Pintura impresionista

Cuándo se desarrolló: Segunda mitad del siglo XIX
Pintura impresionista

El siglo XIX abre las puertas al arte moderno en todas sus formas. La pintura no fue la excepción. Motivados por las múltiples revoluciones de la época, los artistas abandonan la seguridad académica por la experimentación de nuevos trazos, enfoques y disposición de colores. La luz, lo puro o claro, se hacen protagonista de la pintura impresionista, es así denominado el nuevo estilo. El impresionismo hace suyos el paisaje y el retrato, al presentar formas y colores “afectados” por la luz. Desaparecen los negros y tonos oscuros, las sombras son colores complementarios que sugieren profundidad. No es un arte desenfocado, es un arte para ser apreciado desde lejos, donde los trazos “inconexos” hacen parte de un todo fascinante.

¿Qué es la pintura impresionista?

La pintura impresionista o simplemente impresionismo, es el estilo del arte creado en Francia en la segunda mitad del siglo XIX. Representa el arte moderno, se erige en contra de los rígidos preceptos de una abolida pero predominante Academia Real de Pintura y Escultura.

El estilo libre descubre nuevas formas de expresar la realidad, formas no convencionales y duramente cuestionadas en la época. Es liderado por un grupo de artistas que se van a sus talleres privados a pintar lo que ellos quieren ver. Pintores que salen al aire libre a captar el instante de la luz en el paisaje.

El arte no es admitido en la sociedad francesa del siglo XIX, pero se hace lugar a través de exposiciones independientes. Actividades organizadas con ayuda de unos pocos y la perseverancia de los cada vez más fructíferos artistas impresionistas.

El nombre impresionismo le fue dado en forma peyorativa por el crítico del arte Louis Leroy. Llamó el movimiento así en atención al cuadro de Claude Monet titulado: Impresión, sol naciente, pintado en 1872. Leroy consideró las pinturas expuestas hasta entonces un cúmulo de obras inconclusas. Actitud rebatida por otros conocedores del arte, escritores y directores de galerías.

¿Cuáles son sus características?

La pintura impresionista se caracteriza por la proyección de luz, natural o artificial, es su punto de partida. Efecto que destaca por el escaso uso del negro y la disposición de colores primarios y secundarios, puros, saturados y suaves. Las sombras eran conseguidas con colores complementarios que, como el claroscuro, daban la sensación de profundidad.

Trazos libres, pinceladas gruesas y cortas, aparentemente inconexas, pero parte de un todo luminoso y vibrante. Mas adelante se le conoció como pincelada gestáltica.

Encuadres y formas auténticas. El impresionismo rompe con lo clásico, utiliza perspectivas altas o bajas en contraposición al encuadre frontal. Es una pintura desenfocada a corta vista, está hecha para ser apreciada a distancia, donde las formas se hacen más nítidas, entendibles.

Expresa la impresión que tiene el pintor del color y la luz, mas que la verdad cromática percibida.

Naturalismo extremo. La pintura impresionista destaca por la pureza, naturalidad de las formas, sugerencia de los contornos y dinámica de los paisajes. Inmediatez.

Las personas eran recurrentes en los cuadros, pero más los paisajes, con predominio de los parisinos. Panoramas de París eran pintados una y otra vez a diferentes horas del día, reseñando la variación de luces y colores, la impresión visual.

¿Cuáles son las etapas de la pintura impresionista?

La pintura impresionista surge en una época de abruptos cambios, revoluciones: la industrial y la francesa, imperios, reformas, el avance de la ciencia. Todo ello aportó significativamente al desarrollo del nuevo arte.

En 1839 el químico francés Eugène Chevreul publicó “El principio de la armonía y el contraste de los colores y su aplicación a las artes”. Libro que presenta por vez primera teorías sobre la mezcla óptica. Cita conceptos y ejemplos que calaron en los impresionistas y fueron visiblemente aplicados en sus obras. Pero esta fue sólo una de las innovaciones influyentes, también existió la creación de pigmentos que ofrecían pureza y calidad de los colores. 

A diferencia de otros estilos, el impresionista tuvo una historia corta que se desarrolla en al menos tres etapas: preparatoria, de florecimiento y cierre. Se equiparan con sus motivos, luz, espacio e instante.

Inicia en 1860 con la revelación de los artistas en contra de la Academia. Para 1869 ya se conocían entre ellos y comienzan a reunirse y encontrar formas comunes de expresión. Prescinden de las sombras oscuras y adoptan el color en las periferias, realizan pinceladas libres, sueltas, fragmentadas. La luz y su impacto en las formas y sus colores es el centro de atención.

Entre 1870 y 1871 el vacío en el trono de España genera la guerra Franco-Prusiana, los artistas se separan y algunos de ellos mueren en frente. Superada la crisis inicia el período de florecimiento del arte impresionista, se organizan pintores, escultores y grabadores. Celebran en 1874 su primera exposición, sin mas éxito que la unión de los artistas. El ilusionismo y el estudio de la luz no eran suficiente para gustar en los salones, sí para perseverar en un arte que generaría impacto.

Hasta 1879 las exposiciones colectivas no conseguían reunir las visitas deseadas. Sin embargo, el arte se extendía rápidamente a otras regiones de Europa por su practicidad. Los autores podían presentar variantes, dedicarse al arte de estudio, en interiores; o transmitir la atmósfera y color local, en exteriores. Todos transcribían la naturaleza del color. Sin embargo, deciden disolver el movimiento a finales de los `70 y dedicarse de forma independiente. Este sería el final del impresionismo, en lo que a pintura se refiere.

¿Cómo era la pintura impresionista francesa?

Antiacadémica. Se centra en lo pintoresco, el retrato, paisaje, costumbrismo, escenas cotidianas, reflejo de aquello que rodea al pintor. Temas intrascendentes en una época en la que eran altamente demandados los cuadros religiosos, mitológicos, históricos y políticos.

El encuadre, similar al fotográfico, escapa del equilibrio geométrico. Además, las pinturas eran hechas en formatos portátiles, con medidas acordes a las galerías, eran los lugares donde estos se exponían para la venta.

La ciudad de París – su devenir- es un motivo recurrente, en ella se agrupaban el mayor número de artistas impresionistas. La naturaleza, el campo, es otro tema desarrollado, sobre todo por su aceptación en la sociedad burguesa. La vida burguesa, la dinámica casera, sus actividades recreativas, bailes, tradiciones y paseos en los parques, también lo eran. El impresionismo trabajó retratos y bodegones, ya conocidos en otros estilos, esta vez presentados bajo sus técnicas.

Es un arte de gradación de colores y uso correcto de la luz, capta el momento fugaz, de allí sus rápidas y toscas pinceladas. Al aire libre para que no se escapen detalles. Se utiliza la paleta de colores, pero se mezclan directamente sobre el lienzo hasta lograr aquellos tonos que percibe la retina, no hay tonos exactos. La pincelada responde al momento a captar, también a técnica y pintura utilizada. Los impresionistas hacían inclusive más líquido el óleo para mayor facilidad de los trazos.

¿Cómo era la pintura impresionista española?

La llegada del impresionismo a España es imprecisa, por tratarse de técnicas y usanzas conocidas en el país desde antes. De hecho, la pintura española fue de gran influencia para el impresionismo francés, inspirado en los tonos grisáceos y pardos utilizados por Velásquez y otros exponentes.

Para mediados del siglo XIX España ya trabaja la pintura paisajística por influencia de artistas belgas. Pero es hasta aproximadamente 1886 cuando los pintores españoles comienzan a mostrar rasgos netamente impresionistas, después de conocer el estilo en París y en Bruselas.

La pintura impresionista es claramente definida por los nuevos matices de luz y color que se imponen sobre el realismo practicado durante el siglo. La percepción del arte fue tal que se le da el nombre de luminista, distinguiendo regiones como Valencia y llamando su estilo luminismo valenciano.

La pintura impresionista española capta igualmente escenas cotidianas, las costumbres de las personas al aire libre y en la intimidad de sus casas. Acoge las playas como paisajes. Es básicamente regionalista, presenta características propias de cada pintor y región. Hay realismo y dramatismo en sus cuadros.

¿Cómo era la pintura impresionista rusa?

El impresionismo se aprecia tímidamente en Rusia a partir de 1870, cuando sus técnicas eran utilizadas junto a las del realismo, estilo que le antecedió. Más rápidamente se hizo espacio para mostrar sus ingenios particulares.

Las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX los pintores desisten de la doctrina de la ilustración, captan la luz y el movimiento. Símbolos de modernidad que van acompañados de las tradiciones propias de Rusia.

El estilo del arte vive en esta nación gracias al interés generado por las exposiciones de Eduard Manet y Claude Monet, entre otros artistas franceses. También gracias a las becas otorgadas a los rusos para estudiar pintura en Francia.

¿Cómo era la pintura impresionista en Italia?

En Florencia, Italia, los pintores se interesan por los pequeños formatos, cuadros apaisados y alargados, pinturas realistas realizadas al aire libre. Se alejan del romanticismo.

Los manchistas, como se les denomina desde 1862, desarrollan en sus cuadros el color y la óptica, los contrastes cromáticos y la luz. Utilizan la técnica pictórica del óleo sobre la madera, propia de otros períodos de la historia.

Retratan la burguesía, clase creciente para entonces. Retratos que se diferencian de los dictados por la academia, por plasmar la espontaneidad del personaje. Antes la pintura impresionista italiana exhibía patriotismo y paisajes, principalmente de la región de la Toscana.

¿Cómo era la pintura impresionista belga?

La pintura belga adoptó tarde el estilo impresionista, lo hizo a través del grupo Les XX, creado por el pintor Isidore Verheyden. Bélgica contaba con pintores flamencos de renombre que podían hacerse de un arte propio en el reciente Reino, pero pudo más el interés por el nuevo arte francés.

Integrantes del grupo Los veinte no sólo se ven atraídos por la innovadora tendencia, adquieren obras de impresionistas. La pintora Anna Bosch adquiere en 1890 “El Viñedo Rojo”, una de las tres pinturas que Van Gogh vendió antes de morir. La compra de los ejemplares abre el camino a la práctica del estilo con toda su gama de técnicas y colores.

¿Cuáles son los principales pintores y obras impresionistas?

¿Cómo citar este artículo?

Castro, Laura. (2020). Pintura impresionista. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/pintura-impresionista/

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