El sodio es un elemento presente en la sal, similar a numerosos otros renglones nutritivos. Es esencial en la realización de muchas funciones del organismo y operaciones como la creación de hormonas y formación de huesos. Por ello, es una ventaja incluir este mineral en nuestra dieta, que debe ser variada y equilibrada. Si algo hay que tener claro, es que sodio y sal no es lo mismo. El sodio es un mineral que está incluido o forma parte del agregado cloruro de sodio (ClNa) o comúnmente conocido como sal de mesa.
El sodio, del latín natrium, es un metal alcalino que se halla abundantemente en el medio ambiente. Se localiza en componentes como la sal marina y el mineral halita. Está incluido en la tabla periódica de los elementos químicos. Fue descubierto en el año de 1807 por sir Humphry Davy.
Es un macro mineral, conocido comúnmente como sal. Su nomenclatura química es Na. Su presencia está fundamentalmente en la sal de mesa o cloruro de sodio, cuya fórmula química es ClNa. Es un elemento imprescindible para la existencia.
En los músculos y nervios del cuerpo humano es muy necesario, sin él no funcionarían como es debido. De igual modo es nutriente principal para diversos animales y plantas. Puede encontrarse en forma natural en las aguas del mar y las creaciones pedregosas subterráneas.
Así como el potasio y el cloro, es un electrolito con gran función en la regulación de la unión de los medios acuosos. El sodio en los alimentos, de forma natural cubre las necesidades, pero, la población toma más sal de la que debiera ocasionando daño. Cuando los riñones no pueden eliminar el exceso se produce la hipertensión arterial.
El sodio como cuerpo químico posee un número atómico igual a 11. Como otros muchos metales ácidos, es de consistencia blanda, untuosa y su tono es plata. Es bastante reaccionante y expide una flama de color amarilla.
Puede oxidarse en contacto con el oxígeno y con el agua evoluciona bruscamente. Navega en el agua alterándola, desasiéndose en hidrógeno y creando un hidróxido. Regularmente no prende en presencia del aire encontrándose a temperaturas menores de 40 °C.
Se encuentra en el cloruro de sodio, o lo que es lo mismo en la sal marina, sal de mesa o sal común. En estos componentes es donde su uso es más generalizado.
El sodio interviene en el equilibrio osmótico, es significativo en el sostenimiento del nivel hídrico o electrolítico del organismo. Si estos niveles bajan o suben demasiado, un individuo puede deshidratarse o sobre hidratarse. De igual manera, es importante para el control de la presión arterial y la magnitud sanguínea.
Interviene de forma esencial en las funciones nerviosas y musculosas. Coadyuva en la permeabilidad de las membranas. Permite además, que las neuronas del cerebro, la médula espinal y los nervios corporales transfieran los envites eléctricos de manera exacta.
Se puede encontrar en la mayoría de los comestibles, no obstante su fuente primordial es en la sal de cocina. Alimentos como encurtidos, saladuras y ahumados están enriquecidos con él. Igualmente, los quesos conservados, platos pre cocidos, fiambre y charcutería.
Otros alimentos con contenido alto de sodio son el pan, queso, almejas, germen de trigo, galletas, granos enteros. También productos industrializados como la sopa deshidratada, salsas, consomé y cubitos.
La gran parte de sodio que poseen los alimentos fabricados ha sido añadido en su proceso o conservación. Encontramos sodio en los vegetales como apio, espinacas, zanahoria, rábanos, coliflor y en los huevos, leche y avena.
Aparte de la sal, en la industria de los alimentos, se manejan otros compuestos sódicos, como fosfato di sódico, en cereales instantáneos. El glutamato mono sódico, que mejora el sabor. Benzoato de sodio, preservante y el propia nato de sodio, blanquea frutos, antes de ser colorados.
Los alimentos con bajas cotas de sodio son:
Aparte de esto, versados en nutrición exhortan a mantener vigilados los niveles de sodio en el cuerpo. Debe optarse por comer alimentos frescos y mantenerse lejos de la ingesta de procesados como: Tocino, salchichas, salami, pernil, mortadela, condimentos, quesos y la llamada comida chatarra.
El cuerpo humano no requiere más de 1.500 miligramos al día de sodio para que funcione adecuadamente. Es decir, una pizca o lo que equivale a menos de ¼ de cucharadita. Sin embargo, pocas son las personas que consumen esa cantidad o menos de esa. El exceso de sodio conlleva a padecer de diferentes problemas de salud. Las recomendaciones en general son:
Vale acotar que los riñones sanos conservan perfectamente el sodio que el cuerpo necesita. Pero, mantenerlos saludables exige el consumo controlado de sal.
Si bien el sodio no contribuye con calorías, su consumo en exceso se asocia a una adición de la energía consumida. Se debe quizás, a que estimula el ingreso de alimentos y no sacia lo suficiente.
El sodio posee poder adictivo, lo que estimula a un consumo cada vez mayor. Esto significa que de alguna forma, el sodio puede hacer engordar ya que altera los procesos metabólicos básicos y ocasiona más apetencia, más deseos y más calorías engullidas.
La sal como tal, sí provoca un aumento de peso que no se debe a más masa o grasa en el cuerpo. Obedece a cambios en los fluidos del cuerpo, o lo que es lo mismo, a una retención de líquidos. En consecuencia, es recomendable moderar la ingesta para cuidar el normal funcionamiento del organismo.
Aunque existe la creencia de que cuanta más sal se ingiere más agua se bebe, esto no es cierto. La ciencia indica que al ocasionar retención de líquidos el cuerpo necesita menos agua. Esto de forma indirecta ocasiona una mayor ingesta de comidas o lo que es lo mismo, un consumo mayor de calorías.
El consumo de sodio superior a 2,3 gramos por día, no es aconsejable. Sin embargo, consumir mucha sal es, hoy día, muy habitual en la población. Esto se debe, en gran parte, a la selección diaria de alimentos de origen industrial para la dieta.
Mientras más sal más sodio y la abundancia de sal desarrolla el riesgo de padecer de hipertensión arterial y mala circulación de la sangre. Del mismo modo, es responsable del incremento de peso o retención de agua en la población general.
Algunos ejemplos de ingredientes que contienen sodio son:
Ramos, Marlene. (2021). Sodio. Recuperado el 22 de febrero del 2024, de Faqs.Zone: https://faqs.zone/sodio/