enfermedad infecciosa. La proporción de conejos en la alimentación, disminuye levemente, en los meses del invierno cuando el número de individuos está en un punto bajo anual. En esta época, cazan cervatillos y muflones juveniles.
A lo largo de la costa sud-occidental española, los patos son su recurso alimenticio temporal. Esto es muy significativo desde marzo a mayo, durante la época de cría. Se ha considerado que las exigencias energéticas del lince ibérico equivalen alrededor de un conejo por día.
El lince ibérico se localiza en la selva y matorral mediterráneo, en terrenos muy restrictivos de la península ibérica. En España en muy pocas áreas, bien cuidadas y aisladas de la acción humana, mientras que en Portugal parece que ha desaparecido.
Este tipo de hábitat le suministra seguridad y pastos libres para atrapar conejos, que es el mayor porcentaje de su alimentación. En Portugal se están haciendo esfuerzos para la recuperación del hábitat de esta especie, como en la reserva natural de la Sierra de la Malcata.
El tamaño del espacio que requiere cada ejemplar está limitado por la carencia de presas probables. Como media, ocupa aproximadamente unos 10 km² en zonas abundantes en alimento. El territorio del lince será algo menor que en zonas pobres.
Dentro de este territorio suelen existir distintas residencias vitales para el lince. Hay zonas de monte bajo para el descanso y las zonas de campeo, donde el lince estará en actividad. Las mismas coinciden con las de máxima densidad de conejos.
En el año 2006 los únicos núcleos con presencia de reproducción segura de la especie se limitaban a Sierra Morena. En concreto, el parque natural de la Cordillera de Andújar, que es la principal población de lince ibérico que hay en el mundo. Asimismo, en el Parque natural de la Serranía de Cardeña y Montoro, y el parque nacional y natural de Doñana y su entorno.
Podría haber poblaciones muy reducidas en otras regiones. Datos revelan la presencia reciente en el suroeste de Madrid, Montes de Toledo, sureste de Ciudad Real y en la Sierra de Alcaraz. Igualmente en algunas plantaciones de árboles exóticos, eucaliptos y ciertos pinos, donde también escasean los conejos.
La época del celo comienza entre enero y febrero. Se adelantan en las regiones meridionales desde finales del mes de diciembre hasta mediados del mes de febrero. El lince ibérico, a pesar de ser un animal de hábitos solitarios, en esta época del año suele permanecer con su pareja.
Eligen las madrigueras en un lugar bien protegido y escondido como roquedos o árboles huecos. La gestación dura de sesenta y cinco a setenta y dos días. De esta información se deduce que la época del nacimiento de las crías se sitúa entre los meses de marzo y abril.
Las camadas suelen constar de una a cuatro crías, siendo lo más habitual solo dos cachorros. A las cuatro semanas la madre lince cambia de madriguera. A los dos meses ya los cachorros son capaces de acompañar a su madre en las actividades de cacería. Estos son independientes entre los siete o doce meses, más o menos, cuando la hembra entra de nuevo en celo.
Perduran en su territorio natal hasta los veinte meses. Suelen sobrevivir a la independencia entre uno y dos linces por hembra. Las hembras pueden criar en su primer invierno, pero realmente, la época de la primera reproducción depende de factores demográficos y ambientales.
La respiración se lleva a cabo por dos pulmones, libres en la cavidad pleural, que se ramifican en bronquios, bronquiolos y alveolos pulmonares. Tienen un corazón con cuatro cavidades y la circulación es doble y completa: La sangre oxigenada de las arterias no se mezcla con la sangre sin oxígeno de las venas.
Cabe destacar que en estas especies, el encéfalo alcanza un gran tamaño, estando particularmente desarrollados los hemisferios cerebrales. La actividad psíquica es mucho mayor que en el resto de los animales.
Los linces ibéricos se encuentran en la lista de especies en peligro de extinción. Tal situación se debe a diversas causas que repercuten en la existencia de estos animales. Las principales amenazas sobre la especie son:
Castro, Laura. (2020). Lince ibérico. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/lince-iberico/
